sábado, 23 de julio de 2011
Hogwarts
Esto no se hace Sra. Rowling. Este tipo de historias se terminan cuando los lectores y sus clubes de fans lo deciden. Ud. lo empezó y la historia se le fue de las manos. A partir de cierto momento ud. dejó de dominar la situación y la historia dejó de pertenecerle pasando a ser patrimonio inmaterial de la humanidad. Y si no lo es debería de serlo y pertenecer a los seguidores incondicionales que seguramente quieren más porque son insaciables. Ahora que ya he leído varias veces sus libros y me se de memoria sus películas me siento más identificado con H. Potter que conmigo mismo. De mayor quiero ser el aprendiz de mago. Todos estos años ha sido como un bálsamo o un espejo dónde mirarme. Ahora sólo me queda el recuerdo y la posibilidad de irme a Hogwarts una semana a hacer unos ejercicios espirituales mágicos. Me cuentan que los psicólogos y los psicoterapeutas han tenido que abrir consultas y no cerrarlas a mediodía para acompañar a la gente en su duelo patológico en el que están sumidos. Ahora se le llama síndrome de la pérdida temprana. Qué más da como se llame cuando uno está hecho polvo y mas si ha compartido edad con los protagonistas en este mundo de magos y de magia.
El público de ahora es más exigente. Antes tenias un libro y una película. Ahora necesitas una saga de lo que sea para quedar satisfecho y en este caso ni eso. Me he apuntado a un viaje programado a modo de peregrinaje por los lugares donde se desarrolla la historia con hospedaje en Hogwarts con todo incluido. De todas formas, en lo mas profundo de mi ser, algo me dice que habrá más. Borradores inéditos, trozos de película nunca vistos y cosas así. Esto es una industria que sirve para ganar dinero. Pues a ganarlo. Salud
viernes, 22 de julio de 2011
Los Mercados
Los políticos y los comentaristas son saprofitos de ellos. Sea para ensalzarles o para criticarles, pero que estén. Cada vez son más poderosos porque cada vez hay más gente pasando penurias. Cuando lo hayan destruido todo y no tengan de que vivir desaparecerán. Como los turistas en las zonas turísticas y los irresponsables que gestionan estas zonas para turistas. Destruimos territorio para el turista y cuando el turista no tenga territorio se marchará a otro sitio y nos quedaremos sin turismo y sin territorio. Una cagada. Las gentes normales nos vemos zarandeadas por la globalización y cualquier empresa que se precie se convierte en multinacional por lo que no hay dónde esconderse.. No podemos huir de los mercados y no tenemos escapatoria. Yo mismo no sería nada sin los mercados y sin intereconomía. Me despierto por las mañanas con los mercados. Pongo la radio y se habla o contertulia de los mercados. Abro la tele y me informan de los mercados. Los mercados sin duda son todo lo que soy pero también soy, en un porcentaje pequeño, lo que quiero ser. Lo que me da la gana ser al margen de los mercados.
Dicen los de la derecha que la culpa de todo es de ZP. Yo creo que es de los mercados. Estamos amenazados pero sobreviviremos porque somos mas. La intelectualidad del hombre es inmensa y sólo puede verse amenazada por la creciente y alarmante tecnología. También es inmensa la imbecilidad del hombre, no nos engañemos. Estar al día bajo el punto de vista tecnológico cuesta tiempo y dinero. Dejarlo estar y despreocuparse es sinónimo de suicidarse o crearse una dependencia de otros y de por vida. Lo de los mercados es un desafío histórico para la humanidad con toda su solidez intelectual y profundidad de pensamiento. Pues pensando pensando uno llega a la conclusión de que el único establecimiento que nos puede dañar y nos puede perjudicar son los bancos. Cuanto menos entremos en ellos mejor. Salud.
jueves, 21 de julio de 2011
Malabares
miércoles, 20 de julio de 2011
El amigo
lunes, 18 de julio de 2011
El libro
Esto es un problema. Toca, por tanto, analizarlo seriamente y en profundidad para intentar solucionarlo. Hay gente que compra poco porque el libro es caro. Pero lee mucho, o mejor, relee y piratea libros electrónicos. Hay gente que lee poco porque le falta motivación. Habrá, pues, que bajar los precios y motivar al potencial lector. Dentro de este embrollo aparece un estudio serio realizado por una cátedra de una universidad en la que enumera los motivos reales por los que los lectores compran uno u otro libro indistintamente de lo que cueste y de su contenido. Entre los factores están el dibujo de la portada y el tipo de letra del título del libro como el de su autor. El resumen de la trama que aparece en la contraportada. El tipo de papel, el tipo de letra e incluso el olor del libro. Parecerá una tontería pero son cosas que yo sí miro, me fijo y, en ocasiones, me influye. Hay autores que son sinónimo de calidad literaria y que se pueden comprar y leer porque su lectura resultará interesante. Otros son desconocidos o primerizos y comprarlos resulta una aventura cara. De ahí la importancia de un buen diseño del libro y de sus características antes descritas. Las tapas rígidas no ponen. La sobretapa molesta. El tipo de letra y su tamaño también importa y mucho. El libro que viene envuelto en celofán y no se puede ojear, ni se toca. Al libro hay que abrirlo, leer algunos párrafos cogidos al azar, papel casi rugoso o rugoso fino de haber sido reciclado, olerlo, tocarlo, leer la sinopsis, etc. Después de todo este ritual decides si compras o no. Es la nostalgia del libro y el convencimiento de que nunca va a desaparecer como lo hizo el vinilo, el casete, el reproductor de cedes, la cinta de vídeo y otras cosas. No me quiero equivocar. No creo que pudiera vivir sin un libro entre manos. Salud.
domingo, 17 de julio de 2011
Ramón Llull I
En 1332 nace en Mallorca Ramón Llull o Raimundo Lulio como se le conocerá después. Se le considera uno de los primeros escritores en usar una lengua neolatina para expresar conocimientos filosóficos, científicos y técnicos. Se le atribuye la invención de la rosa de los vientos. Personaje longevo donde los haya y que sólo por esto ya suscita envidia ya que falleció en 1316 a la edad de 84 años de aquel entonces. Tiene mérito después de haber padecido múltiples enfermedades, naufragios, envenenamientos, torturas, encarcelaciones, dietas extravagantes en países exóticos y un sinfín de calamidades. Su vida se me antoja apasionante a la par que estresante y densa de contenidos.
Filósofo, poeta, místico, teólogo y misionero mallorquín. Casado, padre, esposo, tutor de un hijo de rey, viajante insaciable, mayordomo, anacoreta, escritor de ensayos y un largo etcétera que parece no tener fin. La vida contemplativa en la isla le proporciona el tiempo y el sosiego necesarios para la meditación y la escritura cuya lectura es todo un lujo para los sentidos.
En un momento de su ajetreada vida -y quizás por ello- sufre alucinaciones en forma de apariciones por las que decide dejar todo bien material y dedicarse a la conversión de los infieles. Esta fue la peor de las enfermedades que padeció y de la que no se curó. Es una lástima que una tontería de estas empañe un currículum. Este estado obsesivo y compulsivo por predicar las bondades del cristianismo a los no creyentes, pasando éstos de ser mentes libres a estar sometidos a unos mandamientos católicos. Fue una persona sabia e inteligente pero en este último punto se delató su debilidad mental en el aspecto de que todo se mueve o existe por la gracia de dios. Grave error con el que toparon muchos otros ilustres.
viernes, 15 de julio de 2011
De la Mancha
...que llegando al recodo del camino pude observar, a lo lejos, la silueta de lo que vendría a ser un hombre sentado en el suelo al cobijo de la sombra de una preciosa higuera. Largo y enjuto y con mostacho y perilla al uso. Una montura pastando al sol. Un caballo flaco y huesudo. ¿Todo va bien? me pregunta D. Miguel. Eso parece y en eso me esfuerzo. Pues deje de hacer disparates y descanse a la sombra no se le vaya a derretir la sesera. Tome asiento en el suelo y me apoyé contra una roca de gran tamaño. Saque mi libreta y un bolígrafo y me dispuse para unas anotaciones. Ardo en deseos de verle escribir dijo el hombre alto y flaco. Estoy maravillado de ver lo que hace sin una mesa, un papel y una pluma. Son los tiempos D. Miguel. En eso que se levanto y me acercó pan duro, queso ovejuno y un botijo de agua fresca. En este punto sonó el móvil avisando de un mensaje. ¿Y qué ha sido ese ruido? ¿Yeste artilugio? Es para comunicarme. Quedó maravillado mientras miraba fijamente el tal artilugio y mientras yo me afanaba en contestar. Seguí escribiendo y comiendo. ¿Esto sirve para ganar batallas? No. ¿Y sirve para la lucha? No. Pero sirve para pedir ayuda si el enemigo es más y mejor. No parece que pueda hacer daño. Mejor una lanza, una espada o incluso una piedra. Es poca arma para un enemigo. Dejadme ver, dijo el caballero. Lo miró sin prisas y lo tocó cuidadosamente hasta que se encendió la pantalla y se escucho un "bip-bip". El susto fue mayúsculo y se reflejó en su cara. ¡Tente malandrín, follón, que no han de valerte tus artimañas! Llevo muchas batallas y digo que este chisme no sirve. Soltó el móvil y me espetó, aquí no se viene a escribir, desdichado, sino a pensar y a descansar. Se hincó de rodillas frente a mí. Bien podríais vivir con más grandeza si escribierais en vuestra casa. Cese vuestra torpeza si realmente sois un caballero en vez de un villano. Sosegaos, simplemente tomo notas para mejorar el contenido de la escritura.
Con vuestro beneplácito seguiré mi camino, añadió D. Miguel mientras se disponía a subir a la montura. Quedad con dios y seguid escribiendo pues. Insisto en que mejor se os daría en vuestra casa. Se fue confundido y seguramente sin entender. La inspiración hay que aprovecharla cuando viene, le grite. No se si me escucho pero siguió su camino de forma cansina y sin mirar atrás. Salud.
jueves, 14 de julio de 2011
Tufino
martes, 12 de julio de 2011
Padre Andrés
lunes, 11 de julio de 2011
Repaso
Desde primeras horas de la mañana andan sin control por las calles del pueblo o barriada, mochila al hombro que les delata, porque su cerebro sigue dormido y tardará en despertar. Han desayunado porque mantienen intacto el reflejo de la deglución. Y ahora arréglate rápido que me tengo que ir a trabajar y no quiero que tú llegues tarde. Esto no es verdad porque todavía faltan dos horas. Quienes no pueden llegar tarde al trabajo son ellos, los padres, que transfieren la responsabilidades al hijo que, habiéndolo aprobado todo, tiene que comerse una mañana de repaso porque mientras el maestro me lo guarda. Esta es la estupidez y crueldad que acompaña al ser humano adulto cuando no tiene recursos para educar a su hijo en tiempo vacacional. Esto es una crítica pero, como soy de izquierdas, también aporto ideas, propuestas o posibles soluciones en lugar de pedir la dimisión de los padres. Propongo que en invierno, los padres vayan a cursillos a modo de repaso de cómo entretener y educar a sus hijos en verano indistintamente de las notas que se hayan procurado con su esfuerzo. ¡A qué jode! Me considero un damnificado de estas prácticas sádicas y dolorosas en sí mismas. Todavía mantengo intacto mi odio y mi cabreo con los profesores que me dieron clases de repaso cuando era niño y que en lugar de proporcionarme un mejor futuro me robaron la ilusión por el verano y por las vacaciones.
Todos estamos cogidos por esa tela de araña que son las costumbres y no somos originales ni tenemos voluntad para cambiar. También tendrían que reeditar el manual de buenas costumbres en las que se detallaban actitudes y recursos para padres con apuros y se ofertaban soluciones variopintas incluso técnicas de pasárselo bien para niños y adolescentes sin tener que ir a clases de repaso. ¡Verano real, ya! ¡Movimiento niños indignados con las clases de repaso! Algunos padres y algunos maestros no dormirán esta noche. Salud.