Yo estoy con los del bando de la intelectualidad, la genialidad, la sabiduría, el ingenio, la creatividad y la libertad de expresión. Lo he venido demostrando a lo largo de mis numerosas entradas en este blog. Hace tiempo que se ha puesto de moda una especie de lobby impersonal que se ha venido en llamar "los mercados". Esto es, para entendernos, algo así como llevar una piedra en un zapato mientras haces el Camino de Santiago. Un dolor de muelas a las tres de la madrugada cuando no existían los dentistas, los antibióticos ni los calmantes. Son los tocapelotasdecadadía con tantos brazos y manos como pueda tener un pulpo. Toca mucho, quizás demasiado y toca bien. Son una dictadura indignante con muchas cabezas cuya única misión en la tierra es transformar el mundo y a las gentes de forma controlada hacia la pobreza más absoluta sin importarles los medios. Los mercados son bulímicos, omnívoros y carroñeros, pero también son tontos porque cuando ya no haya nada que destruir ni nada que comer ellos mismos desaparecerán. De momento no se han percibido de ello y arrasan sin control todo cuanto encuentran a su paso y comprometen su propia supervivencia. Tienen la mentalidad del rico porque ellos son los ricos. Esta mentalidad ya ha sido comentada en este blog. Para que haya ricos tienen que existir, simultaneamente, los pobres. El rico no se mide por lo que tiene sino por lo que no tiene el pobre. El rico puede ser rico con sólo un euro siempre que el pobre sólo tenga veinte céntimos.
Los políticos y los comentaristas son saprofitos de ellos. Sea para ensalzarles o para criticarles, pero que estén. Cada vez son más poderosos porque cada vez hay más gente pasando penurias. Cuando lo hayan destruido todo y no tengan de que vivir desaparecerán. Como los turistas en las zonas turísticas y los irresponsables que gestionan estas zonas para turistas. Destruimos territorio para el turista y cuando el turista no tenga territorio se marchará a otro sitio y nos quedaremos sin turismo y sin territorio. Una cagada. Las gentes normales nos vemos zarandeadas por la globalización y cualquier empresa que se precie se convierte en multinacional por lo que no hay dónde esconderse.. No podemos huir de los mercados y no tenemos escapatoria. Yo mismo no sería nada sin los mercados y sin intereconomía. Me despierto por las mañanas con los mercados. Pongo la radio y se habla o contertulia de los mercados. Abro la tele y me informan de los mercados. Los mercados sin duda son todo lo que soy pero también soy, en un porcentaje pequeño, lo que quiero ser. Lo que me da la gana ser al margen de los mercados.
Dicen los de la derecha que la culpa de todo es de ZP. Yo creo que es de los mercados. Estamos amenazados pero sobreviviremos porque somos mas. La intelectualidad del hombre es inmensa y sólo puede verse amenazada por la creciente y alarmante tecnología. También es inmensa la imbecilidad del hombre, no nos engañemos. Estar al día bajo el punto de vista tecnológico cuesta tiempo y dinero. Dejarlo estar y despreocuparse es sinónimo de suicidarse o crearse una dependencia de otros y de por vida. Lo de los mercados es un desafío histórico para la humanidad con toda su solidez intelectual y profundidad de pensamiento. Pues pensando pensando uno llega a la conclusión de que el único establecimiento que nos puede dañar y nos puede perjudicar son los bancos. Cuanto menos entremos en ellos mejor. Salud.