Queridísimo padre Andrés. Dos puntos. Estoy al tanto de sus desventuras con su monseñor obispo de Getafe que según ud, le ha cesado porque dice que es maricón. Entienda que para un ateo como yo este asuntillo entre colegas me la trae al pairo. De buen rollo. Pero Ud. sabrá.
Estoy pensando que la actitud de su obispo podría responder a una persona despechada que ha recibido calabazas y que por eso se ha encrabonado y lo está destruyendo como persona y como sacerdote. Si esto fuera así hágalo público porque aunque no fuera noticia por lo menos nos reiríamos con la gracia.
Debe de rezar más y amotinarse menos. Sabemos por unos escritos suyos lo que piensa de eso de ser homosexual. He leído algunas cosas que ha dicho sobre de que ser maricón es una enfermedad y una aberración y que sabe cómo curarse. Ha dicho que una buena relación con una buena mujer y buena religiosa y que sepa tocar bien la colita, o cosita, o falo, o ese enorme demonio que algunos hombres llevan entre las piernas, puede llegar a curar.
Estoy tentado de comprobar si es cierto. Me hace falta encontrar esa santa mujer religiosa que se preste ha hacer terapia conmigo.
La idea de ir a Roma y hablar con los mandamases de su religión no me parece una buena idea salvo que su verdadera intención sea la de hacer turismo. Que las altas esferas del vaticano están contaminadas de eso que le acusan a Ud. Si va tiene que andar con cuidado y con el culo prieto por si las moscas.
Amotinar a los feligreses y que estos se manifiesten por las calles tampoco es una buena idea. Sólo son ovejas de un rebaño que igual pastan con un pastor que con otros. No funciona y está comprobado. Sé que se ha puesto nervioso y no entiendo muy bien porqué. Si es marica pues se va Ud. a Chueca, se saca el carné y todos contentos. Un cura más o menos que padezca esta enfermedad o aberración ya no impresiona y tampoco quita el sueño. Algunos somos liberales.
Pídale una señal a su dios y que se pronuncie. Que se moje el culo, con perdón. Hay una cosa que podría cambiar el curso de la historia y que tenemos que considerarla. Que su dios se aparezca entre nosotros. Que se vuelva a hacer hombre y que aproveche para salir del armario.
No quiero ni pensar en las repercusiones. Esto sí sería una noticia de alcance y obligaría a muchos a replantearse su moralidad frente a sí mismos y frente a los demás. Para mi, comprendalo, sólo me serviría para hacer una entrada de las buenas.
De todas formas, padre Andrés, ahora en confianza, Ud. debería de dedicar su visa exclusivamente a su dios y a sus feligreses y eso del sexo dejarlo para los que somos libres y no estamos apuntados a ninguna secta. Hágame caso y no sea cansino. Haga lo que le pide el cuerpo y no lo diga a nadie. ¿A nadie? ¡No! Me olvidaba del psiquiatra.
Me he reído mucho con las preguntas que dice que le ha hecho. He llorado tanto de la risa que casi me deshidrato y me provoco un fallo renal. En plan experimental he contestado a todas las preguntas que le hizo y cuyas contestaciones provocaran que le consideren mariquita. No se lo creerá. Sale que yo también soy marica y que ya apunto maneras y esto sí que me ha acojonado de verdad porque yo me las daba de machote. Fíjese que nadie se libra.
Como dicen en mi pueblo "collons quina putada" y como dice la canción "que le vaya bonito" padre Andrés. Salud.