Hoy no es un buen día. Es un día de estos que no deseas que llegue nunca. El típico día que no deseas ni a tu peor enemigo. Más de medio mundo se encuentra en shock y amanece resignado a que todo ha terminado. A partir de ahora será difícil encontrar vida inteligente en algo o en alguien. El eterno aprendiz de mago nos ha dicho adiós. Bye, bye Potter. Nadie podrá poner en duda el efecto sociológico que ha causado la historia que J.K.Rowling nos ha contado. Millones de lectores han consumido sus libros y otros tantos han pasado por las salas de cine. Clubes de fans, coleccionistas de varitas mágicas, bebedores de pociones mágicas, escobas, búhos mascota, etc. Todo un culto para muchos y un mito a partir de ahora que ya no está. Quien ha provocado toda esta movida ha dicho que no hay más. Que se acabó. Sniff!! ¿Qué será de mi vida a partir de ahora sin Harry Potter y su historia? La historia ha sido contada con claridad, firmeza, expresividad y contenido adictivo. Ahora ya sólo nos queda el espíritu del texto. Es porque no me veis y no podéis escucharme pero tengo los ojos a punto de lagrimeo y la voz entrecortada, temblorosa y nostálgica. ¿Cómo se sale de esto? Me fue más fácil quitarme el tabaco y otros vicios. El fenómeno Potter ha terminado con final casi feliz porque Harry sigue vivo, vale. No se casa con Hermione, bien. Pero yo no puedo quedarme con mi amor platónico H.Granger porque no se inglés, mecagondena. ¿Porqué todas las cosas buenas tienen que terminarse? ¡JOO! Ahora nos hemos quedado huérfanos de uno de los eventos sociológicos, literarios y fílmicos más poderosos de la historia contemporánea.
Esto no se hace Sra. Rowling. Este tipo de historias se terminan cuando los lectores y sus clubes de fans lo deciden. Ud. lo empezó y la historia se le fue de las manos. A partir de cierto momento ud. dejó de dominar la situación y la historia dejó de pertenecerle pasando a ser patrimonio inmaterial de la humanidad. Y si no lo es debería de serlo y pertenecer a los seguidores incondicionales que seguramente quieren más porque son insaciables. Ahora que ya he leído varias veces sus libros y me se de memoria sus películas me siento más identificado con H. Potter que conmigo mismo. De mayor quiero ser el aprendiz de mago. Todos estos años ha sido como un bálsamo o un espejo dónde mirarme. Ahora sólo me queda el recuerdo y la posibilidad de irme a Hogwarts una semana a hacer unos ejercicios espirituales mágicos. Me cuentan que los psicólogos y los psicoterapeutas han tenido que abrir consultas y no cerrarlas a mediodía para acompañar a la gente en su duelo patológico en el que están sumidos. Ahora se le llama síndrome de la pérdida temprana. Qué más da como se llame cuando uno está hecho polvo y mas si ha compartido edad con los protagonistas en este mundo de magos y de magia.
El público de ahora es más exigente. Antes tenias un libro y una película. Ahora necesitas una saga de lo que sea para quedar satisfecho y en este caso ni eso. Me he apuntado a un viaje programado a modo de peregrinaje por los lugares donde se desarrolla la historia con hospedaje en Hogwarts con todo incluido. De todas formas, en lo mas profundo de mi ser, algo me dice que habrá más. Borradores inéditos, trozos de película nunca vistos y cosas así. Esto es una industria que sirve para ganar dinero. Pues a ganarlo. Salud