Hay días en los que uno lee noticias de estas que provocan perplejidad, incredulidad y cualquier cosa que termine en dad y que signifique tontería.
No consigo un diagnóstico claro de la situación actual de la sra. Moll. La que fuera consellera de educación y política lingüística con Pujol en la Catalonia de los desvarios y las gilipolleces justas como se dice ahora. No se si es una patología médica, una malformación democrática, una ocurrencia de fín de semana, una anomalía social, un desliz de quien hubiera querido pero no fue, una metástasis de una mala idea, etc. Lo más probable es que se trate de una desecación encefálica a propósito de la edad o ganas de tocarle a uno las pelotas, simplemente. Fuera lo que fuere y entendiendo que se trata de algo no filiado ni tipificado o simplemente desconocido para mí, la sra. Moll escupe con elegancia aquello de que los mallorquines nos dejamos avasallar por el castellano y que algunas personas se comportan como talibanes de la lengua -refiriendose al catalán-.
Esto, a estas alturas, y con los años que soporta su cuerpo no hace sino deslucir su biografía profesional. Su curriculum. A partir de ahora, premios los justos, a saber; el que te dan a título póstumo y punto. Esto es una ocurrencia desenfocada que te viene a la mente con el esfuerzo que supone el querer defecar cuando vas restreñido y la sangre se te acumula en un cerebro en estado de descomposición.
Un servidor escribe todo y de forma seria en la lengua de Cervantes y no me considero un terrorista lingüistico. Entre amigos y familiares, que ya me conocen, me permito la licencia de hablar el mallorquín -que no el catalán-. Incluso me puedo permitir el lujo de no entrar al trapo en discusiones de este tipo porque el tema está acabado y me importan un pito las opiniones de los demás. Despues de lo mencionado, y más que había en la entrevista, ya sabemos que la sra. Moll no será un mito ni un referente en cuestiones de lenguaje. Tengo la tranquilidad de que no se podrá codear nunca con académicos, pensadores, literatos y demás gente inteligente. A lo sumo se podrá hacer fotos con los políticos de turno que andan buscando votos a la desesperada. Pues bien. El sr. Antich ha montado un decreto a lo Montilla sobre el uso del catalán en Mallorca. Incluso obliga a decir misa en esta lengua. Apunta alto el sr. Antich y no calcula las distancias. Ya sabemos lo que le ha pasado a Montilla a propósito de una normativa parecida. El sabrá.
Los conceptos deliberados que la sra. Moll y el sr. Antich defienden de forma apasionada denotan una actitud ansiosa propia de un militar que siente que está perdiendo la batalla. Nos lo están imponiendo a todos los niveles incluso so pena de no trabajar en la función pública lo que ha provocado la picaresca de falsificar títulos y niveles. La realidad es bien distinta. Las academias están abarrotadas de alumnos que estudian Inglés y Alemán y muchos salen al extranjero para perfeccionar y poder encontrar un trabajo en la industria del turismo que es la que genera empleo. Ya me contareis cuanta gente emigra a la Catalonia para perfeccionar su nivel B o C de catalán.
Es preciso reprocharle lo que dice, cómo lo dice y la terminología que utiliza. Ahora ya me he despachado a gusto y a gusto me he quedado. Tendrá que seguir con ese desgarramiento emocional ante esta situación dolorosa de acorde con su linea de pensamiento. Emigró y se subordinó a Pujol porque se sabía perdedora en su tierra natal. Hizo bien y estaría mejor que volviera a emigrar. En todo caso, si decide quedarse es libre de decir lo que piensa y yo de reprocharle lo que dice que piensa, al igual que otros adictos a esto a reirle las gracias para conseguir votos -que no el mio-. Salud.
lunes, 13 de diciembre de 2010
jueves, 9 de diciembre de 2010
des-Controladores
Ahora resultará que los inviernos son para quedarse en casa y los puentes tambien. Lluvia, nieve, frío, problemas en las carreteras, trenes abarrotados de gente para viajar a un precio incómodo, estaciones marítimas con letrero de "no hay billetes", aglomaraciones en las grandes ciudades y descontrol en los aeropuertos. Con este panorama a la vista resulta legítimo pensar con quedarse en casa. Libro, labores, chimenea, programa de radio o televisión, conexiones internáuticas con amigos, familiares o allegados. Las fiestas de navidad están cerca y habrá gastos. Pues será que ahora toca ahorrar un poco.
No deja de ser un sueño que en mi caso se ha hecho realidad, aunque la realidad era otra y bien distinta. La histeria, la impotencia, el cabreo y más cosas estaban en el aeropuerto. Esta vez no era un problema de demora de un vuelo. El problema eran los tres cuartos de hora de demora para entrar en un baño para orinar o a otra cosa. Largas colas en los mostradores para no facturar, largas colas en los mostradores para reclamar, largas colas para un café o un bocata o una bebida, lasgas colas en las cintas para recuperar un equipaje facturado, etc. Móvil en mano haciendo llamadas para nada al borde del pitido que precede a la frase "batería baja" y con la vista en los paneles donde la palabra más utilizada era la de "cancelado".
¿Y eso? Pues nada importante. Simplemente que unos funcionarios públicos -que de repente los han ascendido a militares- han consumido sus horas de trabajo de todo el año -dicen ellos- y que se marchan a casa. A, bueno. Pues nada. Otros están cansados, ansiosos, depresivos o cualquier otra patología médica de circunstancia. Además cobran poco, descansan poco, ven poco a su familia y todas esas chorradas que hemos escuchado en cualquier medio. Recuerdo que un médico que trasplanta un corazón cobra diez veces menos y un tedax que se juega la vida desactivando una bomba tambien. Han sido generosos todo el año. Incluso han salvado la temporada turística en agosto. Han sido solidarios porque han estado en sus puestos de trabajo aunque no han trabajado. ¿Y de qué coño se queja la gente, pues? Pensamos que son nuestros esclavos y esto no está bien porque la esclavitud está abolida. Ellos tambien quieren viajar en invierno y en los puentes.
Hemos visto sus nóminas en televisión y publicadas en los medios escritos. Insisten en que cobran poco pero ninguno saca su nómina o su declaración de la renta. ¿Porqué será? Algunos dicen que trabajan atiborrados de ansiolíticos. Es una peculiar forma de hacer régimen pero no es la mejor forma de controlar el tráfico aéreo. Que lo despidan. Otra manifestó, lloriqueando delante de las cámaras, que trabajaba a punta de pistola. Nada demostrado. Ni una denuncia en los juzgados. Nada creible pues. De lo único que tenemos evidencias es del caos y descontrol que este colectivo de funcionarios públicos -ahora militares- han provocado en la gente que por unos días perdieron su libertad. Ellos, ahora, se quejan de que no son libres y que han perdido derechos. Algunos los perdieron antes de forma ilegal y se han tenido que apretar los huevos porque no había otra.
El mensaje vino en el peor momento, en la peor circunstancia y de la peor menara posible de tal forma que nadie lo entendió. Bueno, perdón, algunos sí lo entendieron incluso estando en Lanzarote sin poder salir. Este aeropuerto se ha convertido en maldito. Todo lo malo ocurre allí. Ahora toca descabrearse y echar mano de abogados avispados y familiares. Los primeros para que nos procuren recuperar los dineros invertidos y perdidos, las maletas perdidas, los daños y demás cosas perdidas. Los segundos tienen la obligación de procurarnos recuperar la normalidad personal, la tranquilidad, el sosiego y las rutinas citidianas.
Unos piden explicaciones, otros darán explicaciones y otros ya están pidiendo disculpas. Algunos investigarán lo que pasó y porqué pasó y al final la justicia impartirá justicia aunque, a buen seguro, no nos gustará a todos la justicia impartida, las explicaciones dadas y las excusas. Que no vuelva a pasar. Que detrás de toda esta insensatez hay historias personales que te pueden llegar a poner la carne de gallina y los pelos de punta.
Los que han montado este pollo son unos cobardes; pues que les jodan. Salud.
No deja de ser un sueño que en mi caso se ha hecho realidad, aunque la realidad era otra y bien distinta. La histeria, la impotencia, el cabreo y más cosas estaban en el aeropuerto. Esta vez no era un problema de demora de un vuelo. El problema eran los tres cuartos de hora de demora para entrar en un baño para orinar o a otra cosa. Largas colas en los mostradores para no facturar, largas colas en los mostradores para reclamar, largas colas para un café o un bocata o una bebida, lasgas colas en las cintas para recuperar un equipaje facturado, etc. Móvil en mano haciendo llamadas para nada al borde del pitido que precede a la frase "batería baja" y con la vista en los paneles donde la palabra más utilizada era la de "cancelado".
¿Y eso? Pues nada importante. Simplemente que unos funcionarios públicos -que de repente los han ascendido a militares- han consumido sus horas de trabajo de todo el año -dicen ellos- y que se marchan a casa. A, bueno. Pues nada. Otros están cansados, ansiosos, depresivos o cualquier otra patología médica de circunstancia. Además cobran poco, descansan poco, ven poco a su familia y todas esas chorradas que hemos escuchado en cualquier medio. Recuerdo que un médico que trasplanta un corazón cobra diez veces menos y un tedax que se juega la vida desactivando una bomba tambien. Han sido generosos todo el año. Incluso han salvado la temporada turística en agosto. Han sido solidarios porque han estado en sus puestos de trabajo aunque no han trabajado. ¿Y de qué coño se queja la gente, pues? Pensamos que son nuestros esclavos y esto no está bien porque la esclavitud está abolida. Ellos tambien quieren viajar en invierno y en los puentes.
Hemos visto sus nóminas en televisión y publicadas en los medios escritos. Insisten en que cobran poco pero ninguno saca su nómina o su declaración de la renta. ¿Porqué será? Algunos dicen que trabajan atiborrados de ansiolíticos. Es una peculiar forma de hacer régimen pero no es la mejor forma de controlar el tráfico aéreo. Que lo despidan. Otra manifestó, lloriqueando delante de las cámaras, que trabajaba a punta de pistola. Nada demostrado. Ni una denuncia en los juzgados. Nada creible pues. De lo único que tenemos evidencias es del caos y descontrol que este colectivo de funcionarios públicos -ahora militares- han provocado en la gente que por unos días perdieron su libertad. Ellos, ahora, se quejan de que no son libres y que han perdido derechos. Algunos los perdieron antes de forma ilegal y se han tenido que apretar los huevos porque no había otra.
El mensaje vino en el peor momento, en la peor circunstancia y de la peor menara posible de tal forma que nadie lo entendió. Bueno, perdón, algunos sí lo entendieron incluso estando en Lanzarote sin poder salir. Este aeropuerto se ha convertido en maldito. Todo lo malo ocurre allí. Ahora toca descabrearse y echar mano de abogados avispados y familiares. Los primeros para que nos procuren recuperar los dineros invertidos y perdidos, las maletas perdidas, los daños y demás cosas perdidas. Los segundos tienen la obligación de procurarnos recuperar la normalidad personal, la tranquilidad, el sosiego y las rutinas citidianas.
Unos piden explicaciones, otros darán explicaciones y otros ya están pidiendo disculpas. Algunos investigarán lo que pasó y porqué pasó y al final la justicia impartirá justicia aunque, a buen seguro, no nos gustará a todos la justicia impartida, las explicaciones dadas y las excusas. Que no vuelva a pasar. Que detrás de toda esta insensatez hay historias personales que te pueden llegar a poner la carne de gallina y los pelos de punta.
Los que han montado este pollo son unos cobardes; pues que les jodan. Salud.
martes, 7 de diciembre de 2010
El peregrino V
En verdad, en vardad os digo hermanos que esta va a ser la última entrada de la serie "peregrino". Es la historia del último calvario que sufrimos con los controles de seguridad del aeropuerto. La concordia y el amor de los que peregrinan juntos tendrá su recompensa. La impaciencia es provocada por el demonio y va en contra de dios. Esta verdad nos fue predicada por el santo padre franciscano Emerito en visperas de la partida y así se hizo.
Nos despiertan a la una de la madrugada. Salimos a las dos y llegamos al aeropuerto a las tres. Controles a pasar:
1.- Un adolescente vestido de policia te pide el pasaporte y comprueba que eres tú. Si eres tan insensato que te has cambiado el peinado, o te has dejado barba o te la has afeitado, o te has puesto gafas o no las llevas, perillas, moños, etc. Mal. Pueden llegar a venir hasta tres policias y comprobar entre todos que realmente tu eres tu y el pasaporte es tuyo porque el de la foto eres tú. Comprobado este simple trámite te ponen una etiqueta en el pasaporte con una clave y la misma etiqueta con la misma clave a todo aquello que digas que es tuyo y que ya no podrás dejar.
2.- Otro policía viene con un pamfleto plastificado con preguntas y respuestas. Señala con el dedo la pregunta -en castellano, por supuesto- y tu señalas la respuesta correcta. Este control es aleatorio y una de las preguntas es si llevas armas encima o en el equipaje.
3.- Examen oral. Una adolescente vestida de policía y que habla nuestro idioma pregunta, aleatoriamente, si nos han regalado algo, si conocemos al grupo, si se ha incorporado alquien al grupo desde que hemos llegado, etc. Es el mejor momento para desquitarte con tu peor enemigo o gastarle una broma a tu mejor amigo.
4.- Control de escaner para el equipaje que vas a facturar. Allí no se factura y ya está. Te pasan por un inmenso escaner el equipaje que facturarás y tu delante mientras miran el contenido de lo que después meterás en la bodega del avión.
5.- Revisión del contenido que acaban de visualizar a través del escaner. Abra la maleta y enseñeme todo. Ahora vuelva a cerrar la maleta y vaya a facturar. A todo esto que las pegatinas que lleva todo tu equipaje que concuerde con el que llevas pegado a tu pasaporte (esta prueba era aleatoria y yo asistido por dios no la pase).
6.- Facturación. Aunque sean judios y por ende inteligentes, al trabajar para iberia se vuelven tontorrones -beneitarros-. Primero dos colas y luego, por orden del responsable, cuatro colas para agilizar. A los dos minutos el irresponsable ordena que entreguemos todos los pasaportes para sacar tarjetas de embarque a la misma velocidad y eficacia que antes, pero ahora mezclando a todos con todos. La ira de dios ya empezaba a manifestarse. Era su represalia hacia los ateos amontonados enfrente de los mostradores de iberia.
7.- Despues de facturar otro poli que te coge el pasaporte, comprueba las pegatinas con lo que llevas en la mano y comprueba la foto para asegurarse de que tu eres el dueño del pasaporte y no has dado el cambiazo.
8.- Otro control rutinario y facilón. Se trata de comprobar que la tarjeta de embarque esta a tu nombre y que tu eres el que figura en la foto de tu pasaporte.
9.- Control del equipaje de mano por el escaner y tu por el arco que detecta metales y pita por cualquier cosa.
9.- Control de aduanas. Vuelven a mirarte fijamente a la cara y a la foto del pasaporte y comprueban que todavía sigues siendo tu el que va a volar y que sigues siendo tu el de la foto y por tanto el dueño del pasaporte y de todo lo que has facturado. Te estampan el puto sello y ya puedes salir.
Ahora ya eres libre de hacer lo que te de la gana, a saber: ir cagando leches hacia la puerta de embarque porque ya está abierta y la mitad de los peregrinos ya ocupan sus asientos y tienen ganas de despegar.
LLegada a Madrid. Traslado a la terminal nacional. Control de aduanas para asegurarse de quien ha llegado eres tú porque la foto del pasaporte coincide con tu careto -despues de todo lo que hemos vivido es pura coincidencia-. Control de arco detector de metales. A ver si nos aclaramos. Despues de todos los controles que pasamos en tierras de jesus para salir, y sin dejar de correr por la terminal, te hacen pasar otro control por si llevas armas o cualquier cosa prohibida lo cual es imposible pero ellos no lo saben. Lo que no había pitado en Israel pita en Madrid. Ya lo dijo el apostol san Pablo en uno de sus escritos, no os confieis de los seguratas de aeropuerto porque ellos siempre sabran más que vosotros aunque no lo parezca. Vale.
Si alguien quiere repetir viaje le aconsejo un cursillo de mantener la calma y llevar pastillas de paciencia para tomarse una cada ocho horas antes de las comidas. Para terminar un resumen de lo que he aprendido como peregrino: la verdadera sabiduría es un don de dios, de los labios del necio salen discordias, el impaciente se busca su daño, antes de que haya humos habrá fuego, cuando mueras -si eres ateo- irás al infierno y tus oraciones ya no valdrán, búscate una mujer por esposa que hable bien de tí y que te lleve el pasaporte y el carné, se temeroso de dios o serás castigado, haz bien tu trabajo y hazte merecedor de la alegría de dios, bendice a dios a todas horas y tendrán buenas cosechas, escucha al padre Emerito que es un hombre santo. Salmo 108 del libro de la sabiduría. Salud.
Nos despiertan a la una de la madrugada. Salimos a las dos y llegamos al aeropuerto a las tres. Controles a pasar:
1.- Un adolescente vestido de policia te pide el pasaporte y comprueba que eres tú. Si eres tan insensato que te has cambiado el peinado, o te has dejado barba o te la has afeitado, o te has puesto gafas o no las llevas, perillas, moños, etc. Mal. Pueden llegar a venir hasta tres policias y comprobar entre todos que realmente tu eres tu y el pasaporte es tuyo porque el de la foto eres tú. Comprobado este simple trámite te ponen una etiqueta en el pasaporte con una clave y la misma etiqueta con la misma clave a todo aquello que digas que es tuyo y que ya no podrás dejar.
2.- Otro policía viene con un pamfleto plastificado con preguntas y respuestas. Señala con el dedo la pregunta -en castellano, por supuesto- y tu señalas la respuesta correcta. Este control es aleatorio y una de las preguntas es si llevas armas encima o en el equipaje.
3.- Examen oral. Una adolescente vestida de policía y que habla nuestro idioma pregunta, aleatoriamente, si nos han regalado algo, si conocemos al grupo, si se ha incorporado alquien al grupo desde que hemos llegado, etc. Es el mejor momento para desquitarte con tu peor enemigo o gastarle una broma a tu mejor amigo.
4.- Control de escaner para el equipaje que vas a facturar. Allí no se factura y ya está. Te pasan por un inmenso escaner el equipaje que facturarás y tu delante mientras miran el contenido de lo que después meterás en la bodega del avión.
5.- Revisión del contenido que acaban de visualizar a través del escaner. Abra la maleta y enseñeme todo. Ahora vuelva a cerrar la maleta y vaya a facturar. A todo esto que las pegatinas que lleva todo tu equipaje que concuerde con el que llevas pegado a tu pasaporte (esta prueba era aleatoria y yo asistido por dios no la pase).
6.- Facturación. Aunque sean judios y por ende inteligentes, al trabajar para iberia se vuelven tontorrones -beneitarros-. Primero dos colas y luego, por orden del responsable, cuatro colas para agilizar. A los dos minutos el irresponsable ordena que entreguemos todos los pasaportes para sacar tarjetas de embarque a la misma velocidad y eficacia que antes, pero ahora mezclando a todos con todos. La ira de dios ya empezaba a manifestarse. Era su represalia hacia los ateos amontonados enfrente de los mostradores de iberia.
7.- Despues de facturar otro poli que te coge el pasaporte, comprueba las pegatinas con lo que llevas en la mano y comprueba la foto para asegurarse de que tu eres el dueño del pasaporte y no has dado el cambiazo.
8.- Otro control rutinario y facilón. Se trata de comprobar que la tarjeta de embarque esta a tu nombre y que tu eres el que figura en la foto de tu pasaporte.
9.- Control del equipaje de mano por el escaner y tu por el arco que detecta metales y pita por cualquier cosa.
9.- Control de aduanas. Vuelven a mirarte fijamente a la cara y a la foto del pasaporte y comprueban que todavía sigues siendo tu el que va a volar y que sigues siendo tu el de la foto y por tanto el dueño del pasaporte y de todo lo que has facturado. Te estampan el puto sello y ya puedes salir.
Ahora ya eres libre de hacer lo que te de la gana, a saber: ir cagando leches hacia la puerta de embarque porque ya está abierta y la mitad de los peregrinos ya ocupan sus asientos y tienen ganas de despegar.
LLegada a Madrid. Traslado a la terminal nacional. Control de aduanas para asegurarse de quien ha llegado eres tú porque la foto del pasaporte coincide con tu careto -despues de todo lo que hemos vivido es pura coincidencia-. Control de arco detector de metales. A ver si nos aclaramos. Despues de todos los controles que pasamos en tierras de jesus para salir, y sin dejar de correr por la terminal, te hacen pasar otro control por si llevas armas o cualquier cosa prohibida lo cual es imposible pero ellos no lo saben. Lo que no había pitado en Israel pita en Madrid. Ya lo dijo el apostol san Pablo en uno de sus escritos, no os confieis de los seguratas de aeropuerto porque ellos siempre sabran más que vosotros aunque no lo parezca. Vale.
Si alguien quiere repetir viaje le aconsejo un cursillo de mantener la calma y llevar pastillas de paciencia para tomarse una cada ocho horas antes de las comidas. Para terminar un resumen de lo que he aprendido como peregrino: la verdadera sabiduría es un don de dios, de los labios del necio salen discordias, el impaciente se busca su daño, antes de que haya humos habrá fuego, cuando mueras -si eres ateo- irás al infierno y tus oraciones ya no valdrán, búscate una mujer por esposa que hable bien de tí y que te lleve el pasaporte y el carné, se temeroso de dios o serás castigado, haz bien tu trabajo y hazte merecedor de la alegría de dios, bendice a dios a todas horas y tendrán buenas cosechas, escucha al padre Emerito que es un hombre santo. Salmo 108 del libro de la sabiduría. Salud.
viernes, 3 de diciembre de 2010
El peregrino IV
Los días siguientes fueron una mezcla de peregrinaje y turismo. Más de lo segundo que de lo primero.
Subida al monte Tabor. Una especie de Lluc pero con la carretera des port des canonge. Grupos de entre nueve y doce peregrinos metidos en un microbus que sube y baja de tal monte cagando leches. Seguramente fue el único momento del viaje que eché en falta al guía para que rezara por mí. Silencio durante el trayecto y cara de acojone.
El desierto de Judea que empieza en el monte Qumran. Impresionante la grandeza de la nada. Una inmensidad de terreno hasta donde te alcanza la vista y un poco más y nada. Ni un virus. Desierto de piedra y polvo. Nada de arena. Grandioso. Para quedarte un día entero escuchando el silencio. Relajante.
El balneario del mar muerto es una singularidad. Calor, bochorno, microclima creado por un mar rodeado de montañas y a trescientos metros por debajo del nivel del mar. Agua extremadamente salada y con olor a fosfatos y a urea. Agua turbia y densa. Nos masajeamos con el lodo, intentamos nadar pero no se puede avanzar. Flotas todo el tiempo. Ducha relajante y a otra cosa.
Jericó y el caos total. Mucha gente, muchos coches, mucha tienda y chiringuitos. No hay normas de tráfico. Si quieres llegar a un sitio, vas por donde quieras y punto. Fotografiamos un sicomodo -seguramente de los últimos que deben quedar-. Grande y robusto.
El primer día en Jerusalem nos toca via crucis. Espectáculo bochornoso. El guía alquila una cruz grande de madera a un módico precio de cinco euros y empezamos a subir hasta la basílica de la crucifixión, muerte y resurrección. El grupo de peregrinos cohesionado cantando por las calles y portando la cruz a hombros. El otro grupo de ateos descolgados haciendo turismo. Horas de espera para visitar el santo sepulcro, momento que aprovechamos para callejear y las señoras para cabrear al personal con eso del regateo. Que una cosa es regatear y otra que te regalen la tienda con todo lo que hay dentro. Callejear por las calles de la ciudad vieja de Jerusalem es pintoresco. En un chiringo, el dueño que ya estaba de los nervios, optó por ofrecer dinero a las peregrinas para que se fueran antes de suicidarse. Hay que joderse, pero es complicado ir de compras con las mujeres y más si ya están entrenadas a regatear. Es lo que hay.
Monte de los olivos. No hay olivos. Pinos y cipreses. Pero no hay olivos en el monte de los olivos. Panorámica de la ciudad vieja de Jerusalem -justo desde el cementerio-. Huerto de Getzemaní. Aquí si que hay olivos y dice el guía que uno de ellos -despues de pasar la prueba del carbono 14- tiene veinte siglos y está vallado porque es el que eligió jesús para apoyarse en él mientras rezaba. Guía dixit. Pues vale.
La visita a Belén valió la pena, básicamente, por la visita al mercado. Hortalizas, verduras, frutas, paradas de especies y carne entre otras cosas. De una calidad que no se ve en el mercado del olivar y ni una mosca. No es un eufemismo ni una metáfora. Quiero decir lo que he dicho. Ni una mosca. Lo del Sabadh es una coña porque no te sirven ni un café. Poca gente, poco tráfico y todos descansando. ¿Todos? No. Todos, no. Hay un grupo de peregrinos que con un guía franciscano al frente no dan tregua. Muro de las lamentaciones. Bien. Llegamos, nos lamentamos, tocamos el muro y nos hicimos una fotos. Parece ser que hace veinte siglos que se lamentan y siguen. El grán templo de Salomón, tantas veces destrruido y reconstruido. Ahora quedan ruinas y lamentos. Impresionan sus dimensiones. Una explanada inmensamente grande. Bonita de ver. Mucho peregrino que apenas se nota porque quedan difuminados dentro de la inmensidad. Salud.
Subida al monte Tabor. Una especie de Lluc pero con la carretera des port des canonge. Grupos de entre nueve y doce peregrinos metidos en un microbus que sube y baja de tal monte cagando leches. Seguramente fue el único momento del viaje que eché en falta al guía para que rezara por mí. Silencio durante el trayecto y cara de acojone.
El desierto de Judea que empieza en el monte Qumran. Impresionante la grandeza de la nada. Una inmensidad de terreno hasta donde te alcanza la vista y un poco más y nada. Ni un virus. Desierto de piedra y polvo. Nada de arena. Grandioso. Para quedarte un día entero escuchando el silencio. Relajante.
El balneario del mar muerto es una singularidad. Calor, bochorno, microclima creado por un mar rodeado de montañas y a trescientos metros por debajo del nivel del mar. Agua extremadamente salada y con olor a fosfatos y a urea. Agua turbia y densa. Nos masajeamos con el lodo, intentamos nadar pero no se puede avanzar. Flotas todo el tiempo. Ducha relajante y a otra cosa.
Jericó y el caos total. Mucha gente, muchos coches, mucha tienda y chiringuitos. No hay normas de tráfico. Si quieres llegar a un sitio, vas por donde quieras y punto. Fotografiamos un sicomodo -seguramente de los últimos que deben quedar-. Grande y robusto.
El primer día en Jerusalem nos toca via crucis. Espectáculo bochornoso. El guía alquila una cruz grande de madera a un módico precio de cinco euros y empezamos a subir hasta la basílica de la crucifixión, muerte y resurrección. El grupo de peregrinos cohesionado cantando por las calles y portando la cruz a hombros. El otro grupo de ateos descolgados haciendo turismo. Horas de espera para visitar el santo sepulcro, momento que aprovechamos para callejear y las señoras para cabrear al personal con eso del regateo. Que una cosa es regatear y otra que te regalen la tienda con todo lo que hay dentro. Callejear por las calles de la ciudad vieja de Jerusalem es pintoresco. En un chiringo, el dueño que ya estaba de los nervios, optó por ofrecer dinero a las peregrinas para que se fueran antes de suicidarse. Hay que joderse, pero es complicado ir de compras con las mujeres y más si ya están entrenadas a regatear. Es lo que hay.
Monte de los olivos. No hay olivos. Pinos y cipreses. Pero no hay olivos en el monte de los olivos. Panorámica de la ciudad vieja de Jerusalem -justo desde el cementerio-. Huerto de Getzemaní. Aquí si que hay olivos y dice el guía que uno de ellos -despues de pasar la prueba del carbono 14- tiene veinte siglos y está vallado porque es el que eligió jesús para apoyarse en él mientras rezaba. Guía dixit. Pues vale.
La visita a Belén valió la pena, básicamente, por la visita al mercado. Hortalizas, verduras, frutas, paradas de especies y carne entre otras cosas. De una calidad que no se ve en el mercado del olivar y ni una mosca. No es un eufemismo ni una metáfora. Quiero decir lo que he dicho. Ni una mosca. Lo del Sabadh es una coña porque no te sirven ni un café. Poca gente, poco tráfico y todos descansando. ¿Todos? No. Todos, no. Hay un grupo de peregrinos que con un guía franciscano al frente no dan tregua. Muro de las lamentaciones. Bien. Llegamos, nos lamentamos, tocamos el muro y nos hicimos una fotos. Parece ser que hace veinte siglos que se lamentan y siguen. El grán templo de Salomón, tantas veces destrruido y reconstruido. Ahora quedan ruinas y lamentos. Impresionan sus dimensiones. Una explanada inmensamente grande. Bonita de ver. Mucho peregrino que apenas se nota porque quedan difuminados dentro de la inmensidad. Salud.
miércoles, 1 de diciembre de 2010
El peregrino III
Los siguientes días son más de lo mismo de todo. Madrugón necesario porque a las seis de la mañana el sol ya luce con todo su esplendor y a las cinco de la tarde ya es noche cerrada.
Desayuno y autocar donde ya nos espera el guía para empezar a peregrinar de un lado a otro para mayor deleite sensorial y emocional de los peregrinos vocacionales y una sobredosis de actos litúrgicos para el resto. Te aturden, te descolocan y te impiden pensar correctamente. El peregrinaje consiste en visitar todo aquello que tenga que ver con lugares y situaciones descritas en la bíblia. Siempre corriendo y con el tiempo justo. Con explicaciones que sólo el guía sabe o conoce y que te crees o no. Pues, o no. Calor y bochorno todos los días con temperaturas de entre los treinta grados de máxima y los diecisiete de mínima. Atuendo de peregrino del que sobresale una bolsa roja y una gorra blanca a juego con propaganda de una agencia de viajes. Almuerzo sobre las doce del mediodía y vuelta a peregrinar sin apenas tiempo de tomar café.
El segundo día se formó un subgrupo de peregrinos dedicados al turismo cada vez que el guía montaba actos litúrgicos. Era la alternativa a cortarse las venas.
A destacar, por si alguien que lea esto quiere visitar aquellas tierras. El mar de Galilea y su paseo en barca -a ser posible en vela-. Momento relajante, con mar en calma, sosiego y sensación de bienestar. Para repetir. Aviso: si vais en grupo os ponen la bandera nacional en el mastil de proa y el himno nacional a todo volumen en versión remix lo que provoca un delirio paranoide grupal con aplausos y vivas a la madre patria, despues de lo cual ya te están vendiendo estampitas y rosarios. No dejeis que esto ocurra porque se rompe todo el encanto inicial. Siempre os queda el plan B que consiste en tirar por la borda a la marinería.
Cafarnaún no tiene ningún interés, ni siquiera arqueológico. Se han limitado a amontonar piedras, a vallarlo y está dejado de la mano de dios. Lo único que les importa a estos franciscanos es la basílica y la misa. El monte de las bienaventuranzas tampoco tiene ningún interés. Basílica postmoderna como en todas partes y nada más. Bueno, le podeis pillar un punto. Tiene un chiringuito donde te puedes tomar un refresco y un tentenpié y además puedes orinar por cincuenta céntimos. Vale.
El rio Jordán te permite observar hasta dónde puede llegar la estupidez humana y el fanatismo cristiano. El fervor de los peregrinos hace que se metan de lleno en el rio en bañador y una túnica blanca. La versión ligth es renovar las promesas bautismales simplemente con los pies en el agua y acto seguido empezar a llenar tantas botellas como puedas para llevarte agua turbia para regalar a los creyentes que se han quedado en casa.
Para terminar el día una visita relámpago a Caná de Galilea. Otro subidón religioso que hace que algunos peregrinos incluso renueven las promesas matrimoniales a cambio de un certificado al módico precio de seis euros.
De todo lo contado se percibe montaje comercial a costa de fanatismo religioso. Salud.
Desayuno y autocar donde ya nos espera el guía para empezar a peregrinar de un lado a otro para mayor deleite sensorial y emocional de los peregrinos vocacionales y una sobredosis de actos litúrgicos para el resto. Te aturden, te descolocan y te impiden pensar correctamente. El peregrinaje consiste en visitar todo aquello que tenga que ver con lugares y situaciones descritas en la bíblia. Siempre corriendo y con el tiempo justo. Con explicaciones que sólo el guía sabe o conoce y que te crees o no. Pues, o no. Calor y bochorno todos los días con temperaturas de entre los treinta grados de máxima y los diecisiete de mínima. Atuendo de peregrino del que sobresale una bolsa roja y una gorra blanca a juego con propaganda de una agencia de viajes. Almuerzo sobre las doce del mediodía y vuelta a peregrinar sin apenas tiempo de tomar café.
El segundo día se formó un subgrupo de peregrinos dedicados al turismo cada vez que el guía montaba actos litúrgicos. Era la alternativa a cortarse las venas.
A destacar, por si alguien que lea esto quiere visitar aquellas tierras. El mar de Galilea y su paseo en barca -a ser posible en vela-. Momento relajante, con mar en calma, sosiego y sensación de bienestar. Para repetir. Aviso: si vais en grupo os ponen la bandera nacional en el mastil de proa y el himno nacional a todo volumen en versión remix lo que provoca un delirio paranoide grupal con aplausos y vivas a la madre patria, despues de lo cual ya te están vendiendo estampitas y rosarios. No dejeis que esto ocurra porque se rompe todo el encanto inicial. Siempre os queda el plan B que consiste en tirar por la borda a la marinería.
Cafarnaún no tiene ningún interés, ni siquiera arqueológico. Se han limitado a amontonar piedras, a vallarlo y está dejado de la mano de dios. Lo único que les importa a estos franciscanos es la basílica y la misa. El monte de las bienaventuranzas tampoco tiene ningún interés. Basílica postmoderna como en todas partes y nada más. Bueno, le podeis pillar un punto. Tiene un chiringuito donde te puedes tomar un refresco y un tentenpié y además puedes orinar por cincuenta céntimos. Vale.
El rio Jordán te permite observar hasta dónde puede llegar la estupidez humana y el fanatismo cristiano. El fervor de los peregrinos hace que se metan de lleno en el rio en bañador y una túnica blanca. La versión ligth es renovar las promesas bautismales simplemente con los pies en el agua y acto seguido empezar a llenar tantas botellas como puedas para llevarte agua turbia para regalar a los creyentes que se han quedado en casa.
Para terminar el día una visita relámpago a Caná de Galilea. Otro subidón religioso que hace que algunos peregrinos incluso renueven las promesas matrimoniales a cambio de un certificado al módico precio de seis euros.
De todo lo contado se percibe montaje comercial a costa de fanatismo religioso. Salud.
martes, 30 de noviembre de 2010
El peregrino II
Lunes día 15 de Noviembre. A las 02:00 horas nos levantamos y preparativos de última hora. Maletas, neceser de aseo, no falta de nada, las quelitas, documentos de interés, etc. A las 03:00 horas recogida de dos peregrinas y dirección aeropuerto. Llegada a las 03:30. Sólo hay una puerta abierta, un segurata y nosotros ilusionados e impacientes. En la siguiente media hora van llegando los otros peregrinos hasta un total de noventa y tres. Son las 04:00 horas y tenemos un briefing a cargo del responsable del grupo. A las 05:00 horas facturamos maletas y nos dirigimos al control de seguridad. Hay dos seguratas traspuestos y a medio despertar. Son las cinco y su vuelo sale a las siete. Ya, ya, pero no queremos llegar tarde. Se miran y no se lo creen. Uno de seguridad mirando el escaner y el otro que se multiplica mirando tarjetas de embarque, contrastando con el pasaporte y vigilando el arco que no para de pitar y los peregrinos empujando para no quedarse atrás. Un caos. Hubieramos podido entrar con un tomahawk y no se habrían dado cuenta. Hay hambre. Tentenpié a precio de gasolina super extra.
Embarque. Salida puntual. Llegada a Madrid a las 08:30 horas. Lanzadera hacia la terminal internacional. Control de policía. Cinco horas de vuelo y mientras añadimos al reloj la hora que le quitamos hace quince días. Llegamos a las 17:00 hora local. Una hora esperando que una adolescente vestida de policía estampara un puto sello en el pasaporte. Era como hacer cola para ver un concierto de un mítico grupo de rock cuando no tienes entradas. Autocar. Hora y pico de viaje hasta llegar al hotel en Nazaret y mientras el guia calentando las almas a los peregrinos.
Es un resumen de cómo perder un día para convertirte en peregrino por las tierras de jesús. Salud.
Embarque. Salida puntual. Llegada a Madrid a las 08:30 horas. Lanzadera hacia la terminal internacional. Control de policía. Cinco horas de vuelo y mientras añadimos al reloj la hora que le quitamos hace quince días. Llegamos a las 17:00 hora local. Una hora esperando que una adolescente vestida de policía estampara un puto sello en el pasaporte. Era como hacer cola para ver un concierto de un mítico grupo de rock cuando no tienes entradas. Autocar. Hora y pico de viaje hasta llegar al hotel en Nazaret y mientras el guia calentando las almas a los peregrinos.
Es un resumen de cómo perder un día para convertirte en peregrino por las tierras de jesús. Salud.
jueves, 25 de noviembre de 2010
El Peregrino I
Consideraciones previas a tener en cuenta para una mejor comprensión de siguientes entradas relativas a un viaje a Tierra Santa. Se trata de conceptualizar algunos términos para que todos entendamos lo mismo. Vale pues.
Peregrino: pringado de turno al que se le pasea aborregadamente por las tierras de jesucristo. No anda. Casi corre. No tiene tiempo de ver nada ni de hacer fotografías. Pinglanillo en la oreja para escuchar las explicaciones del guía y gorra cutrilla de agencia de viajes a juego para cohesionar el grupo.
Guia: persona de perfil mameluco metida a fraile franciscano que interpreta de forma incansable histórias inverosímiles de la bíblia mientras practica la marcha atlética al frente del grupo de peregrinos.
Autocar: vehículo a motor que desplaza peregrinos de un lugar a otro y dentro del cual se aprovecha el tiempo con padrenuestros, avemarías, salves, cánticos, oraciones, plegarias y lecturas de salmos a dos bandas (párrafo para el lado derecho, párrafo para el lado izquierdo y alternando).
Hotel: Establecimiento turístico que alberga a peregrinos. Lugar donde se llega a las seis de la tarde para ducharse y demás necesidades fisiológicas. Se cena a las siete. A continuación te reunes en la cafetería para degustar un té mientras se comenta y despotrica con lo acontecido este día. Te vas a dormir a las diez porque te despertarán a las seis de la mañana y te darán de desayunar a las siete porque hay que salir a peregrinar a las ocho.
Lugar de interés turístico: dícese de cualquier piedra, roca, gruta, cueva, tumba, manantial, árbol, resto arqueológico o placa conmemorativa donde se ha construido una basílica para que el peregrino pueda asistir a la eucaristía (misa cantada)con todo lo que esto conlleva de sermones, salmos, cánticos, oraciones, meditaciones, padrenuestros, avemarías, salves, lecturas bíblicas y todo eso.
Chófer de autocar: palestino al que le han expropiado su tierra y no le han pagado. Que habla varios idiomas. Que cobra un sueldo rídículo y que para sobrevivir practica la venta ambulante como botellas de agua, bíblias, libros bíblicos varios, rosarios y cualquier cosa de interés para un buen peregrino.
Turista ateo tuneado a peregrino: persona que no se cree nada de temas religiosos, ni de los personajes que aparecen ni de las cosas que se cuentan y que supuestamente han pasado. Que para hacer turismo como dios manda se escaquea tanto como puede del guía y de sus rutas y así tiene tiempo de admirar todo lo que encuentra a su paso al margen de explicaciones surrealistas.
Con estas explicaciones queda cimentada la base de las futuras entradas relacinadas con el viaje y así poder abreviar y no tener que repetirme. Sólo mencionar alguna de las palabras claves el lector tendrá un verdadero conocimiento de lo que aconteció en este viaje. Salud.
Peregrino: pringado de turno al que se le pasea aborregadamente por las tierras de jesucristo. No anda. Casi corre. No tiene tiempo de ver nada ni de hacer fotografías. Pinglanillo en la oreja para escuchar las explicaciones del guía y gorra cutrilla de agencia de viajes a juego para cohesionar el grupo.
Guia: persona de perfil mameluco metida a fraile franciscano que interpreta de forma incansable histórias inverosímiles de la bíblia mientras practica la marcha atlética al frente del grupo de peregrinos.
Autocar: vehículo a motor que desplaza peregrinos de un lugar a otro y dentro del cual se aprovecha el tiempo con padrenuestros, avemarías, salves, cánticos, oraciones, plegarias y lecturas de salmos a dos bandas (párrafo para el lado derecho, párrafo para el lado izquierdo y alternando).
Hotel: Establecimiento turístico que alberga a peregrinos. Lugar donde se llega a las seis de la tarde para ducharse y demás necesidades fisiológicas. Se cena a las siete. A continuación te reunes en la cafetería para degustar un té mientras se comenta y despotrica con lo acontecido este día. Te vas a dormir a las diez porque te despertarán a las seis de la mañana y te darán de desayunar a las siete porque hay que salir a peregrinar a las ocho.
Lugar de interés turístico: dícese de cualquier piedra, roca, gruta, cueva, tumba, manantial, árbol, resto arqueológico o placa conmemorativa donde se ha construido una basílica para que el peregrino pueda asistir a la eucaristía (misa cantada)con todo lo que esto conlleva de sermones, salmos, cánticos, oraciones, meditaciones, padrenuestros, avemarías, salves, lecturas bíblicas y todo eso.
Chófer de autocar: palestino al que le han expropiado su tierra y no le han pagado. Que habla varios idiomas. Que cobra un sueldo rídículo y que para sobrevivir practica la venta ambulante como botellas de agua, bíblias, libros bíblicos varios, rosarios y cualquier cosa de interés para un buen peregrino.
Turista ateo tuneado a peregrino: persona que no se cree nada de temas religiosos, ni de los personajes que aparecen ni de las cosas que se cuentan y que supuestamente han pasado. Que para hacer turismo como dios manda se escaquea tanto como puede del guía y de sus rutas y así tiene tiempo de admirar todo lo que encuentra a su paso al margen de explicaciones surrealistas.
Con estas explicaciones queda cimentada la base de las futuras entradas relacinadas con el viaje y así poder abreviar y no tener que repetirme. Sólo mencionar alguna de las palabras claves el lector tendrá un verdadero conocimiento de lo que aconteció en este viaje. Salud.
viernes, 12 de noviembre de 2010
¡Vértigo!
Hoy es viernes y tengo libre. Menos mal. Tengo muchas cosas por hacer. No me da tiempo. Mañana se casa Antonia y Roberto. Boda activa porque el fotógrafo soy yo. ¿Y si no salen bien? Miedo y vértigo. Primero fotos a Roberto en su casa de Alaró. Despues fotos a Antonia en su casa de Consell. Fotos de ambos por los jardines del suegro de Roberto que es el padre de Antonia, el hermano de mi mujer y mi cuñado. Estoy liado. Carga la batería de la máquina de hacer fotos. Vale. Ya está. El objetivo que esté límpio no salgan artefactos indeseables. OK. Tengo que coger varios objetivos para tener mejores enfoques según la circunstancia. Ya está. La tarjeta de muchos gigas no sea que no baste. Tu tira que despues ya eliminaremos las que no gusten. Bueno. Entendido. Fotos de todos y de tods los ángulos. Durante la ceremonia y en el almuerzo posterior. Que no quede nadie sin fotografiar. Locura maldita.
El domingo corre Alonso y quiere proclamarse campeón del mundo. Yo tambien quiero. Habrá que verlo. Pero hay que hacer las maletas porque nos vamos de viaje a la tierra de jesucristo. Vamos de peregrinación y somos la ostia de muchos. La maleta, vale, vale. La maleta. Cómo nos olvidemos de algo la vamos a liar. A pensar pues. Despues de comer hay que hacer una siesta de aquellas de roncar. En la madrugada del Lunes -sobre las tres- hay que recoger gente para estar a las cuatro en el aeropuerto. Esto es de locos. Maletas para una semana. Carrera de Alonso y campeonato. Siesta y a salir pitando. No me imagino la cara del segurata del aeropuerto cuando vea unos 80 peregrinos a las cuatro de la madrugada embarcando maletas y pasando controles de seguridad para un vuelo que sale a las siete. Oigan, es que sólo son las cuatro. Es que no queremos llegar tarde. ¿Y qué haremos durante tres inmensas horas aparcados en un aeropuerto? Escuchándo el sermón de la montaña. Nos van a dar la últimas instrucciones. Vuelo a Madrid. Desembarca y embarca. Vuelo a Israel. Llegada y a descansar hasta el día siguiente. Mantendré informados a todos. Me llevo el libro de Saramago -que le costó la excomunión- "El evangelio según jesucristo". "Tres vidas de santos" del último premio planeta Eduardo Mendoza y para rematar al hermano Emérito de los franciscanos "Jesus me quiere" de David Safier. No se si cambiaré, pero daré el pego. Lo contaré todo cuando vuelva. Salud.
El domingo corre Alonso y quiere proclamarse campeón del mundo. Yo tambien quiero. Habrá que verlo. Pero hay que hacer las maletas porque nos vamos de viaje a la tierra de jesucristo. Vamos de peregrinación y somos la ostia de muchos. La maleta, vale, vale. La maleta. Cómo nos olvidemos de algo la vamos a liar. A pensar pues. Despues de comer hay que hacer una siesta de aquellas de roncar. En la madrugada del Lunes -sobre las tres- hay que recoger gente para estar a las cuatro en el aeropuerto. Esto es de locos. Maletas para una semana. Carrera de Alonso y campeonato. Siesta y a salir pitando. No me imagino la cara del segurata del aeropuerto cuando vea unos 80 peregrinos a las cuatro de la madrugada embarcando maletas y pasando controles de seguridad para un vuelo que sale a las siete. Oigan, es que sólo son las cuatro. Es que no queremos llegar tarde. ¿Y qué haremos durante tres inmensas horas aparcados en un aeropuerto? Escuchándo el sermón de la montaña. Nos van a dar la últimas instrucciones. Vuelo a Madrid. Desembarca y embarca. Vuelo a Israel. Llegada y a descansar hasta el día siguiente. Mantendré informados a todos. Me llevo el libro de Saramago -que le costó la excomunión- "El evangelio según jesucristo". "Tres vidas de santos" del último premio planeta Eduardo Mendoza y para rematar al hermano Emérito de los franciscanos "Jesus me quiere" de David Safier. No se si cambiaré, pero daré el pego. Lo contaré todo cuando vuelva. Salud.
viernes, 5 de noviembre de 2010
Zygmunt Bauman
Hoy tengo la necesidad de hablar de Bauman y otras cosas. Es un señor mayor porque ya ha vivido 85 años del total que piensa vivir y con todo esto no ha perdido el paso, mas bien todo lo contrario. Sigue con una lucidez envidiable y trata cualquier tema con la modernidad que le permite su experiencia vital y su biografía personal.
Según este pensador, sociólogo de profesión, humanista y comunicador las clases sociales tienen garantizado su futuro porque todos se preocupan de todos. La clase rica se preocupa de que haya clase media y pobres. Y viceversa porque todos se benefician de todos. Mientras haya ricos habrá pobres, y esto a los ricos les gusta. Mientras haya pobres habrá ricos, y a los pobres les interesa esto porque viven de ellos con poco desgaste. La clase media es la parte de la población que va rotando constantemente y se juegan empobrecer o enriquecerse según les convenga o les vaya el azar. La cuestión, según Zygmunt, es que haya clases y que éstas se mantengan entre ellas mismas. La lucha diaria de cada una de ellas se centra en no perder lo que consiguió el día anterior. Si el pobre tiene una nevera no la puede perder aunque al día siguiente sea más pobre aún. Si el de la clase media tiene un mercedez no lo puede perder aunque algún día no tenga qué llevarse a la boca.
Es complicado de leer y difícil de entender porque se dedica a las humanidades y las humanidades son así. Flexibles en el tiempo, enrrevesadas en su exposición y contradictorias -a menudo- entre los que las practicamos. Me llama la atención que con todo su bagaje cultural, su biografía y su lista interminable de escritos y premios, diga publicamente que el Principe de Asturias es el galardón que más le ilusiona porque viene de España que es la tierra de Cervantes, autor de la mejor novela sociológica que jamás se haya escrito y fundador de las humanidades por el Quijote. Este señor no sólo está lúcido sino que además es sabio. Afirma que Cervantes consiguió lo que todos los que nos dedicamos a las humanidades tratamos de hacer con éxito dispar, y esto es entender la vida y las relaciones sociales. Don Quijote luchó en vano pero luchó con convicción. No fue un conquistador sino que fue conquistado por los acontecimientos pero lo todo o lo único que podemos hacer ante la vida es tratar de entenderla.
Está bien que esto se diga en los tiempos que corren y lo diga quien lo dice. A Cervantes le deben el Nobel de muchas cosas a título póstumo. Los de Estocolmo deberían saberlo, tomar buena nota e inventarlo para siguientes ocasiones. De paso revisar los ya otorgados y darle el de literatura a Umbral y quitárselo a Cela porque es de justicia. El primero se lo merece por toda su obra y el segundo no porque su obra es mediocre y no se puede escribir un libro sobre las Alpujarras viajando en limusina conducida por una señora despanpanante de color negro y con uniforme.
A Umbral se le lee y se le reflexiona. A Cela se le lee mientras se bosteza hasta que te quedas traspuesto. Kent Follet tampoco tendrá nunca un Nobel de literatura. Follet es un simple escribidor de libros de éxito, pero no un literato. Cuenta historias bien ambientadas pero superficiales y con sentimentalismos que sólo conducen al cotilleo de programas amarillos-rosa. Lo empiezas, te engancha, lo lees en una semana entre las fase REM y no REM, el metro y el rato del bocata y que luego eres capaz de resumir sus mil páginas en una frase de dos minutos.
Si los del Nobel no se lo toman más en serio, los espacios que utilizan para dar a conocer al galardonado y la entrega de premios se parecerán a una Eurovisión venida a menos, donde la gente votará en directo mediante sms para mayor degradación del premio y del premiado. Salud.
jueves, 4 de noviembre de 2010
Entrenamiento mental
Nuestro cerebro, para mantenerse en forma, necesita desafios, exigencia, cambios. Si el cerebro no se ejercita facilita la muerte de neuronas y la pérdida de conexiones entre ellas lo que provoca la pérdida de capacidades, destreza y respuestas rápidas y eficaces en función de lo que acontece a nuestro alrededor. Dicho esto resulta evidente que de cada día será más habitual y normal hacer ejercicios de mantenimiento de nuestra mente y del cerebro para mantenerlos en forma. Tendremos que ir a una especie de gimnasio mental o a la consulta de un preparador neuronal personalizado para fomentar aquellos estímulos necesarios que permitan mantener nuestra mente sana y en forma durante el mayor tiempo posible de nuestra vida. Durante los próximos años será tan importante mantener nuestra salud mental como la física, la dieta o nuestras relaciones sociales.
La memoria y los procesos cognitivos deberán ser eficaces en función del estímulo recibido y en función de cómo sea procesado. La calidad de nuestro pensamiento y la efectividad de nuestra conducta nos determinarán como seres humanos más o menos inteligentes y civilizados. Sobre el cerebro se puede actuar de forma física -intervención quirúrgica-, de forma química -mediantes medicamentos-, y a partir de ahora, de forma distinta; a saber, a base de tonificación neuronal que provocará un aumento natural de sustancias químicas que proporcionarán más interconexiones entre neuronas y partes de nuestro cerebro. No se trata de tener muchas, sino sanas y bien interconectadas para un mejor proceso de la información. Los fármacos no son específicos (actúan sobre todo el cerebro). El entrenamiento cerebral puede actuar selectivamente sobre aquellas áreas que más lo necesiten -como la memoria-.
La vida cambia mucho y rápido y el ser humano tiene que adaptarse para sobrevivir pero sin la complicidad del cerebro esto no es posible. La mente humana ha desarrollado rutinas potentes para no tener que pensar. Todo llega a hacerse automáticamente. Con mucha rapidez y eficacia e incluso con menos desgaste y de forma más rentable. Por esto nos aferramos a la rutina. Cuando el cerebro recibe información nueva tiene que procesarla y pensar. La rutina no nos sirve. Esto obliga al cerebro a abrir nuevas conexiones entre neuronas. Pensar -por tanto- genera ansiedad. Todos los entrenadores mentales que podemos encontrar en el mercado -generalmente- no suelen servir. Consolas, jeroglíficos, sudokus, crucigramas, etc. no se han demostrado eficaces. Si salen, bien. Si no salen, fuera. A otra cosa. No pasa nada. Si son fáciles aburren. Si son difíciles generan desasosiego y ensiedad. Nos incomodan y los dejamos. Además, nos aislan.
El desafio mental o cerebral para la puesta a punto de nuestra memoria, de nuestros procesos cognitivos y de nuestra conducta final están en la mejora de la vida social. Lectura. Nada de estar solos. Vida social. Hablar. Comprometerse con otras personas para hacer cosas. Intercambiar opiniones. Contertuliar. Esto abarca todas las habilidades cognitivas y esto es bueno para nuestra salud mental. Si quieres aumentar la memoria tienes que relacionarte y poner atención. Para ello no puedes distraerte y entrenas los órganos sensitivos para una mejor percepción y almacenamiento de la información. Todo junto es complicado al principìo pero a medida que vas haciendo camino la autoestima sube y tienes la necesidad de seguir.
Abreviando. Hay que socializarse más. Relacionarse con otros. Hablar con otras personas y de muchos temas distintos. Leer y escribir. Esto explica la importancia de las redes sociales y de su éxito. Este es el mejor entrenamiento mental y neuronal descubierto hasta ahora. Llegar a esta conclusión en pleno siglo XXI ya supone un grán atraso. Salud.
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