Hay días en los que uno lee noticias de estas que provocan perplejidad, incredulidad y cualquier cosa que termine en dad y que signifique tontería.
No consigo un diagnóstico claro de la situación actual de la sra. Moll. La que fuera consellera de educación y política lingüística con Pujol en la Catalonia de los desvarios y las gilipolleces justas como se dice ahora. No se si es una patología médica, una malformación democrática, una ocurrencia de fín de semana, una anomalía social, un desliz de quien hubiera querido pero no fue, una metástasis de una mala idea, etc. Lo más probable es que se trate de una desecación encefálica a propósito de la edad o ganas de tocarle a uno las pelotas, simplemente. Fuera lo que fuere y entendiendo que se trata de algo no filiado ni tipificado o simplemente desconocido para mí, la sra. Moll escupe con elegancia aquello de que los mallorquines nos dejamos avasallar por el castellano y que algunas personas se comportan como talibanes de la lengua -refiriendose al catalán-.
Esto, a estas alturas, y con los años que soporta su cuerpo no hace sino deslucir su biografía profesional. Su curriculum. A partir de ahora, premios los justos, a saber; el que te dan a título póstumo y punto. Esto es una ocurrencia desenfocada que te viene a la mente con el esfuerzo que supone el querer defecar cuando vas restreñido y la sangre se te acumula en un cerebro en estado de descomposición.
Un servidor escribe todo y de forma seria en la lengua de Cervantes y no me considero un terrorista lingüistico. Entre amigos y familiares, que ya me conocen, me permito la licencia de hablar el mallorquín -que no el catalán-. Incluso me puedo permitir el lujo de no entrar al trapo en discusiones de este tipo porque el tema está acabado y me importan un pito las opiniones de los demás. Despues de lo mencionado, y más que había en la entrevista, ya sabemos que la sra. Moll no será un mito ni un referente en cuestiones de lenguaje. Tengo la tranquilidad de que no se podrá codear nunca con académicos, pensadores, literatos y demás gente inteligente. A lo sumo se podrá hacer fotos con los políticos de turno que andan buscando votos a la desesperada. Pues bien. El sr. Antich ha montado un decreto a lo Montilla sobre el uso del catalán en Mallorca. Incluso obliga a decir misa en esta lengua. Apunta alto el sr. Antich y no calcula las distancias. Ya sabemos lo que le ha pasado a Montilla a propósito de una normativa parecida. El sabrá.
Los conceptos deliberados que la sra. Moll y el sr. Antich defienden de forma apasionada denotan una actitud ansiosa propia de un militar que siente que está perdiendo la batalla. Nos lo están imponiendo a todos los niveles incluso so pena de no trabajar en la función pública lo que ha provocado la picaresca de falsificar títulos y niveles. La realidad es bien distinta. Las academias están abarrotadas de alumnos que estudian Inglés y Alemán y muchos salen al extranjero para perfeccionar y poder encontrar un trabajo en la industria del turismo que es la que genera empleo. Ya me contareis cuanta gente emigra a la Catalonia para perfeccionar su nivel B o C de catalán.
Es preciso reprocharle lo que dice, cómo lo dice y la terminología que utiliza. Ahora ya me he despachado a gusto y a gusto me he quedado. Tendrá que seguir con ese desgarramiento emocional ante esta situación dolorosa de acorde con su linea de pensamiento. Emigró y se subordinó a Pujol porque se sabía perdedora en su tierra natal. Hizo bien y estaría mejor que volviera a emigrar. En todo caso, si decide quedarse es libre de decir lo que piensa y yo de reprocharle lo que dice que piensa, al igual que otros adictos a esto a reirle las gracias para conseguir votos -que no el mio-. Salud.