jueves, 19 de enero de 2012

Conversaciones

Mañana primaveral. Temperatura ambiente de lo más agradable y sensación térmica al gusto. Compañía inmejorable. Lugar de inspiración natural que ya es un clásico en este blog: Es Comerç.
Yo tomaré un café, Don Miguel. ¿Y no sería mejor que entre palabra y palabra le diéramos un tiento a un buen vino de la tierra que nos ayude a soltar la lengua? Mejoraríamos la crítica, la sintaxis, el vocabulario y nos ahorraríamos la autocensura. Es que a estas horas se acostumbra un café. Pero sea.
Una persona con inteligencia y con una pluma afilada y crítica deberá saber resumir esta conversación en lo que dura una entrada. ¿Sabreis? Se hará lo que se pueda aunque no soy yo de resumir sino de extenderme. La quietud de vuestro espíritu, a buen seguro, nos colmará de ocurrencias fecundas.
Hundió los dedos en su barba y deslizó ¿cómo es posible que una persona buscavidas, sin pedigrí ni recursos y con poca fama hasta su boda se convierta en yernísimo? Precisamente por la boda. Ved Don Miguel que es un depredador que caza por hábito y no por hambre que comida no le falta. Es persona de acumular bienes. No por necesidad sino por codicia y eso es malo y al final la desvergüenza se paga de una u otra manera. Después de la boda y ya convertido en yernísimo vinieron la gloria y la fama que le envenenaron el entendimiento hasta hundirlo del todo y verse acusado de desmanes cometidos con dineros que no eran suyos sino de todos. Actuaciones de dudosa rectitud, en definitiva. Dádivas excesivas corrompen a cualquiera. Es antojadizo y en tiempos de privanza no se puede andar con ternezas con la esposa. 
Pues si que han tardado en advertir de sus errores, dijo en tono casi de confidencia. Me parece hasta divertido. Esta es mi España. No han cambiado tanto las cosas ni las personas. No. Pues ahora no estará en condiciones de elegir nada. Ni trabajo, ni emulentos, ni lugar de residencia, ni actividades diversas. Efectimavente no. Ahora su preocupación es encontrar un camino para salir lo más airoso posible de este entuerto y con el mínimo de cicatrices. Ya lleva estocadas acumuladas que le han puesto el pelo canoso. Si. Las cicatrices más importantes las lleva su suegro en el corazón y en el alma. Es un hideputa que no tiene el arte de la letra, la sabiduría del dominio de las lenguas, está privado del manejo del ingenio y carece de la soltura de la conversación. ¡Qué palabras habláis! Siempre os he tenido por discreto y prudente en todas vuestras acciones. Es el vino Don Miguel, que a estas horas uno acostumbra un café a un vaso de vino por muy bueno que éste sea. Pero además de hideputa es hidalgo y duque, que una cosa no riñe con la otra.
Se le ha ido la mano en demasías e insolencias y ahora la justicia tendrá que actuar que, aunque tarde, llega. Lo de la justicia no es falta de habilidad sino pereza y desmotivación en hacer las cosas bien. La gente mira mucho ¿será por el café ese del que habláis y que un día me explicareis? Vuestra merced y yo nos hacemos mayores porque empezamos a aparentar la edad que tenemos. Eso mira la gente. En fin, digo que me parece bien y no digo más porque está todo dicho. Salud.

lunes, 16 de enero de 2012

Magia

El maestro es un señor muy instruido. Pausado y colmado de paciencia. Se explica como un libro abierto y esto gusta a sus alumnos. Son muchos años. Guardan silencio cuando el maestro habla porque es un compendio de sabiduría y buen hacer. Coloca una cubeta transparente con veinticinco litros de agua cristalina. Fijaos. A esta agua le pondremos el nombre de educación y deportes a partes iguales. Cojo una gota de tinta negra, a la que llamaremos cultura, y la voy a verter en el agua. Removemos bien. ¿Qué veis ahora? Los aplicados alumnos contestan a una. El agua sigue igual de cristalina. Muy bien, anota el maestro. Hemos conseguido diluir la cultura entre la educación y el deporte de tal forma que no se ve. La cultura ha desaparecido. Esta es la magia del partido azul. Los niños no dan crédito en esta clase de química, magia y realidad.
El maestro retira el truco anterior y coloca otra cubeta con igual cantidad de agua cristalina. Repetiremos el experimento pero cambiaremos los nombres. Ahora, al agua, la llamaremos economía y a la gota de tinta negra le pondremos el nombre de ciencia. Removemos bien y, ¿alguien es capaz de distinguir la ciencia? Por supuesto que no. Ha quedado diluida en la economía y también ha desaparecido como la cultura. En teoría están porque todos habéis visto cómo las ponía. Pero también todos habéis visto cómo la cultura y la ciencia han desaparecido. Los alumnos están consternados. El maestro es un experto provocador y ha causado el impacto que deseaba.
El señor del partido azul que ahora manda ha hecho desaparecer la ciencia y la cultura y con ello la investigación, el desarrollo y la innovación. Los niños están en estado de shock y no salen de su asombro. El maestro pregunta ¿ha sido inteligente? ¡NO! La respuesta es unánime. Ustedes y su generación, cuando sean mayores, carecerán de cultura, no dominarán la ciencia, no sabrán investigar y su desarrollo será anómalo y lento.
La cara de los niños refleja preocupación por lo que han visto y por el futuro incierto que les espera. El maestro, que es un señor muy instruido, asevera; no se puede gobernar con trucos de magia, ni repartiendo carteras a "pito, pito, colorito...te ha tocado", ni asignar responsabilidades a "cara o cruz...te ha tocado". Nosotros vamos a verle el lado bueno de la cuestión. A partir de la semana que viene haremos dos horas más de clase por nuestra cuenta. Una de ciencia y una de cultura. Después de cada clase pondremos una gota de tinta negra en el agua. Cuando termine el curso el agua ya no será cristalina. Será negra. Salud.

viernes, 13 de enero de 2012

Azul

No estamos en primavera -o por lo menos El Corte Inglés no lo ha dicho- pero España es azul. El jefe, solitario y desencantado deambula por aquí y por allí en busca de situaciones que le saquen de la rutina. Es un anti héroe y un epílogo de su vida y de su historia. Nostálgico de la libertad que ha perdido y asfixiado por las ataduras del cargo que intenta desempeñar pero, hay lo que hay y no da para nada más. Instruido y forjado en la falta de responsabilidad fue alumno aventajado. No tiene dificultad para conducir a los suyos porque les colma sus aspiraciones y les da de comer. Es dependiente de sus asesores y de los nostálgicos -si se aplica la ley de dependencia le tocará un pico-. Su sombra no es alargada y no marca barba. Es pequeña, tiene melena y marca un buen par de tetas.
Destreza, la justa. Para mear y no echar gota. Llega, vota, gana por goleada y se marcha. No le debe nada a nadie y ha perdido la capacidad de dialogar y consensuar. Es un retrato teórico. No hace falta. La maquinaria funciona sola -hasta que no queden funcionarios-. En casos importantes incluso su sombra puede tomar decisiones. Pero sarna con gusto no pica. Es antecesor de todo. Forma parte del homo simple y erectus con dificultad. Está en busca de todas las actualizaciones pero sale "error" porque su ideología es incompatible.
En su mente le ronda la historia que escribe con esmero en su diario y que será asignatura de tercero de bachillerato de escuela privada porque la pública habrá desaparecido. Ahora toca encontrarse a sí mismo y reinventarse pero no encuentra un servidor adecuado. Es así y gusta a una gran mayoría. Pues nada. Es el experto mecánico de lo que sea y al que siempre le sobran piezas. Es simple y por tanto predecible. Pues aquí estamos y esperemos que no sea grave y si lo es que se pueda curar con una tirita y una aspirina porque la sanidad pública -la de calidad- habrá desaparecido. Ha dicho que tomará decisiones importantes y la primera que ha tomado ha sido tomarse en serio que tiene que tomar decisiones importantes. Si tienen que ser importantes tendrán que ver con el bolsillo. Pero no lo ha dicho porque, aunque lo tenía escrito, no entiende su letra. Las fiestas importantes se pasarán a lunes. No sabemos cuales son. Las de la iglesia son importantes y no se tocan. No pega un viernes santo en lunes.
Si alguien pensaba que las cosas iban a cambiar pues estaba en lo cierto, pero para peor. Quién habló de recortes. Ilusos. No sólo no ha recortado sino que ha aumentado. El IBI. el IRPF, las horas a trabajar, el IVA, la gasolina, los impuestos, un uno por cien a los pensionistas cuando el IPC está en el dos y medio. Que bien. España es azul en pleno invierno. Salud.

lunes, 9 de enero de 2012

Docencia vs. Decencia

Saben nuestros políticos que una gran mayoría de nuestra población está condenada a estudiar en la escuela pública. Esta es una de las esencias del estado del bienestar y uno de sus pilares. Esto es bueno y, para los políticos, también es bueno pero en otro sentido. La idea es tener pocos centros públicos, masificarlos y tenerlos mal dotados de tal manera que se produzca una merma en la calidad en su más amplio sentido. Siendo esto así -no hay sitio para todos- tenemos que concertar centros educativos y a ser posible que estén gobernados por el clero que tienen fama de mano dura y de excelencia en contenidos y en profesionales. Normal si pensamos que en educación se han recortado seiscientos millones de euros y al clero cero euros. Es importante que el alumnado que "voluntariamente" quiera acudir a un centro concertado para evadir la masificación tendrá que abonar cierta cantidad de dinero porque el estado no puede asumir tanto gasto. Con esto se aseguran que sean menos los que opten por esta modalidad de estudio y dan cabida a la clase media bien acomodada. Los mas o menos pudientes ven bien este sistema y de paso estudian religión en lugar de ciudadanía y no se tienen que codear con tanto inmigrante no se les vaya a pegar su incultural cultura a nuestros hijos.
Nuestros políticos, que a su vez son la clase dirigente y que casualmente tienen hijos en edad escolar y que, mira por donde, son los responsables de decidir en qué centro se invierte el dinero público, cuanta cantidad se invierte y para qué se invierte, han hecho cuentas para repartir lo más equitativamente posible el poco dinero que queda para gastar en educación. La cosa es sencilla y se deduce sin apenas estudios. Se han hecho una pregunta fácil de contestar. ¿Dónde queremos que estudien nuestros hijos? Respuesta. En un centro privado, de élite, con alumnos afines y lejos del mundanal ruido de las clases medias y bajas. ¿Tienen nuestros hijos el derecho de disfrutar de una enseñanza gratuita? Por supuesto. Es un derecho constitucional. Entonces, como en las escuelas públicas no caben todos, vamos a concertar algunas para las clases medias y, como siguen sin caber, dejaremos que existan escuelas privadas que valen un pastón. Pero como nuestros hijos tienen derecho a la gratuidad de la enseñanza las vamos a subvencionar para que estén en igualdad de condiciones puesto que la constitución nos ampara. Así es y todos contentos.
Tiene usted derecho a solicitar plaza en el centro que quiera y nosotros tenemos el derecho de concederlo o no y el deber de colocar a todos los alumnos en algún centro. Y así andan unos padres y unos profesores cabreados y otros tan contentos y los que están molestos han decidido pisar la calle con camiseta verde, silbato en la boca y pancarta en la mano. Esta bien pero se me antoja cutrillo. Pretérito. Un andar contra corriente. A mi me gustaría ver a los papas de los niños bien -hijos de la clase dirigente- cabreados porque los docentes de la concertada y de la pública -los puteados- han decidido aparcar el silbato y la pancarta y esmerarse en una enseñanza de mucha mayor calidad que la que se imparte en la privada. Ser un revulsivo. Con unos alumnos muy motivados pese a la adversidad. Que se genere un desconcierto entre la clase pudiente. Que lleguen a la certeza de que los alumnos de la pública y de la concertada salen muchísimo mejor preparados. ¡Por ahí! ¡Por ahí! Salud. 



miércoles, 4 de enero de 2012

Sentencia

El otro día he conocido una de las sentencias judiciales más esperadas de los últimos tiempos. No era para menos porque el imputado era el mismísimo rey Baltasar. Casi nada. Todo empezó hace casi un año cuando el mencionado rey, sentado en el trono real y en el transcurso de una cabalgata, tiraba caramelos a un público mayoritariamente infantil que le vitoreaba. Uno de los caramelos fue a impactar en toda la cara de un papa que también gritaba entusiasmado. Al papá no le sentó nada bien el caramelazo que, ni corto ni perezoso, fue a comisaría a denunciar la agresión. Un año ha tardado el juez que lo admitió a trámite en salir de su asombro y dictar sentencia después de un largo proceso y un meditado periodo de instrucción.
La sentencia es clara, o no. El rey Baltasar está libre de toda culpa y el demandante deberá pagar las costas e indemnizar a su majestad. El razonamiento de la sentencia judicial y sus fundamentos no tienen desperdicio. Argumenta su señoría que la legislación vigente no le permite instruir una causa contra un rey y que además, siendo éste negro, podría interpretarse como un acto racista y él no lo es. El rey es de un país extranjero ubicado en oriente y sin especificar por lo que no tiene una dirección clara para poderlo citar y, aunque la tuviera, no podría hacerlo de forma ordinaria sino extraordinaria a través de un tribunal penal internacional siempre que el rey no tenga inmunidad como jefe de estado.
Sigue el juez en su auto que el rey Baltasar, por motivos de seguridad, no podía apearse de su carroza y acercarse a un público al borde de la histeria colectiva ya que pondría poner en peligro su integridad física. No tenía otra que tirar los caramelos desde el trono. Siendo esto así siempre cabe la posibilidad de que alguno impactara contra alguien -que es lo que ocurrió- y que el demandante debería de saberlo. Si no quería exponerse, no haber ido. Exhorta el juez a las autoridades que, desde ahora, regulen este tipo de eventos para tener un mayor control de los nombres, dirección en España y en su país de origen por si procediera algún tipo de actuación penal. Hay que joderse la que lió su majestad el rey Baltasar. El juez ha manifestado que es una de las sentencias más difíciles y meditadas de su trayectoria profesional. En una anotación al margen el juez declara no tener la seguridad de que el rey fuera el auténtico o un doble o un impostor porque no ha tenido medios de investigarlo y no le consta que en oriente exista una monarquía cuyo rey sea negro y se llame Baltasar.
Queda dicho y sentenciado. Con la realeza no se juega. La justicia no es igual para todos. Basta de pedir regalos a monarcas extranjeros y quien quiera caramelos que los compre. Queda por saber si el demandante estará en condiciones anímicas de llevar a su hijo a ver la cabalgata este año y si el demandado será capaz de volver este año a lo mismo. El primer supuesto no me preocupa. El segundo sí porque puedo quedarme sin regalo. Salud.

lunes, 2 de enero de 2012

Quijano

Estrenamos dos mil doce con Quijano, seguramente el loco más cuerdo que la literatura nos ha dado. Personaje de fatalidades. Quien recibiera más ostias de las que puedan repartirse en un show de Rouco en una diada familiar. Un loco inteligente, estudioso, razonador, con valentía moral y honradez intelectual a la vez que el más incomprendido a primera vista. Un personaje, por tanto, que vive en completa libertad y sencillez. Auténtico en su fortaleza de ánimo y en su pensamiento. Se batió en mil historias y contra mil adversarios precisamente para poder mantener esta libertad. Su lema fue ayudar al más necesitado. No fue educado para conseguir el mejor empleo con una renta importante y disfrutar de una economía próspera. Fue educado en el buen comportamiento en la vida. Inspirado en los viejos modelos de los caballeros que cuidaban las cualidades personales esenciales, la ilustración y con capacidad para pronunciar argumentos críticos que mejoran la vida en sociedad.
Quijano nos demuestra una personalidad flexible y una condición humana rica en la órbita de las humanidades y la sociología donde queda demostrada su valía intelectual ante situaciones complicadas pero fundamentales que acontecen y de las que sale físicamente mal parado. Sus andanzas no siempre son técnicamente excelentes pero tienen sentido, compromiso ético y responsabilidad social. Fue educado en base a la adquisición de habilidades y capacidades de servicio hacia los demás. Justo lo que echo de menos en las enseñanzas actuales.
La lectura de Quijano resulta gratificante y sus historias consiguen atraparte siempre que tengas la capacidad de ir un paso más allá de la anécdota contada. Su lectura debería ser obligatoria y comentada en las aulas -siempre con una buena tutela del maestro- para descubrir al Quijano sociólogo, antropólogo social y humanista. Consigue promover la justicia social porque presenta los actos cotidianos de las gentes en clave de fábula moral. De carácter difícil y ambicioso, Quijano no defrauda. Tropieza y se levanta una y otra vez. No desfallece. Ser caballero implica entrega hacia los demás. Hoy hay Quijanos sueltos por el mundo que sólo aparecen en las noticias cuando son secuestrados por algún grupo terrorista que busca el dinero fácil y pretende hacer el mal, por hacer algo. No conocen a Quijano porque no lo han leído.
Su lectura se me antoja imprescindible para forjar el carácter de nuestros jóvenes y no tanto. Debería ser una asignatura en sí misma. Una educación basada en el razonamiento de las cosas y en la reflexión de nuestros actos. Descubrir los buenos sentimientos que cada uno de nosotros lleva grabados en el ADN y aprender las aptitudes necesarias para su puesta en práctica. Pienso en un resultado insólito y muy particular donde las personas mostrarían un progreso hacia sensibilidades sociales. Es un planteamiento razonable que lleva trabajo y obliga a un esfuerzo por parte de todos. Los que deciden el proyecto curricular de los estudios, los profesores y maestros que enseñan y el esfuerzo personal de cada alumno.
Quijano es el personaje de un bien literario inmaterial. Hace falta que su lectura se convierta en un bien personal con proyección hacia los demás. El libro está lleno de ejemplos pero hay que tutelar la lectura para poder ver más allá de la historia mas o menos divertida. El trasfondo humanista es lo que importa. En la clase gobernante actual no hay Quijanos. Sólo cobardes. ¿Y de qué me sirve a mi dar dos o tres horas más de clase a la semana si sigo teniendo cuarenta o más alumnos y no me dejan hablar de Quijano? Salud. 

viernes, 30 de diciembre de 2011

Oportuno

Hace algún tiempo que un grupo de personas cometieron, presuntamente, ciertas irregularidades que están tipificadas como delito en el código penal. Como quiera que la labor de un buen abogado defensor es demostrar que tales irregularidades no existieron o no eran imputables a sus clientes por diversas razones, el juez instructor de la causa, a sabiendas de que le iban a endosar razonamientos absurdos e increíbles y a sembrar dudas razonables sobre los hechos que se enjuiciaban a los imputados, tomo la decisión de autorizar la grabación de las conversaciones entre los presuntos delincuentes y sus abogados para conocer exactamente toda la verdad sobre lo ocurrido. Hacer esto es de inteligentes y al conocer la verdad más absoluta no te puedes equivocar en la sentencia que vas a dictar al final.
No se sabe muy bien porqué, ni desde cuando, ni quién lo inventó pero la cuestión es que poner micrófonos para escuchar lo que hablan entre sí los letrados y sus clientes -que es toda la verdad- no siempre se interpreta que está permitido y el hecho de autorizarlo implica prevaricación por parte del juez. Así ha ocurrido y al juez lo han apartado de su carrera profesional y los presuntos delincuentes -que después de escuchar las cintas se convirtieron en delincuentes confesos- están en la calle libres de toda culpa por una presunta irregularidad en la consecución de las pruebas. Yo personalmente no entiendo nada y lo peor es que nadie, medianamente inteligente, lo ha cambiado. Así nos va. Los buenos en el paro y los malos en la calle y forrados de papeles de quinientos euros.
Hay otro caso que todavía es peor. Me resulta repugnante. Un señor va un día a confesarse y le cuenta al sacerdote que ha matado a cierta persona. Es secreto de confesión. La policía detiene a un presunto culpable del asesinato y en un juicio posterior es condenado a pena de muerte por un jurado popular. Al cabo de algunos años la sentencia se ejecuta y el reo muere atado a una camilla y con público.
Después de que pasaran algunos años de esto último, el asesino verdadero que confesó su culpa amparándose en el secreto de confesión, murió por causas naturales. El sacerdote depositario del secreto de confesión quedó liberado de seguir guardando silencio y acudió a los tribunales para contar la verdad. No lo había hecho antes porque no podía. El secreto de confesión es sagrado. Para mí que el sacerdote era cómplice de dos asesinatos. Uno por dejar que mataran a un inocente y otro por no contar la verdad sobre el verdadero asesino. Manifestó no tener remordimientos por haber cumplido con la ley de Dios. La cínica verdad es que por esa tontería habían dado muerte a un inocente en la cárcel mientras que el verdadero culpable estaba libre.
Aquí tampoco paso nada. Nadie ha cambiado esa absurda norma del secreto de confesión y la noticia pasó sin pena ni gloria. Pero yo tengo buena memoria y estoy aquí para recordarlo. Si alguien entiende algo que levante la mano. Yo sigo con los pelos de punta. Salud.

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Inocentes

Ser intelectual o ser artista, a día de hoy, es fácil. Te autodefines como tal y te comportas de forma extravagante. No tiene truco y es sencillo. Si alguien te cuestiona le miras por encima del hombro, le preguntas quién es y le espetas que no tiene ni pijotera idea de lo que está hablando. Le pisoteas su autoestima, lo deslegitimas de todo lo que diga o haga y a otra cosa. Un artista puede con esto y más.
Hay un fenómeno que responde al nombre de Francesco y que se define un artista polivalente. Expone algo así como unos cuadros en N.Y. porque afirma que es un lugar muy estimulante con gente muy espontánea y en una galería muy creativa. El galerista está encantado porque su centro artístico-cultural siempre está lleno. Francesco interesa como persona y como intelectual de la pintura. Una encuesta hecha a pie de calle por unos becarios revela que el ochenta por cien de los que entran en la galería no entienden o no les gusta la pintura que ven pero, con la temperatura de la calle inferior a cero grados, les da por entrar, tomar un café de gratis, pasear un rato con la vista perdida, entrar en calor y seguir camino. Estos también son intelectuales de la vida y además muy listos.
El tal Francesco es más artista cuando utiliza las cuerdas vocales que cuando utiliza los pinceles. Ha manifestado, sin despeinarse, que cuando quiere inspirarse se pierde en la naturaleza y le susurra al viento o canta ópera. Así cualquiera. Vistos sus cuadros se debe referir a naturalezas muertas o en estado de agonía. Tiene la habilidad de parecer estético y patético al mismo tiempo en cuanto abre la boca. "Todo cambia pero todo es igual. Nosotros los humanos cambiamos por fuera y por dentro -con la renovación celular- pero en el fondo seguimos siendo los mismos". Afirma que la belleza es frágil y que la plasma en los lienzos antes de que se rompa del todo. Agradecidos Don Francesco. "Aunque mi cuerpo está en la tierra mi  mente está en el cielo porque soy como Dios. Yo también se crear". Quiero un cuadro de Don Francesco. Tiene previsto viajar a la India para enriquecer su espíritu y mejorar los garabatos que expone sobre lienzos en la galería de N.Y. Esto lo hace más sabio, intelectual y artista. Yo, desde mi humilde opinión, le aconsejo una visita a un logopeda que le enseñe a callar. La humanidad se lo agradecerá.
Viene de familia bien. Esto es importante porque no tiene que preocuparse de las ventas. El colofón o la estética de lo absurdo llega en el momento en que explica cómo pinta. Está reunido con un grupo de periodistas y críticos de arte y anuncia que pintó una tela de dieciocho metros de largo por tres de alto en una nave industrial que posee en su Nápoles natal. Luego la estuvo troceando con distintas medidas y formas y el resultado es sorprendente y salta a la vista de quién quiera admirarla. Amenaza que cuando regrese de la India nos sorprenderá aún más con su nueva creación. Le damos por bueno que es Dios y que se dedica a crear, pero el verdadero artista es el resignado espectador que agudiza el ingenio y la imaginación y que es capaz de mirar toda la exposición sin vomitar. Siempre nos queda el consuelo de la libertad de ver su obra o no verla y de que mientras hace esto no hace cosas peores -si es que las hay-. Salud.

jueves, 22 de diciembre de 2011

Navidad 2011

A los que leéis este blog con asiduidad no necesitaréis de las destrezas habituales ni el suficiente entrenamiento en habilidades sociales para entender esta entrada.
Es mi felicitación navideña basada en el principio humanista del Quijote. Cada cual estará situado en la sociedad no por nobleza heredada sino por su valía personal y sus obras. Éstas que se convierten en el mérito de cada uno para ocupar un puesto entre los demás. La verdadera dignidad humana no depende del puesto jerárquico que cada uno ocupa, ni de la fama, ni de los reconocimientos, ni de los dineros. La dignidad humana es una cualidad interna de la persona que se manifiesta al exterior a la consideración de todos.
Don Quijote marca el patrón igualador y el principio organizador de la sociedad. No importa ser noble o plebeyo, rico o pobre, famoso o anónimo. Importa la virtud, las obras, las cualidades internas y las habilidades personales. Ser virtuoso, diligente y emprendedor a la holganza estéril. El mensaje de esta navidad está claro. La persona procura su porvenir por los méritos. Esperar a que estos vengan es provocar y desquiciar la armonía social.
Con este principio Quijotesco. Desde mi pluma, y como cada año, quiero dejar plasmado mi deseo de que paséis una "Feliz Navidad". Adoptad la postura de hacer el bien a todos y el mal a casi ninguno. Con todo esto, incluso podréis prescindir de la complejidad de la vida. Pensad en deshacer agravios, tuertos que enderezar, sinrazones que enmendar, abusos que parar y deudas morales que satisfacer.
"Vístanme como quisieren; que de cualquier manera que vaya vestido, seré yo mismo". Pues, sin duda vale porque es verdad. Salud.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

El escalón

Un año más. Se impone subir un escalón en la calidad de las estrategias de este blog. A estas alturas ya se ha convertido en una responsabilidad sociológica. Esto no es una novela. Es historia. Es una reflexión casi diaria de lo que pasa. Nos movemos dentro del círculo de las humanidades. Es cultura, en definitiva. Nos debemos a la gente. Aunque la palabra es singular tiene connotaciones plurales.
Aquí se analizan las cosas y nadie es sospechoso de nada -a priori-. La verdad por delante. Somos demócratas, de izquierdas y libres de ataduras religiosas. Si esto es ser rojillo, pues también. No le tememos a nada -bueno, a Sito de Joferma un poco aunque últimamente está desaparecido-. Una especie de Quijote que acecha en el camino. Algo parecido a un Robin Hood para repartir elogios y broncas a partes iguales y a quién se lo merezca. Una sirena de ambulancia que pide paso. Aclarado queda pues.
Por cierto, el otro día estaba yo en una sala de espera de estas de cosas de médicos. Es una pasada. La gente no apaga el móvil y aprovecha para socializarse hablando en voz alta para deleite de algunos y bochorno de otros que escuchamos. He llegado a la conclusión de que los móviles son sordos porque la gente les grita cuando habla... "Me han dicho que la herida ha llegado hasta el hueso. No lo ha tocado, pero casi. Me han cosido las tres capas que tiene el cuerpo humano. He tenido suerte porque no se ha cortado el músculo ni los tendones ni el nervio. Sólo las tres capas. He dicho que no quería la baja. No están las cosas..." Yo que presumía de saber anatomía y mis carencias han quedado al descubierto. ¡Joder con el autónomo! He decidido no volver a pisar salas de espera de cosas de médicos porque mi autoestima ya no aguanta.
Otra señora también le grita a su móvil -ya he dicho que creo que son sordos-. "Me duelen las cervicales. Tenía consulta con el médico a las doce y me he pasado la noche en vela por miedo a quedarme dormida y no llegar a la hora. La falta de sueño me ha provocado dolor de cabeza y ahora me ha bajado a las cervicales. Tengo que hacerme con un despertador. No. El despertador del móvil no se ponerlo..." La señora en cuestión maneja un iPhone de última generación, por cierto ¿Cómo podrá ser que tenga miedo a quedarse dormida? La cita la tiene a las doce del mediodía. ¿A que hora se levanta la gente?
Estas tonteces me producen fatiga mental y las escribo para compartirlas, que se difuminen y poder relajarme un poco. Estar en una consulta médica y escuchar a la gente que espera es casi tan bueno y entretenido como viajar en el metro de Madrid. Se funde el sadismo de unos con el masoquismo de otros. Es como coger un virus en la cabeza que te ataca a todo el cuerpo y te produce alucinaciones y pesadillas al mismo tiempo. Por si esto fuera poco se escucha de fondo el discurso de investidura de Rajoy para hacer compañía. Gracias por vuestra comprensión ante este tipo de situaciones tan fuertes. Pedid hora al médico. Presentaros con una hora o más de antelación y...¡a disfrutar! Después de esto, si alguien se atreve, que me lleve la contraria. Salud.