El paisaje de mi municipio ha cambiado. Las elecciones han llegado. Exacto. Ahora convivo entre un mosaico de fotos que me miran, me intimidan y me restan privacidad. Incluso me molesta. Cada foto va acompañada de un eslogan. Yo no necesito un eslogan. Quiero leer un proyecto. Pero no los hay. No se ven. Tanta foto sin proyecto me provoca un lloriqueo alérgico en los ojos como si de una epidemia desesperante se tratara.
Soy una persona comprometida con la verdad, la libertad, la convivencia y el diálogo para hacer pueblo, comunidad, patria. El eslogan o frase corta que resume mi pensamiento en estos momentos es "metocalaspelotasquememientan". He visto varias veces y en distintas ubicaciones un cartel inmenso con la foto de una adolescente que pide el voto para ella y su partido. Tenía entendido que para presentarse a esas cosas había que haber cumplido la mayoría de edad legal. No me encaja, por tanto, que lo haga una adolescente en un cartel petitorio de los más grandes y cuya foto parece sacada de un archivo pedófilo más que de una candidata. Me pongo en contacto con la junta electoral correspondiente para pedir explicaciones y me contestan, para mi sorpresa, que la tal adolescente se llama María Salom Coll. Que es mayor de edad ya que en Septiembre cumplirá sus cuarenta y cuatro años. Tiene carrera y ha pisado juzgados. Fue imputada y declarada culpable en el caso "tunel de Soller". Manda huevos. Lo que son las cosas y lo que aparentan. Parece ser que ciertos niñatos enfermos de informática y photoshoperos avanzados no tienen mesura a la hora de hacer su trabajo y se les ha ido la mano unas décadas. Vale. Estamos de acuerdo. Pero que ellos no tengan sentido común no significa que la implicada tampoco lo tenga. O sí. El propio partido político tendría que tener el sentido de la responsabilidad más acentuado.
Esta es la primera mentira. Empiezan mintiendo con su apariencia. Es la punta del iceberg. Lo que se ve. Debajo está el grueso de la mentira. Todo aquello que hace y luego no hará. De lo que dice que hará y luego no hará. De lo que no dice que cambiará y luego retocará tanto que nos hará llorar. Es todo mentira. Pura imagen supérflua. Una foto fija que no habla. Que no debate. Que no explica su programa de gobierno. Un simple eslogan para que cada cual lo interprete cómo quiera que ya se encargará ella de interpretarlo a su manera llegado el momento. Lo sabemos de siempre y algunos tenemos experiencias desagradables. Por tanto ¡no gracias! Sepa que no la voy a votar jovencita. Salud.