Estaba yo en esto de pensar y buscar la inspiración que me permita una entrada de blog medianamente digna y levanto la cabeza hacia el televisor e intento escuchar lo que dice la periodista de los telediarios. Es una tarea complicada por mi minusvalía auditiva y porque la tele tiene puesto el volumen de no molestar a los vecinos. Escucho, con dificultad, que la presentadora afirma, sin ruborizarse, que "quien no tenga entradas para ver el Barça-Madrid no podrá entrar en Mestalla para verlo". Joder, ya no es lo de antes. Sigue diciendo que "el partido está considerado de alto riesgo y que no es apto para cardíacos". Nos lo pone difícil. Hay que hacer algo. No lo se. Estoy pensando. De momento no puedo ver el partido en el campo porque no tengo entradas y tampoco puedo verlo por la tele porque soy cardíaco. Esta lógica obviedad es noticia cuando no tendría que serlo. Siempre me quedará la posibilidad de escucharlo por la radio. Mas tarde decidiré lo que hago. Luego nos enseñan a los entrenadores en rueda de prensa. Pep dice que jugará Pinto y diez más. Mou dice que jugará Ramos y diez más. Nunca antes se habían dado tantas pistas sobre quienes van a jugar. Todo un lujo de detalles y sinceridad manifiesta poco antes de disputarse la copa del rey. Deduzco que en el campo habrá once jugadores por equipo -bueno, el Madrid sólo con diez si el Barça quiere ganar-. El "gominas" hoy no pita.
Ya he tomado una decisión. Me voy a tomar ciertas licencias y a saltar ciertas normas y veré el partido en casa con mi hijo. No es que tenga especial interés. Es para equilibrar. Mi hijo es seguidor del equipo bicolor y yo estaré a favor del equipo monocolor. A estas alturas ya sabéis el resultado por lo que os será fácil saber quien se fue a dormir contento y quien se acostó despotricando. No me extiendo más en el tema fútbol porque mi mente no está preparada para un encuentro de estos y cuatro prórrogas de noventa minutos cada una en dieciocho días.
En estos momentos me encuentro sentado en la terracita de la habitación de una Hospedería de Pedraza de la Sierra. Hemos llegado y hemos encontrado la tranquilidad. Mundo de contrastes. He encontrado tiempo y sosiego para mirar, ver, disfrutar, leer y escribir. Nos acompañan dos cigüeñas que tienen su nido a escasos metros de donde estamos. Hasta dónde la vista alcanza hay paz. Se trata de aprovechar el tiempo en este pueblecito bien conservado, amurallado y todas esas cosas que abundan por la provincia de Segovia. Bastante gente. Nada de coches. Dosis de calma que ayuda a centrar y unificar el cuerpo y la mente. Nada molesta. Grata experiencia. Salud.