Vamos a ver Rafa, mañana es un grán día para hacer historia. Jugarás la final en tierra hostil. Ya sabes que los franceses seguramente tengan el mejor complejo y club de tenis del mundo pero no tienen jugadores y esto les cabrea. Te van a pitar, silbar, insultar e intentarán que no puedas concentrarte. Escucha bien. Sal con tapones en los oídos. Concentrado. No pienses en tus rivales que están en las gradas. Sólo saben abroncar al mejor como el populacho hacía con los gladiadores en Roma. Juega tu juego. No te dejes llevar. Piensa que enfrente, al otro lado de la red, está el que el año pasado te envió a las duchas por la puerta de servicio. Hoy ha dicho en prensa que sabe que puede ganarte y que te ganará. Es un bocazas, no le hagas caso. Tienes que minar su moral desde el primer set. Ganar 7-6 no es minar moral sino darle alas. Ganarle por un contundente 6-2 es dejarlo convencido de que no tiene nada que hacer. Soderling no es de fiar. Ganale por tu buen juego, no por sus errores no forzados. No deben de poder decir que ganaste porque él jugo mal. Tienen que decir que ganaste porque fuiste mucho mejor. Que se enteren estos franchutes que quién es el número uno. Soderling ya lo sabe pero se hará el tonto.
Hazme caso. Lee este blog y hazme caso, porque otras veces te digo cosas desde casa mirando la tele y como si hablara con las paredes. Dale caña. No salgas pensando en que si ganas puedes ser el número uno. Tienes que salir pensando que el que está al otro lado de la red te mando a casa el año pasado y de malas maneras.
¡Eres el mejor! ¡Vamos Rafa! ¡Dale caña y gánale! ¡Hazme caso, coño!