miércoles, 30 de mayo de 2012

La lectura

El mundo de las letras es grande. Casi ilimitado. Soberbio y comparable con una droga de diseño que una vez has probado ya no la puedes dejar. Estamos en la feria del libro de Madrid y este año han invitado a escritores italianos. He estado. En una de las casetas de libros estaba uno de los grandes. Erri de Luca. Nacido en Nápoles en mil nuevecientos cincuenta. Lleva vividos los suyos. Salvando las distancias que cualquiera puede entender, de Luca y yo tenemos similitudes y puntos de encuentro. La primera, por supuesto, la pasión por la lectura. Leer y escribir. Se levanta muy de mañana, como yo. Cuando el sol todavía no ha salido y por lo tanto sigue siendo de noche. Se inspira. A mi me pasa lo mismo tan de mañana cuando todavía es de noche. Coge la libreta y el bolígrafo y se pone a escribir en la soledad de su cocina mientras espera que salga el café. También es un Quijote del siglo veintiuno porque se acuesta tarde vencido por el trabajo bien hecho. Antes de que salga el sol es la hora del embrujo. Es la hora de las ideas. De las reflexiones. De no dar a basto con el bolígrafo que va llenando páginas que luego serán corregidas, tachadas, recicladas, eliminadas o cambiadas de sitio. Se define como un obrero del periodismo y de la narrativa. También del ensayo. Un literato completo. Su trabajo consiste en traducir la poesía en prosa lo que, según él, la hace más bella. Algunos poetas no opinan igual.
Dicen que Erri de Luca escribe como habla o habla como escribe que para el caso es lo mismo. Lo hace con voz sosegada y con dominio de la palabra. Dos cosas que van juntas porque son inseparables. Cuando habla mira intensamente a su interlocutor para entenderle. Sólo cuando se siente comprendido habla de forma brillante y fluida. Razona sus pensamientos porque sabe cómo hacerlo y está convencido de que debe hacerlo. De hablar por hablar, nada. Pone una idea o un pensamiento sobre la mesa y lo disecciona con mano firme razonando cada cosa para evitar malos entendidos. El contertulio, entonces, se siente cómodo. En la caseta de libros hay una foto suya sentado en la cocina de su casa cuando acaba de levantarse y cuando todavía es de noche y cuando se está haciendo el café y, mientras él, escribe en su libreta. Es una foto muy bonita. Tamaño grande y en blanco y negro. En la foto se aprecia que en la pared de la cocina que hay detrás de él hay gran cantidad de etiquetas de botellas de vino. Se ríe cuando se lo mencionas y advierte que él bebe para recordar. No como otros que beben para olvidar. El olvido viene solo, con el tiempo. Está contento con los nuevos escritores. Son muchos y buenos. Algunos le han decepcionado porque han escrito un solo libro y se han quedado vacíos. Son incapaces de escribir un segundo libro porque ya no tienen ideas.
El día antes estaba invitado a una charla coloquio en un lugar céntrico de Madrid invitado por una editorial. Empezó a leer uno de sus relatos. O un trozo. Qué mas da. Demostró una gran capacidad para dramatizar sus propios escritos. El público se lo pasó en grande. Disfrutó. Son relatos pensados para gente ajetreada que sólo dispone de media hora al día para leer. Por tanto, breve pero intenso. Le preocupa que haya escritores jóvenes muy válidos que se cansan de escribir y de visitar editoriales para nada. Dejan el manuscrito y ya le avisaremos. No avisan. Los jóvenes escritores también quieren publicar. No pueden. No les dejan. No hay dinero, dicen. Son malos tiempos. Prefieren apostar por los escritores consagrados que venden. Incluso con novelas malas. Pero estos se terminarán y no habrá cantera. Estos escritores nuevos y buenos -que los hay- han buscado alternativas. Tienen su trabajo. Mantienen una vida laboral y social que les llena. Vida familiar completa. Van al gimnasio y luego leen y escriben un rato. Entonces publican lo que escriben en foros literarios o en algún blog de tantos. Para quién quiera leerlos. Se sienten queridos, leídos y admirados. De repente un buen día una llamada telefónica les cita para una entrevista con la intención de publicar. Cuando escuchan lo que va a costar el libro en la librería y lo que van a cobrar ellos por escribirlo se derrumban. No quieren. Prefieren seguir escribiendo para su público de gratis en los foros literarios adecuados. Son precios que rozan el delito. No quieren que se especule con ellos. Erri de Luca no tiene este problema pero le preocupa y lo dice en voz alta. Mi apoyo incondicional. Salud.  

lunes, 28 de mayo de 2012

Privatizar

Un dieciocho de Mayo del año pasado -dos mil once- publiqué una entrada titulada "Fantasías". Era de esas que a veces me salen breves pero intensas. Un formato reducido que versaba sobre la posibilidad de fantasear con algo. Es gratis. Resulta gratificante y nadie se da cuenta. Fantasear es un acto consciente aunque improbable o imposible. Pero ayuda. Te cambia el humor y la autoestima. Puede proporcionar una satisfacción infinita. Nos mantiene a todos de igual a igual y te codeas con quien te da la gana. Incluso sirve de ensayo para poder enfrentarnos a problemas reales. Fantasear genera una especie de positivismo vital porque puedes vivir una situación a la que le tenías ganas -por poner un ejemplo-. Nos ayuda a domesticar nuestras emociones. Conseguimos poderes infinitos que de otra forma sería del todo imposible. Tu mente, durante la fantasía, se siente liberada de ataduras y realizada. Fantasear es bueno para la salud.
El otro día he fantaseado. Os pediréis de qué. Lo sabía. Lo cuento. Ni más ni menos que el presidente del gobierno perdía el juicio -bueno, mas que una fantasía podría decirse que era una realidad- era destituido rápidamente y entraba un tecnócrata con un gobierno de concentración. Un representante de cada grupo político. La primera decisión a tomar de forma urgente y con la vista puesta en la crisis interminable que nos están vendiendo para liquidar el estado del bienestar era la de privatizar el Congreso de los Diputados. Esa obsesión por privatizarlo todo. Una señoría por cada provincia. El salario mínimo interprofesional que ellos mismos han fijado. Complementos como cualquier otro español. Nada de dietas. Se fichaba a la entrada y a la salida. Si al final del mes las horas no salen te lo descuentan del sueldo -como en cualquier parte-. Las bajas no se cubren. Un mes de vacaciones y como están interinos -por cuatro años- el mes de vacaciones no se cobra. Como estamos en crisis el sueldo queda congelado y desaparecen coches oficiales y escoltas. No te regalan el iPad, ni el iPhone ni el portátil ni la cesta de navidad. Temporalmente, como nos dicen. Sin pagas dobles. Dos extras, como todo el mundo y consistente en el sueldo base a secas. Se cancelan los seguros médicos privados que la cámara pagaba hasta ahora a sus señorías y las becas para estudios en centros privados para sus hijos. Queda abolida la pensión vitalicia. La jubilación se cobrará según la legislación vigente para todos los españoles. Según los años cotizados. Si no eres reelegido te vas al paro como otros y en las mismas condiciones. Hay que dar ejemplo por encima de todo. No puedes cobrar dos sueldos. Si no rindes no cobras productividad y te pueden despedir de forma procedente aplicándote la legislación vigente de la última reforma laboral.
En cualquier momento, y si conviene, el edificio del Congreso de los Diputados se podrá alquilar para congresos, reuniones de trabajo de otras empresas, exposiciones itinerantes, foros de cultura, actos oficiales como entrega de premios o galardones, etc. Esto proporcionará una entrada de dinero extra que se dedicará a desarrollar un estado de bienestar. Si coincide con alguna sesión ésta se realizará por vídeo conferencia. Cada cual en su casa y en su despacho . Se pondrán en alquiler los despachos que tienen ahora. El senado queda suprimido por ineficaz y el edificio alquilado para oficinas y para lo mismo que he mencionado antes del Congreso. Se promulga una ley por la que queda abolido el aforamiento. Por fín todos seremos iguales ante la ley. ¡Por fin! El que delinque va a la justicia ordinaria como cualquier otra persona. El programa electoral de cada uno se entrega ante notario y si se incumple queda tipificado como falta grave o incluso delito y contemplado en el código penal con penas de cárcel. Se acabaron los privilegios, los mangoneos y los mamoneos. Todos habrán jurado por imperativo legal dedicar todo su tiempo y esfuerzo a proporcionar a la ciudadanía un estado del bienestar. El ejército pasa a ser un tema residual y más decorativo que otra cosa. Esto importa un ahorro muy importante que se dedicaría -en su totalidad- a I+D+I. Un único banco público y para todos donde fluya el crédito para generar empresas y empleo. Un banco que busque la eficacia y la excelencia antes que la rentabilidad, la especulación y el desperdicio.
Tengo que confesar que esta fantasía me ha producido un placer no comparable con nada. Es una utopía y por tanto sólo se entiende en el campo de las fantasías. Bien pensado sería cosa de ponernos de acuerdo y hacer como describía Saramago en uno de sus libros. O esto o nadie va a votar porque nadie me puede representar. El pueblo somos la mayoría y el poder reside en el pueblo -por tanto en la mayoría-. Los políticos que tenemos ahora son "activos tóxicos" de los que hay que desprenderse. Ya me siento mejor y más liberado. Tengo que hacerlo más a menudo. Sin duda alguna vale la pena. Salud. 

sábado, 26 de mayo de 2012

El regalo

Llamaron por la mañana. Hice lo que nunca hago. Cogí el teléfono. Me pillaron. ¡Buenos días Antonio y enhorabuena! Gracias. Somos de la editorial "nosgustatocarlaspelotasadomicilio". ¿Se acuerda de nosotros? ¡NO! Claro. Nos hemos cambiado el nombre. ¡AH! Ud. nos recuerda como ediciones "noleatantoquesecansalavista". ¡NO, insistí categórico! Ud. es cliente nuestro. Desde hace muchos años. Si hace memoria lo recordará. Nos ha comprado muchos libros. Ha acumulado muchos puntos. ¡Que digo muchos puntos!...Ud. en estos momentos tiene el máximo de puntos posibles. ¿A que está contento? Creo que no. Creo que estoy enajenado. No les conozco de nada. Ni antes ni ahora. Yo sólo he comprado libros al "Círculo de Lectores" cuando era mas joven. ¡Venga Antonio que se nota con la voz que está contento! Ahora mismo casi que me da envidia. Tiene Ud. acumulados cinco mil puntos. Es Ud. un cliente fiel y queremos entregarle un regalo en mano. La jefa de comerciales vendrá personalmente a su casa. ¿Cuando podemos encontrarlo? Nunca. Siempre estoy trabajando. Ahora mismo he venido a ducharme y me marcho enseguida. Seguro que encontraremos un momento. Iremos pasando, no se preocupe. Mire señorita, tengo un trabajo complicado. Estoy pasando por un divorcio complicado. Mi hijo tiene una enfermedad complicada que requiere cuidados complicados y complejos... Un cliente como Ud. requiere nuestra máxima atención. Somos competentes. Serios. Tenemos capacidad de trabajo. Ponemos entusiasmo en lo que hacemos. No es ninguna molestia pasar las veces que haga falta. Ud. no se va a quedar sin su regalo. Le informo que tan sólo tendrá que abonar tres euros del desplazamiento. El regalo es un libro exclusivo. Enhorabuena.
¡Cristo bendito! ¡Mecagondena! ¡La madre que parió a todo lo que tenga patas, cerebro y no piense! Esto me pasa por coger el teléfono. Cosa que nunca hago. Mira. Vinieron, llamaron y yo no abrí. Volvieron a llamar y no contesté. Los vi apostados en la puerta y entré por el garaje. Hice lo imposible por esquivarlos y lo conseguí. Esta mañana he llegado y la calle estaba llena de papas, mamas y niños que entran y salen de un colegio próximo. He mirado al horizonte y no estaban los de la editorial. Abro la puerta de casa y escucho una voz detrás mio. ¡Buenos días Antonio y enhorabuena! Por fín le encontramos. Ha sido difícil. Es evidente que tiene Ud. una vida complicada. La constancia es nuestro lema. Es que ahora mismo...¿Me permite que pase un minuto para entregarle el regalo a su fidelidad? Es que...Ud. siempre tan amable. ¿Tiene una mesa? Esta misma me sirve. Nos apañamos con cualquier cosa. Perdone pero...Tiene una casa preciosa. No le enrredaré más allá de lo necesario. Vamoa a ver Toni -me digo para mis adentros- esto no me puede pasar. Respiro hondo intentando subirme la autoestima y me doy ánimos porque yo puedo. Intento digerir la primera derrota de la batalla final. Tengo al enemigo en casa. Estoy en mi casa pero ahora mismo es tierra hostil. ¡Que calor! ¿Tiene un vaso de agua? Chica rubia. Primera juventud con cara de no haber superado la adolescencia. Hiperactiva con un grán déficit de atención y muy bien entrenada. ¡Que suerte Antonio, aquí tiene su regalo! Libro atribuído a Emilia Pardo Bazán. ¡Que despiste, con los nervios! Soy Marilú Piruchi. Me gusta ver la cara de satisfacción de nuestros clientes. Los años no pasan para Ud. Cinco mil puntos, nada menos. Y como premio a su fidelidad le voy a ofrecer tres premios o regalos a elegir de entre estos tres lotes. Saca un grán libro de una grán maleta repleta de grandes folletos. ¡Venga mire bien y dígame cual es el que más le gusta! Mire señorita es que...¡Lo sabía! No se decide y para eso estoy yo aquí. Se queda con esta mini cadena para su hijo. Del segundo lote -va girando páginas interminables- ¿qué? La verdad, yo...¡Bueno, no se preocupe. Es normal. Le adjudico este reloj de pulsera para su mujer. Es exclusivo y lo anuncia Fernando Alonso en persona! Vale pero...¡Del tercer lote se queda un regalo para Ud. Una colección de veinte tomos del "Capitán Trueno"!
Bueno. Voy a tomar nota de los regalos que ud. mismo ha elegido y los recibirá en veinticuatro horas. Ahora sólo tiene que decirme cómo lo quiere pagar y el número de su cuenta corriente. Adrenalina. Taquicardia. Sudor. Elevación de los niveles de mala leche. Sonrrojo. ¡Ud. me ha dicho que son regalos y ahora me dice que los tengo que pagar! Mire Antonio, son regalos porque al precio que están Ud. no los puede encontrar en ningún sitio. ¡Son precios de regalo! Treinta y tres euros a pagar en treinta y seis meses. ¿Me dirá que no es un regalo? ¡Afirmo que no es un regalo. No me interesa. Quiero que me dé de baja como cliente y que me borren de sus ficheros y que no vuelvan a llamar! No me puedo creer Antonio que deje pasar una oportunidad comom esta. ¡Créalo. No me interesa. Deje el libro. Aquí tiene los tres euros. Recoja sus cosas y váyase! Me tendrá que firmar este papel de renuncia de los regalos y de los puntos. Firmo y se va. De mis ojos caen unas lágrimas de satisfacción de haber ganado la batalla final y la guerra. Demasiada tensión acumulada en compañía de una mujer que no paró de hablar ni un puto momento. Su hiperactividad con su grán déficit de atención era excesivo. Cuando se fue necesité un poco de aporte químico para relajarme. Cuando escribí el borrador también y cuando he escrito la entrada, lo mismo. Mas o menos ocurrió así y más o menos lo he contado como ocurrió. Juro que ocurrió y casi como lo he contado porque seguro que me he quedado corto. Un libro que no leeré a cambio de tres euros. Un monumental enfado. La entrada puede parecer larga pero nada comparado con lo largo que se hizo este encuentro. O sea que, a callar y a joderse que la vida, a veces, no es fácil y siempre habrá alguien que te joderá el día. Salud.

jueves, 24 de mayo de 2012

El bambú y el perfil

Los japoneses son muy suyos. Irradian una inteligencia forjada en siglos. Gracias a ella son capaces de mantener templados los nervios, las emociones y los sentimientos. Esto está bien en momentos de máxima tensión o en situaciones de extrema gravedad. En sus relaciones interpersonales les perjudica. Pero no voy a ser yo quien critique este comportamiento humano que es fruto de la evolución natural. Ellos conocen el bambú. Tienen mucho. Bosques enteros de cañas de bambú. Esta especie vegetal tiene una gran capacidad de adaptación al medio. Por esta razón, sobrevive a adversidades y catástrofes naturales. Decía que los japoneses son muy suyos porque tienen la capacidad de imitar a la naturaleza y lo hacen. La caña de bambú se deja acariciar por el fuerte viento de un huracán o las inclemencias de un tornado. No contradicen al viento o a la ventisca. Se dejan llevar con la única intención natural de sobrevivir. Sabia decisión que los japoneses han observado y que imitan cuando la ocasión lo requiere. Yo no he estado en Japón y no conozco a los japoneses pero se lo que digo porque me lo han contado, lo he leído y lo he visto en documentales de rigor.
Yo presumo de ser paciente, realista y perseverante. Procuro escribir en ambientes creativos. Percibo una evolución del blog en el fondo y en la forma desde sus inicios. Soy exigente conmigo mismo para despertar el interés en quien quiera leerme. Tampoco se trata de despertar demasiado las conciencias para no ser catalogado de agitador. Las entradas siguen un ritual y una estructura cultural y literaria. Literariamente ya estoy emancipado. Es una trama sencilla para un blog casi familiar. No me gusta jugar con el puritanismo caduco y me esmero en controlar el vocabulario. No tengo ataduras de ningún tipo ni creo en los matrimonios de conveniencia. Es lo que hay.
En otras partes del mundo viven unos homínidos contemporáneos que sí conozco y en los que no aprecio evolución alguna. Son una paradoja de los japoneses y del bambú. Viven anteriores al Homo Hábilis y posteriores al Homo Erectus. Son lo más parecido al Homo Antecesor del Pliopleistoceno. Es pura realidad y por ello es preocupante. A simple vista no se nota pero al poco que los tratas y conoces te das cuenta de que el talento no guarda ninguna relación con el tamaño y peso del cerebro. De estos homínidos bípedos no emana ninguna expresión cultural o creativa. Sólo desprenden rutina bananera y sumisión incondicional al mando superior. Es un perfil común y compatible con mucha gente. Hacen todo lo contrario de lo que haría una caña de bambú. Funcionan contra corriente. Al final -más pronto que tarde- se rompen y son reemplazados por otros.
Tengo un amigo que a este tipo de personas los llama "socarbunculocolínfugas". No se qué significa ni de dónde ha sacado tal vocablo pero, cuando te mira fijamente a los ojos con semblante serio y pone cara de  pocos amigos...acojona de verdad. Vaya que sí. Y es lo que yo digo. Que la soberanía radica en el pueblo y que el pueblo somos mayoría. Y si la mayoría quiere una cosa la debe poder expresar públicamente al no evolucionado de turno con cargo y mando y éste, ceder. Pero no lo hace. El bambú, aún siendo una planta, es más inteligente. Darwin ya lo observó y dejó constancia por escrito de todo esto de la evolución de las especies y de su adaptación al medio. Pero se le olvidó hablar de los socarbunculocolínfugas. Estos que nunca han leído a Darwin. Esto me trae a la memoria aquel pasaje televisivo tan visto en su tiempo. Fue un momentazo. Señor de negro. Bigote a juego. Enfoque de primer plano. Lágrimas de cocodrilo en sus ojos. Decía aquello de..."españoles...(sniff, sniff)...la democracia...(pausa)...y la libertad de expresión...(sniff, sniff) ...han muerto". Creo que era algo así. Si me he equivocado pido disculpas y me rectificáis.
Este Homo Contemporáneo del que me he referido no sabe lo que es el bambú y no ha leído a Darwin. Todavía tiene cargo y poder. Es cuestión de tiempo que no tenga ni una cosa ni otra. Bueno pues a cuidarse que son dos días y uno de ellos con mal tiempo. Salud.

martes, 22 de mayo de 2012

La carretera de la muerte

Mi compromiso con la Memoria Histórica es ilimitada y siempre habra espacio para alguna entrada que tenga relación directa con los de las cunetas. Este es otro corta y pega de Rafael Espino. No podemos olvidar la historia porque, a buen seguro, la repetiriamos.
“… nos lo robaron todo, las palabras, los nombres, los cuerpos, el dolor, el luto, el deseo de vivir, la crítica, la historia, pero no consiguieron robarnos la memoria .”                                   José José María Tubino Montesinos, fue ejecutado, como tantas otras personas inocentes, por las hordas de asesinos, que desinhibidos , exaltados y excitados por el poder que sobre la vida y la muerte, les confirieron los famosos bandos de guerra publicados en los primeros días del alzamiento militar, convirtiendo las noches y el alba de los días de aquel caluroso verano de 1936, en un aquelarre de sangre. Asesinos, gente que mataba por el placer de matar, entregada con servil entusiasmo a la abyecta tarea de hacer desaparecer a sus vecinos y paisanos, por el solo hecho de no poder soportar que la localidad fuera gobernada por partidos y personas con proyectos y sueños de progreso, de justicia e igualación social, de convivencia y de un mejor reparto de lo mucho o lo poco que era necesario para no morir de hambre y también como no portadores de sueños de revolución.
José María Tubino Montesinos, sin militancia política ni sindical alguna conocida, fue detenido en la fábrica de “Las Puentes”, de la cual era apoderado algunos días antes de su asesinato. Sería encarcelado en la cárcel local y sacado de la misma en una cuerda de presos al alba del día 16 de agosto de 1936. Todos ellos serían reunidos en la curva de la antigua bascula, junto al río en dirección a Montilla a otro grupo de presos procedentes de las localidades vecinas de Montemayor y Fernán Núñez para ser asesinados en ese mismo día.
Todos ellos, diez y siete personas de la saca de ese día, entre los que se encontraban dos mujeres (una de ellas embarazada de cinco meses) trasladados en un camión, requisado en la misma fábrica algunos días antes al cementerio municipal de Aguilar de la Frontera.
Arrojados, todos ellos caerían a la gran fosa común de la ignominia española, abierta por la guerra y ampliada por la victoria. Una gran fosa común mandada excavar por una gran parte de la sociedad, para albergar, sin nombre, sin vida, los restos de las personas asesinadas, convirtiendo a este país en general y a esta localidad en particular en un campo sembrado de sepulturas secretas, sin permitir durante más de tres cuartos de siglo recobrar su nombre, recobrar su dignidad.
Para la familia de José María, su viuda, sus hijos/as, sus nietos/as, el tiempo detuvo su reloj vital, un día 16 de agosto de 1936. Las circunstancias de su desaparición física, significó, al igual que para otras muchas familias,no volver a verlo jamás, por lo que en su interior comenzaron a regañadientes a entender que ya nunca más se produciría un reencuentro.
Pero nunca, nunca pudieron entender ni aceptar el imposible atemperamiento de la memoria, la imposición social y política del olvido, por que el derecho a la memoria, al contrarío de lo que la justicia española nos dice de estos delitos … jamás … jamás prescribe.
Hoy. los restos mortales de José María Tubino Montesinos y los de su hija Carmen Tubino Tubino , han sido trasladados por la familia y miembros de AREMEHISA al Cementerio Municipal de Villafranca de Córdoba, donde han sido inhumados junto a los de su viuda y madre política.
El camino ha sido largo, con tiempo para la reflexión y el recuerdo para muchas personas que no han podido hoy estar aquí, pero que han contribuido con su trabajo y pleno compromiso a que de nuevo se restituya la reparación de unos acontecimientos que jamás debieron de ocurrir. Y la reflexión profunda de saber que con este nuevo acto de hoy volvemos a cerrar otra página de la historia de esta localidad, donde nos hemos atrevido a tomar decisiones que otros no se atreven todavía a tomar, por miedo aún o recelos del pasado. Una localidad, Aguilar, que cierra páginas hasta ahora desconocidas, y lo hace de acuerdo con la normalidad que se supone ha de ser hoy, enterrar de una vez a todos los muertos y “desaparecidos”, victimas de la represión del franquismo.
Sus frágiles cuerpos han sido inhumados en un espacio rodeado de muros de piedra, junto a los suyos, como siempre debió de ser. He de decir que contemplando su inhumación los olores me han traído aromas del tiempo y el pasado lejos ya de un posible futuro de dolor, sin nadie a quien llorar ni enterrar.
José María Tubino Montesinos y su hija Carmen Tubino Tubino, descansan por fin en paz.

El letrado

Pasaban unos minutos del mediodía. La sala de juicios estaba llena a rebosar. Ni un asiento vacío. Al fondo gente de pie que escuchaba con atención y seguía el discurrir de lo que acontecía. El letrado, con permiso de su señoría -el juez-, se levantó de forma parsimoniosa y se quitó las gafas con la mano derecha. Anduvo unos pasos. Miró al juez. Desvió la mirada al auditorio y luego hacia el jurado que parmenecía sentado y que le observaba con interés y con paciencia. A medio camino se paró. Colocó dos dedos de la mano izquierda entre la frente y las sienes. Bajó la cabeza. Cerró los ojos. Se masajeó las sienes pensativo. El silencio era absoluto. Levantó la cabeza y se puso las gafas. Dio media vuelta para dirigirse con cierta rapidez hacia su mesa. Su ayudante y el acusado se miraron. Removió unos papeles y consultó unas notas. Con el índice de la mano derecha seguía unas líneas que parecía querer memorizar. Era el  referente. Todas las miradas eran para él y lo sabía. Era su juego. No había margen de error. Se quitó nuevamente las gafas y se dirigió con paso firme hacia el jurado. Delante de ellos. Apoyado sobre un pasamanos de madera. Miró fijamente a los ojos de cada uno. Hombres y mujeres que tenían la obligación de impartir justicia. En breve, tendrían que emitir un veredicto.
Miró al juez y dijo; Señoría. Miró otra vez al jurado en su conjunto y dijo; Señoras y Señores del jurado. Esta mañana cuando venía he estado pensando qué podría decirles y de qué manera para conseguir doblegar sus voluntades para que, al final, digan que mi cliente es no culpable. Una hora de camino no ha sido suficiente para poner mis ideas en claro sobre qué decir y de cómo decirlo. El cuerpo terrenal y mortal de mi cliente como el de todos nosotros tiene unas facultades que llamamos sentidos y que utilizamos más o menos según nos convenga en cada momento. Otras facultades son la memoria, la inteligencia y la voluntad sobre las que tenemos menos poder de gobernabilidad y que a veces no responden según nos gustaría. Seguía el silencio y la atención sobre el letrado y su alegato final. Dijo un pensador griego -y con verdad- que con frecuencia hasta un loco dice la verdad. A eso voy. Creo que me he vuelto loco porque voy a decir la verdad de lo que pienso de todo esto. Mi cliente tiene las facultades espirituales y del alma en buenas condiciones ya que asiste e misa todos los días y reza a menudo. Sus facultades de la inteligencia y de la voluntad están seriamente mermadas. Quiere amar y hacer el bien pero no puede. Por mucho que lo intenta, no puede. Dios, en su infinita bondad, le negó la posibilidad de dominar estas facultades y ahora actúa en su nombre y dice hacer el bien. Parece que es piadoso pero es vulgar y malo. Por esto se ha convertido en un asesino. Murmullos en la sala.
Como persona y como letrado siempre he querido ser justo y actuar con rectitud. Quiero, pues, que nunca se cuestione mi sentido ético y de luchador para la justicia. Tengo sobradas razones para pensar, y así lo digo ante ustedes, que mi cliente es culpable de todos los cargos que se le imputan incluido el de asesinato. Revuelo en la sala. Susurros. Miradas de desconcierto y esas cosas. No suele ser normal que el abogado defensor admita la culpabilidad de su defendido. El juez mandó guardar silencio. El letrado prosiguió. No se confundan. Lo hizo, pero porque le faltó voluntad para oponerse a sí mismo. Una persona en su sano juicio y en pleno uso de sus facultades mentales no habría hecho esto nunca. Es imposible. Aunque sea su abogado defensor tengo la obligación de decir públicamente que hizo lo que se le imputa y todas las pruebas aportadas por la policía lo incriminan. No hay nada que discutir al respecto. Afirmo, no obstante, que tengo la certeza de que no sabe porqué lo hizo. De que en ningún momento pudo no haberlo hecho porque carece de este sentimiento que es el de apiadarse de alguien. Lo hizo y con premeditación pero no fue consciente de lo que hizo y tampoco lo es ahora. Digo lo que he dicho siempre pero hoy utilizo otro lenguaje. He cambiado el adjetivo de enajenación por el de ausencia de voluntad para no hacerlo.
El juez interrumpió. Explíquese mejor letrado y no intente confundirnos. No quiero ni deseo malos entendidos. No le exculpo. Lo inculpo de lo que hizo y así lo digo porque es la verdad y para que todos lo sepan. Digo que mi cliente está privado de voluntad y de inteligencia y que por tanto nunca fue consciente de lo que realmente hizo y por lo que está hoy aquí. Nunca dispuso de su voluntad.
Les toca a ustedes emitir un veredicto para hacer justicia y no me dan envidia. Lo mio ha sido fácil. Ustedes, en cambio, tienen  un problema. Deben de aclarar a la sociedad hasta dónde llegó su responsabilidad en los hechos que aquí se juzgan. Yo he hecho mi trabajo. He expuesto el asunto de la manera y forma más clara posible. Disponen de todos los datos y con todo tipo y lujo de detalles. Lo que se puede probar ha sido probado porque es lo material. Lo que yo digo ahora sobre su capacidad cognitiva y volitiva no se puede probar porque es inmaterial. Lo tienen que creer o no. Si después de lo que han oído siguen pensando que están capacitados y en condiciones para emitir un veredicto, háganlo. Respiró profundamente. Se quitó las gafas con la mano derecha y se fue a su mesa. Recogió los papeles y levantó la mirada hacia las personas que estaban de pié al final de la sala. Allí se encontraba su asesor de imagen y contenidos que levantó el pulgar en el sentido de aprobación y de que había conseguido inocular la duda razonable en el jurado, en el juez y en los presentes y los había dejado en un limbo mental dónde es muy difícil tomar una decisión. El acusado le susurró algo al oído. El juez, en voz alta, se limitó a decir: visto para sentencia. Salud.

domingo, 20 de mayo de 2012

Las Trinitarias

El mundo de la cultura y la literatura anda revuelto estos días y con sobrados motivos. Los expertos estan alterados y parece que hayan perdido el rumbo. No es para menos. En el Convento de las Trinitarias situado en el Barrio de las Letras de Madrid se están llevando a cabo unas obras de remodelación y adecuación de espacios. Los obreros, en unas dependencias no habitadas desde no se sabe cuándo, han encontrado unos folios antiguos manuscritos. Expertos, estudiosos y las mismas monjas se han puesto a analizar el material encontrado. Se trata de unos cincuenta folios de papel bien conservado pero muy antiguo escritos a pluma. Estaban en un arcón bien colocados como si alguien los hubiera puesto así aposta para guardarlos. A primera vista, después de una inspección ocular y de leerlos detenidamente, parece que hay pocas dudas de que este manuscrito podría ser obra del mismísimo Cervantes. Los intelectuales se frotan las manos porque esto puede dar mucho de sí y podría desvelar algo más sobre nuestro insigne escritor, pensador y humanista. Ahora es el turno de los que restauran, copian, fotografían, microfilman, estudian detenidamente y luego de todo esto nos dirán de que va la cosa. Hay buenas vibraciones y mejores perspectivas.
Se desprende que Don Miguel de Cervantes vendría mal herido o enfermo de algún punto del norte de África -sin especificar- que incluso podría cambiar la historia que todos conocemos. Digo que vendría mal herido o muy enfermo, que no queda claro y mucho menos después de haber empezado a analizar estos escritos a los que hago alusión. Antes de partir habría escrito a su hija que por aquel entonces era la madre superiora del Convento que las Trinitarias tenían en Madrid. Como quiera que se trataba de un convento de clausura y no teniendo Don Miguel a dónde ir cuando llegara a Madrid y dado que su hija era la madre superiora del convento, habría pedido licencia al obispo -que tenía y sigue teniendo potestad en estas cosas- para que su padre pudiera albergarse en el convento al cuidado de las monjas y de su hija lo que le quedara de vida. Estamos hablando de una persona mayor y herida o enferma que viene de estar preso unos años por hacer la guerra. El obispo en cuestión habría accedido y convenido en que así fuera y que estuviera atendido por su hija y es resto de las monjas hasta su muerte. No queda claro -por lo leído- que fuera manco, que sufriera una parálisis de su mano izquierda como consecuencia de heridas de guerra y una afectación del nervio o que en realidad hubiera padecido un tromboembolismo que le hubiera provocado una hemiplejia izquierda que le provocara una severa minusvalía en el movimiento aunque no en su intelecto. Queda medianamente claro que desembarcó en algún punto del levante español y que fue trasladado por monjes trinitarios -que se dedicaban a estos menesteres- hasta Madrid y en cuyo viaje hubieran invertido poco más de dos semanas.
Los primeros expertos en hablar han dicho que la escritura está hecha con mano temblorosa y que habría escrito estos folios poco antes de morir y después de haber sido confesado y haber recibido la extrema unción. Es una especie de ensayo autobiográfico escueto en el que resalta sus ideas y sus pensamientos con momentos de gran lucidez y brillante en el fondo y en la forma y otros pasajes algo confusos producto de su deterioro físico y de su sufrimiento. Estaría Don Miguel en su mundo y su universo atemporal donde la necesidad le obligaría a coger la pluma y plasmar sus vivencias y sus creencias. El escrito es asombroso y versiona los últimos momentos de su vida. Mantiene su creatividad habitual y sugiere anécdotas inéditas de su vida que los historiadores datarán y pondrán en su sitio. Un documento de enorme importancia y trascendencia para las letras españolas y para conocer un poco más sobre su vida y sus padecimientos; "pronto ha de llegar la noche que borre mi memoria y se haga la oscuridad más absoluta. Tengo la  certeza porque la presiento y porque es ley de vida y mientras pueda ver mi sombra seguiré escribiendo lo que piense. Estoy preparado para partir. Tengo ya, un pie en el estribo". Podría parecer impreciso pero puntualiza algunos pasajes de su vida de forma breve pero intensa. Da gracias a Dios porque le ha procurado este final y no otro peor. La edad y sus sufrimientos delatan angustia vital, tristeza y confortamiento. Es un escrito muy personal y apasionado. El momento lo requiere. Es un biografiado a modo de ensayo o viceversa. No escribe para un público. Escribe para él como si de una confesión se tratara.
Esta construcción literaria se restaurará y se guardará celosamente en algún sitio donde cualquiera de nosotros podamos contemplarla. Será lectura obligada y los críticos harán versiones para todos los gustos. Sin duda alguna se trata de un gran hallazgo después de que las mismas monjas perdieran sus huesos en otra remodelación anterior del convento. Salud.  

sábado, 19 de mayo de 2012

Cazalla de la Sierra

Esta entrada no es mía. Es un corta y pega de la Memoria Histórica que publica el diario Público. Sabeis lo comprometido que estoy con estas cosas y no quiero olvidos. Las heridas o se cierran bien o se infectan. Un recuerdo sentido para todos ellos.
Los trabajos de exhumación en la fosa de Cazalla de la Sierra (Sevilla) han comenzado a dar sus frutos. Después de poco más de un mes del inicio de las excavaciones, el pasado 20 de julio, y a tan sólo 70 centímetros de la superficie, se han hallado ya ochos cuerpos con evidentes signos de violencia: orificios de entrada y salida de balas, huesos rotos o manos atadas a la espalda narran las huellas del horror.
Elena Vera, una de las arqueólogas de Arq Cuatro, encargada de la exhumación, se muestra conmocionada a pie de fosa, de 21 por 5 metros y una profundidad de 2,18. "Son hombres y mujeres. Aún no sabemos la edad. El trabajo ha sido lento por las seis fosas naturales de los años 50 y 60 que se encontraban en el mismo terreno. Gracias a los testimonios de los ancianos, llegamos a la fosa de la Guerra Civil, a ocho metros del monolito dedicado a los fusilados, donde se creía que se encontraban", explica Vera.
Las víctimas, según los investigadores locales, son hombres y mujeres de entre 17 y 65 años, fusilados entre el otoño de 1936 y 1937. "Las posturas no son ordenadas, algunas cabezas miran hacia el norte, otras hacia el sur, algunos se encuentran retorcidos entre el lodo", añade Vera. Entre el fango húmedo de la Sierra Norte de Sevilla, donde se ubica el municipio, aparecen historias ya conocidas, las de los cinco primeros familiares que pusieron en marcha el proyecto de la apertura de la fosa, en el año 2004.
Una subvención de 54.000 euros por parte del Ministerio de la Presidencia permitirá continuar las labores hasta octubre, cuando comiencen las lluvias. "Después de haber comenzado las excavaciones se han acercado muchos a preguntar si está allí su familiar. Antes todo había sido silencio", explica Rafael López, presidente de la Asociación Memoria Histórica y Justicia de Andalucía. Se calcula que hay unos 300 cuerpos, 300 historias que pronto serán escritas.
Entre las víctimas se encuentra José Campos, El Pepino, y su mujer, Antonia González. Ambos eran jornaleros de Cazalla de la Sierra. Su nieto José Barrera Campos no pide ya justicia: "Lo único que quiero ya es darle la última alegría a mi madre, aunque ya no esté conmigo". Una madrugada del otoño de 1936 Antonia González fue detenida por la Guardia Civil. "A mi abuela la raptaron y nunca más volvieron a verla. Mi abuelo estuvo un tiempo huido, pero tristemente compartieron el mismo final. Mi madre tenía 20 años cuando ocurrió todo aquello. Aquel episodio marcó su vida", explica. Junto a ellos esperan encontrarse varios miembros de la última corporación republicana de Alanís de la Sierra: el alcalde José García Galindo y el teniente de alcalde Manuel García Espínola y el jefe de la estación de tren, Pedro Doctor Arruga.
Lo más complejo en el proceso será la labor de identificación, aunque la arqueóloga asegura que "la principal labor será la de exhumar los máximos cuerpos que sean posibles, antes del mes de octubre e individualizarlos en cajas". Luego vendrá la identificación.

miércoles, 16 de mayo de 2012

Escuchar

En una conversación puedes hablar o escuchar. He llegado a la conclusión de que escuchándo se puede llegar a ser más sabio que hablándo. Reconozco que me ha costado mucho. He dicho en otras ocasiones que soy más del hablar y no parar que del escuchar. Dicho esto, añado: he escuchado atentamente a Alí Ahmad Said Esbe. Escritor y poeta Sirio nacido en mil nuevecientos treinta. No le gusta el mundo superficial actual. El de las prisas. El de lo quiero ahora mismo. Al final no conduce a nada. Y decía esto después de llegar tarde al Festival Internacional de Poesía y Prosa de México. Llegó tarde porque el autobús en el que viajaba se metió en un monumental atasco y estuvo literalmente parado durante varias horas. Estamos en los tiempos de la velocidad y las prisas. Los tiempos del AVE, los Gigas, la banda ancha, la fibra óptica, los mails y todas esas cosas que son tan rápidas que provocan vértigo y tiene que ser un vulgar atasco el que te paralice y de proporcione tiempo.
Siguió contando y yo escuchando. Cuando tenía doce años -en mil nuevecientos cuarenta y tres- vivía con su padre. Campesino de profesión y revolucionario e independentista en sus ideas y sus acciones. Alí se enteró de que el presidente Shukri al-Kuwait iba a pasar cerca de dónde vivía con su familia. Pensó en escribir un poema y a pedir permiso para leérselo al presidente. Una idea típica de una mente de doce años que no ha salido de su pueblo y que no conoce gente ni mundo. Al presidente le va a gustar -pensó-. Me llamará y me preguntará, ¿qué puedo hacer por tí?, y yo le voy a contestar que quiero ir a la escuela. Escribió los versos y se lo contó a su padre quien le advirtió de que no le acompañaría. Un independentista y un antisistema no quería tener que reirle las gracias al presidente. Alí Ahmad Said Esbe tuvo que ir solo. Fue toda una aventura complicada y repleta de problemas. Consiguió llegar al presidente y leerle el poema que había escrito. Al presidente le gustó mucho que incluso lo utilizó para improvisar un discurso. Cuenta que al terminar me llamó y me preguntó, hijo, ¿qué puedo hacer por tí?, y yo le contesté que me gustaría ir a la escuela. Pues irás. Y fuí. Gracias a esto pude estudiar filosofía en Damasco. Las cosas imaginadas, a veces suceden. Ahora es un pacifista y escribe poemas en contra de la violencia con el pseudónimo de Adonis.
Una vez escuchado con atención este bonito pasaje de la vida de Alí Ahmad Said Esbe (Adonis) y haber disfrutado de la sencillez de la explicación biográfica, he vuelto a la realidad. A la España de la crisis interminable y de los recortes desmesurados y desproporcionados. Los más sangrantes de la história. La aniquilación del estado del bienestar por parte del partido azul. Un bien en vías de extinción. He pensado en escribir una entrada dedicada al ministro del Deporte y a la vez de Cultura, a ratos. Escrita en verso o en castellano antíguo con el que escribía Cervantes. Se la voy a mandar para que si hay alguien de su ministerio que sepa leer se la lea. A buen seguro que le gustará y me llamará para decirme, Toni, ¿qué puedo hacer por tí? Yo, todo nervioso, le contestaré que quite las tasas universitarias. Que ponga la educación pública gratuita a todos los niveles. Pocos alumnos por aula y profesores competentes. Bibliotecas y libros sin IVA. Entonces me contestará que lo hablará con el presidente para presentarlo en el primer consejo de ministros en el cual el "Guindillas", después de descojonarse de risa, lo tumbará.
Me dirá: si estudiar una carrera cuesta lo mismo que un cafetito cortado descafeinado cada tres o cuatro días. Ahora el que se va a descojonar de la risa seré yo. ¿No tienes dinero para esto? Yo le contestaré que eso es lo de menos. Que la cultura y la investigación deben de ser gratuitas siempre y para todos.  Añadirá, cómprate una hucha y guarda dinero y cuando tengas para matriculaciones y libros me llamas que yo te enchufaré en la Universidad que quieras que esto sí puedo hacerlo sin permiso de nadie. Yo, entonces, me sentiré satisfecho por verme arropado por el ministro del Deporte y Cultura y le estaré eternamente agradecido. Las cosas imaginadas a veces suceden. Y a veces no.
Queridísimos lectortes de este humilde blog. Lo que habeis leído es fruto de vuestra imaginación y de la mía. La escuela pública desaparecerá y será más difícil estudiar porque será tremendamente caro. Es lo que tiene aplicar una política errática y equivocada. De todas formas nadie leería la entrada porque la clase dirigente no lee y cuando escriben no entienden su letra. Pues venga. A rascarse, porque esto pica. Salud.
 

lunes, 14 de mayo de 2012

Subvenciones

Estoy manifiestamente en contra de las subvenciones y de las limosnas y de las becas y de todas esas cosas similares. Pueden distorsionar los resultados según quien subvencione. No creo que deba de subvencionarse nada. Que se creen grupos de trabajo y se desarrollen estudios serios y rigurosos por gente cualificada y que se cobre por ello. Si uno tiene talento para algo que lo haga y quien quiera consumirlo que lo pague. El que tenga talento para preparar buena comida pues que ponga un restaurante y que se gane la vida con ello. Si lo que te gusta es interpretar, monta una obra de teatro o una película y a quien le interese que pague por verla. Quien quiera consumir religión que se saque el carné y que con ello pueda tener acceso a los lugares de culto y a las ceremonias religiosas pagando las cuotas pertinentes que se establezcan. Si tienen que subvencionarte es porque no tienes talento y lo que haces no tiene salida. Piénsalo. Subvencionar porque sí es dar dinero a cambio de nada o de algo que no interesa. Hay que acabar con esta cultura en la que nos hemos instalado. Pienso y digo.
Conozco a un grupo de psicoanalístas que no tienen trabajo. Han pensado en hacer un estudio comparativo sobre la personalidad de Don Quijote y de Jesucristo. Más del primero que del segundo. El nombre del estudio, de entrada, ya impacta. Al no disponer de dinero ni de talento para buscarse un esponsor han recurrido a solicitar una subvención. Lo que estudien es lo de menos, han manifestado, y las conclusiones a lo mejor no interesan a nadie. Ellos, mientras, habrán ocupado el tiempo y habrán recibido un dinero a cambio. Ya sabéis lo que les enseñan a los abogados el primer día del primer año de carrera. Si tienes un caso, búscate un cliente. Si tienes un cliente, búscale un caso. Y que dure canto más mejor. Los ingresos estarán asegurados.
A todo esto, y con el dinero que les han dado a este grupo de psicoanalístas, han concluido o resuelto que Don Quijote tenía una mente esquizofrénica con personalidad múltiple. Tiene momentos en que habla bien y de forma seria y ordenada diciendo las verdades por su nombre. Lo llaman ironía punzante. Otras veces calla o despotrica y ataca a quien se ponga por delante con la lanza. Viene a ser lo mismo. Son las dos caras de la misma moneda. Los dos extremos de su enfermedad. Personalidad cambiante o inestable. Que bien. Piensan, luego escriben, que Dulcinea es pura invención y que sólo vive en su universo. Simplemente no existe en la realidad. Que la utiliza para disimular su misoginia. Lo mismo le pasa a Jesucristo con María Magdalena. Sólo existe en su universo. Habla de ella para disimular que es misógino. Pura invención para callar voces, cerrar bocas, atar lenguas o lo que sea que todo viene a ser lo mismo. Uno tiene escudero y el otro apóstoles. Siempre hombres. Ninguno está casado. Las mujeres les perturban y por tanto sobran. Han llegado a suponer que Jesucristo, después de la última cena, debido a la tensión acumulada y sabedor de cómo iban a transcurrir las cosas, pudo tener un subidón de adrenalina que le provocara un priapismo y que, a buen seguro, se masturbó en el monte de los olivos entre rezos y llantos. Se había hecho hombre y esto es connatural a la condición humana.
Las actitudes de ambos no se corresponden con las normas morales ni sociales del momento y ello destapa su inadaptación y la personalidad esquizoide. Irradian inteligencia cuando conversan o sermonean. En otros momentos se vuelven intolerantes. Uno con la lanza y el otro con un látigo sacando mercaderes del templo. Concluyen que esta personalidad doble es bastante común en la especie humana y a día de hoy está muy bien estudiada y tipificada por la ciencia médica. Seguramente en la niñez o en su adolescencia sufrirían algún trastorno psicológico que les obligó a actuar así en la edad adulta. Igual ayudaban a los más débiles que se encaraban con los más poderosos. No aciertan a decir el porqué ni a cambio de qué. En los pasajes estudiados hay muchas zonas oscuras y cortinas de humo que no dejan ver la realidad de lo que sucedió. Tanto uno como otro y, cada vez que llegaban a algún lugar, levantaban aires de excitación. Generaban admiración y extrañeza en la gente. Ellos han sido, cada uno a su manera, salvaguarda de las buenas costumbres, de los buenos hábitos y la reprobación de la opresión.
No por lo dicho el trabajo resulte especialmente relevante. Ni mucho menos. Son conclusiones y supuestos a los que llegan después de haber leído detenidamente sus vidas y sus obras. Pero entretiene y da que pensar. Gusta a algunos y a otros no. Es de todos sabido que la buena música es un placer para los oídos. La gastronomía un placer para el paladar. La pintura y la combinación de los colores resulta un placer para la vista. Pero este trabajo y sus conclusiones, ¿para qué órgano de nuestro cuerpo puede resultar ser un placer? ¿Quizás para la inteligencia? Dice un experto en crítica constructiva que este trabajo es ordinario y hortera y que sus conclusiones carecen de interés. Lo único que han tenido en cuenta sus autores es que fuera provocador y lo han conseguido. Han herido sensibilidades y han provocado indiferencia a la vez que euforia y admiración. Es un desapego temporal hacia su profesión con la intención de conseguir un dinero para sobrevivir. Los personajes son muy conocidos por el gran público y es fácil imputarles una cierta personalidad de la que hablar. Vale. Está bien. Ahora mismo me pongo a buscar una excusa para un trabajo subvencionado. Salud.