lunes, 19 de julio de 2010

Umbral en el Gijón

Ya he vuelto de vacaciones. Bien. Gracias por preguntar.
El 15 de Junio de este año la tertulia literaria volvió al grán café de Gijón con Umbral. Evidentemente el maestro no estuvo presente desde que nos dejara en 2007. Presidía una grán fotografía y se habló de él. Quién lo conocía comentó cómo era, qué hacía, de que le gustaba escribir y alguna anécdota más. Quienes apenas le conocieron o le trataron, simplemente leyeron algunos fragmentos seleccionados de su obra.
Los tertulianos volvieron a ocupar sus espacios en el Gijón y rememoraron al Umbral mítico, al periodista, al ensaista, al narrador, al novelista y al humanista. Se le rindió merecido homenaje para evitar el olvido y se aprovechó para sacar a la luz las facetas casi ocultas y poco conocidas del Umbral bohemio y trasnochado de Madrid. Se destacó la valentía de, además de otras cosas, sacar una columna diaria y la facilidad de palabra y comunicación que supone hacerlo. El irrepetible estilo literario que ejercía fué la base del coloquio -el saber mezclar la palabra de la calle con la palabra académica-. En otoño volverán a ello.
María España, su viuda, aprovechó la ocasión para anunciar la creación de la fundación que lleva su nombre y donde se reunen enseres personales, fotografías, cartas manuscritas, más de 1.630 libros de los que la mayoría están firmados o dedicados por sus autores. Están buscando una casa museo y ya tienen ofertas. Los nuevos patronos aceptaron el envite con responsabilidad indescriptible. Se anunció la firma con el Instituto Cerventes para dar a conocer la obra de Francisco Umbral en todo el mundo. Está en proceso la digitalización de los documentos manuscritos, cartas, libros, cuadernos, fotografías, etc. y unos cursos de verano en la Universidad de el Escorial que girará en torno a su obra y sobre su figura en relación con el periodismo.
Lo bueno que tiene esto es que se hace cuando el protagonista ya está muerto y entonces hay lo que hay y nada más. En el caso de Camilo José Cela, la fundación la montó él mismo en vida -malas lenguas dicen que obligado por su viuda "la Castaño"- y todo el legado estaba equilibrado para contentar a todos y si faltaba una dedicatoria, pues se buscaba, igual que una firma o lo que fuera. El patronato que dirije su viuda ya lo ha echado todo por la borda y ya nadie se cree nada porque está incapacitada para dirigir este tipo de fundaciones aunque ella parece ser que no se ha enterado.
Saramago también tiene su fundación y así una larga lista de personalidades varias que han destacado en algo. Es una buena forma de mantener junta una obra y darla a conocer. Pero que sea de interés general acreditado. 
Seguiré espectante de todo lo que se haga, por interés personal y para informar. Salud.