Apoyo y me satisface el último premio "Principe de Asturias" de Ciencias Sociales 2011. Ya tuvo su momento en este blog con su teoría de las inteligencias múltiples y su desarrollo con lo que ha supuesto un revulsivo para el sistema educativo en las mentes de los verdaderos profesionales y no de los políticos que todavía no lo conocen o no lo aceptan.
Para Gardner la inteligencia no es una destreza que se pueda medir con un test psicotécnico y ponerle una nota de coeficiente intelectual. Tanto en personas normales muy dotadas como en otras con daños cerebrales, la inteligencia no es una sino varias y con la suficiente plasticidad como para que puedan adaptar su funcionamiento a diversos ambientes a los que esté sometido el individuo y en función de las tareas que deba afrontar. Vuelvo a anotarlas por su importancia. Lingüística, lógico-matemática, corporal y cinética, visual y espacial, musical, interpersonal, intrapersonal, naturalista y existencial o filosófica. Hay que decir que ha redescubierto la base de la enseñanza o los fundamentos docentes que ya estaban de moda en la antigua Grecia, Roma, Alejandría, etc. Es antiguo. Lo nuevo es que cada una de estas inteligencias se desarrollan por separado y de forma independiente aunque luego se interrelacionan entre sí en momentos puntuales y para una mayor eficacia. Esa es su teoría. La inteligencia no es una y por eso no se puede medir en un coeficiente intelectual de estos que les guata tanto a los psicólogos. Son varias e independientes y cada individuo puede destacar en alguna de ellas más que en las otras y de hecho así ocurre. Incluso estas destrezas pueden variar por ambientes, según necesidades, capas sociales, etapas de la maduración de las personas, o simplemente como habilidades innatas.
Si estamos de acuerdo en esto también estaremos de acuerdo en que nuestro sistema educativo no es adecuado porque no identifica estas inteligencias y por tanto no predispone a su desarrollo. Aquí es cuando los docentes tendrán que decirle al político de turno que el proyecto curricular de las escuelas no sirve y hay que cambiarlo. Ahora se estudian las asignaturas de siempre y el alumno tiene que aprenderlas todas por igual al margen de sus habilidades. Se enseña y se tiene que aprender lo que hay porque toca aunque estemos perdiendo el tiempo y fomentando el fracaso escolar. No debería ser así. El desafío para las estrategias educativas que debe de plantearse un docente es identificar las inteligencias innatas de cada alumno y favorecerlas y potenciarlas. Hay que enseñar desde el entendimiento y la comprensión, no desde la memorización. Fomentar la crítica y la reflexión. Apoyar el razonamiento individual de cada alumno. No se trata de imponer sino de provocar la capacidad innata para la reflexión y el razonamiento. Dar prioridad a los valores que deben dirigir las relaciones interpersonales e intrapersonales.
La excelencia educativa pasa por cambiar el modelo educativo y fomentar las cualidades que el individuo aporta de forma innata. Preparar personas ilustradas con capacidad de argumentar de forma crítica cualquier tema de interés lo que mejorará la convivencia entre personas y entre civilizaciones. Ahora se premia a quién tiene más capacidad de retención al margen del razonamiento. Así no se avanza. Hacednos caso a Gardner y a mí porque tenemos razón. Salud