30 enero 2025

          Pretender creer y difundir que antes se vivía mejor es un insulto mayúsculo a la sensatez porque implica ceguera histórica acompañado de una desmemoria peligrosa que podría volverse en contra nuestra por la sencilla razón de repetir hechos fracasados y muy dolorosos.

          Y con esta idea en la cabeza me he sentado en el sillón que tengo en mi estudio y que da a un gran ventanal, que a su vez da a la calle y me pongo a observar la vida de ahora y poder compararla con la que conozco de antes. La vida vista sentado y protegido por un ventanal significa que no puedes interactuar con nada ni con nadie. Se vive lejana y de otra manera como si fuera improvisada. Como un mero espectador que observa pero que no puede influir en nada de lo que va ocurriendo.

       En este momento me pongo hecho un figurín y salgo a la calle para patearla. Pasear sin prisas mientras hueles perfumes, escuchas trozos de conversación con sus diversas entonaciones y observas la vestimenta de cada uno. Sus prisas y sus pausas sentados en algún banco. Me pongo a caminar detrás de alguien e imito sus andares para entenderlos. Sin intentar suplantar a nadie percibo que soy otro según me acerque y camine al lado de alguien anónimo. No solo las personas cambian sino también las circunstancias que envuelven a cada uno como ser individual.

         Este ejercicio me genera vértigo. Los mismos decorados y las mismas personas vistas desde distintos puntos de vista. Todo es lo mismo pero nada se parece. A veces, cuando la climatología es adecuada, me siento el un banco de madera de esos que hay en la calle y me fijo en los modales y en sus caras. La especie humana es de lo mas diversa pero nos relacionamos con otros de una manera o de otra. La gente no se incomoda porque la mires porque no son conscientes de mis intenciones.

         Veo caras de felicidad y de tristeza. Gente hablando con prisas y otros de forma sosegada y tranquila. Veo aventuras y desdichas. Preocupaciones y fantasías. Sus comportamientos y mis impresiones cambian según el día, la hora y la climatología. La gente vive. Deduzco, convencido de que no me equivoco, que antes se vivía mucho peor con las dificultades de ahora porque no hay alfombras en las calles. 

28 enero 2025

                             
La calma, a veces, 
transita entre tinieblas 
y las letras sometidas a circunstancias hostiles 
se perciben y escriben 
entre mas tormentas que calmas. 
 

   

#MartesDeTuitsAMano 

          Pon osadía en todo aquello que hagas en la vida. Olvida las oportunidades perdidas y no te dejes atrapar por el fango de la vida. A nuestro alrededor hay un mundo interesante por descubrir y puedes hacerlo a través de los libros, pero mejor si pisas la tierra y mira dónde pones los pies. Si no tienes prisa en llegar a algún lugar concreto, no hace falta correr. 

 

27 enero 2025


Video promocional del tercer poemario "El sendero a la cima" editado por la Editorial Olé Libros.

 

Mi vecina ha hecho las maletas y se ha ido a vivir a otro país. Se ha llevado algunos recuerdos, el idioma y la cultura, aunque después de un tiempo sólo le queda el idioma. Además de vecina es mujer de letras y escribe bien por lo que hay días que nos juntamos para tomar café. Ella es de las de callar y escuchar. Dice que eso es fuente de sabiduría. Escribe bien de mañana, casi al amanecer como yo, pero en las largas tarde-noches de invierno también gusta de esparcir tinta sobre los folios. Hasta que el fuego de la chimenea se convierte en brasas y cenizas humeantes. Ha escrito recientemente que durante el sueño se desprende del cuerpo para soñar con más libertad. Sin ataduras. Sólo habita el cuerpo de día cuando esta despierta. 

Me ha escrito hace poco para comentarme que se siente aislada por la lejanía. La distancia la une más a sus seres queridos entre los que me encuentro y siempre termina con la frase de ¿tú me entiendes, no? Sí. Yo la entiendo. Ha sido mi vecina durante mucho tiempo y ya he perdido su fisonomía. No recuerdo muy bien su cara ni su carácter. 

Estoy leyendo a un poeta de los de verdad, de los que escriben con la pluma y se inspiran en el alma. Dice que a veces hay cosas que le hacen llorar. No derrama lágrimas cuando llora de alegría porque no hace falta, solo cuando llora de pena. Las lágrimas son para sacar las penas fuera, que dentro hacen daño. Qué bonito lo que escribe el poeta. Todos los libros llevan un mensaje oculto entre las letras y ella lo encontraba enseguida. Alargaba el atardecer hasta el anochecer para tener más tiempo. Ahora estoy huérfano de vecina y no tengo a nadie que me explique lo que se esconde en las letras de los libros. La lucidez no dura todos los momentos del día. Uno sólo es brillante a ratos. Me cuesta convivir con esto. 


25 enero 2025

Tiene su qué. Prácticamente todo lo que he escrito y publicado se ha concebido, pulido, cambiado o terminado alrededor de una mesa de "Café Comerç". Sería una errónea simplificación decir que aquí se viene a tomar un café y poco más. Es un centro multicultural que engloba distintos conceptos dependiendo a lo que se venga. Es el ambiente con susurro de fondo que te permite abstraerte, pensar, leer y escribir. 

Entran personas anónimas con sus pensamientos y sus circunstancias que llegan a formar una especie de red social y donde se respira armonía. Es intimista y difuso. Están los jubilados que se citan todas las mañanas y comparten mesa y recuerdos personales y colectivos. En la mesa de más allá la gente del pueblo que trata temas de actualidad local. 

Los obreros ponen el estómago a punto con un "rebentat d'amaçones". Los ciclistas ocupan las mesas de fuera junto a los fumadores, pero no sé de que hablan porque no se les entiende. Los ciclistas autóctonos hablan de colesterol y calorías. 
        
Hay un espacio aparte sin grupos definidos en el que me encuentro. Somos personas individuales mimetizadas en el ambiente para estar y pasar desapercibidos. Cada uno hace lo que tiene que hacer de forma discreta. Somos una metáfora de la realidad. Se lee. Se escribe. Crucigramas y sudokus. Prensa. Habladurías culturales. Algunos ponemos nuestra biografía personal al descubierto y la compartimos con otros amigos. Esto es expandir cultura en el más amplio sentido de la palabra. 
    
Siento una enorme atracción por el "Café Comerç" porque me supone una fuente de inspiración. Simplemente escuchando a los más antiguos en edad, uno se vuelve más sabio. El ambiente es provocador y excitante cuando descubres que las ideas fluyen desbocadas y todo se percibe densamente. Se recomienda pasar por allí y tomar un café con una ensaimada al tiempo de mantienes una charla pendiente o arreglas unos asuntos. Simplemente mirando a tu alrededor enriquece. Todo vale en la intimidad colectiva del lugar para empezar el día. 

24 enero 2025


La mariposa representa
la vida que renace.
Cada vez mas hermosa.
No te quedes en lo oscuro,
transita por la vida transparente. 

 

23 enero 2025

Llegué al recodo del río

donde suelo venir a pensar.

En la transparencia de sus aguas

y en el remolino de mis ideas.

No hay tristeza en este lugar.

El bosque es verde mientras lo cruzo

y se aligera mi conciencia

cuando paseo sus caminos.

Caminar sosegado

mientras pierdo la mirada.

La vida son momentos de calma

entre días de ruido. 


Fragmento del poemario "Recuerdos en la intimidad" editado por Olé Libros.


 Video promocional de mi tercer poemario editado por Olé Libros y titulado "El sendero a la cima".

22 agosto 2018

Bernat y Erri

Uno de los escritores que más me gustan y leo ha dejado anotado en un libro algo así como; "Mar adentro, en cualquier época del año, se cruzan pateras y veleros, a los más opuestos destinos. La gracia, la elegancia y la indiferencia de una gran vela hinchada de una potente embarcación con pocos pasajeros a bordo roza la chalupa de los migrantes. 
No responde al saludo ni a la solicitud de ayuda. La proa afilada abre las olas a todo trapo. Desde la barcaza la ven desfilar sin ser capaces de explicarse porqué, inclinado el velero hacia un lado, no vuelca ni se hunde como les ocurre a ellos. Los migrantes sin espacio sólo intentan mantener el equilibrio para no terminar al fondo del mediterráneo. Algunos sonríen al ver el velero de la fortuna. Unos creen que al mundo que van todo es así, otros desesperan de que al mundo que van todo sea así".
Eso ha venido a escribir un napolitano de más de setenta años y toda una vida repartida entre el mar y la montaña. La aventura arriesgada como forma de vida porque la vida no le ha proporcionado otras oportunidades. Ahora persigue la sabiduría desde la humildad y escribe porque sabe que es la única manera de sentirse vivo. Y aún así es complicado. Me he dejado contagiar de su sensibilidad desde hace tiempo. 
Ha llegado el momento de huir de lo superficial e innecesario. De aquellas cosas, momentos y personas  que resultan ser tóxicas y perturban mis emociones, mis sentimientos y la forma de vida que he decidido. Por ese tipo de lecturas me da la gana ver amanecer todos los días aunque a veces haya nubes o incluso esté lloviendo.
Migrar, casi siempre, es ir hacia la oscuridad en busca de la luz. Quizá, si llegas, puedas ver alguna cosa. Sólo si llegas. La travesía siempre es complicada. Produce vértigo querer pasar del tercer mundo al primero de un tirón. Pero se saltan el segundo mundo, no por darse más prisa, sino  porque no existe. Aún así lo intentan todos los días, sin tener experiencia de mar, de barcaza ni de primar mundo. El sol también se pone todos los días para todos. El mediterráneo no debería ser una tumba para esa gente y a esa edad. Puede ser interesante que las olas muevan las cenizas de uno si se ha muerto de viejo en una cama de una residencia para la tercera edad. Sólo así se justifica.
No son conscientes de la realidad porque las ganas y las necesidades, a veces, nublan los riesgos. O viajas o mueres. Y si viajas, a veces, también mueres. Es un tema recurrente en las tertulias. Nosotros sabemos la respuesta a ese problema. Tenemos la solución. Pero nadie nos escucha. Los responsables -perdón, quería decir los políticos irresponsables- piensan de otra manera. Así nos va y les va. Algunos somos más sensibles porque, como Serrat, también nacimos en el mediterráneo. Y es muy grande. Los delfines, Erri De Luca, yo mismo y otras gentes también lo saben. 
Pero no pasa nada. Para eso está el paisaje y las plácidas olas. Si no te gusta una cosa miras para el otro lado que hay otro paisaje. Y además pronto llegará el invierno y traerá el mal tiempo. Tendrán que dejar de venir o hacerlo de otra manera. La muerte nos llega a todos. Es cuestión de tiempo. Al margen de dónde hayas nacido y de quién seas. Pero algunas personas y niños mueren ahogados en el mar por no morir en su tierra de hambre, guerra y miseria. Morir en un sitio por no morir en otro.
Escribir este tipo de historias como si fuera literatura me jode mucho. Siempre entendí la literatura como otra cosa. Los clásicos, por ejemplo. Pero antes no venían migrantes en barcazas o pateras. Por eso tampoco teníamos radares y concertinas. 
Por cierto, creo que no he mencionado que los viñedos están preciosos y que en unos meses habrá que vendimiar. Las últimas lluvias nos proporcionarán buenos vinos que algunos podrán rozar los quinientos euros la botella. Que frivolidad. Otro día escribiré historias del mar en calma y de olivos centenarios para resarcirme de esta. También de la sombra que proporcionan las encinas y las higueras que muchos nunca verán. 
Tampoco he contado que mi padre se llamaba Bernat. Cuando yo era pequeño se celebraba la onomástica de forma sencilla en casa. Venían familiares y amigos. Nunca faltaron las cocas de trampó, de pimientos y de albaricoques. Y siempre comíamos las primeras "figues de moro" que mi padre iba a buscar a Lloseta. Pueblo importante donde le amamantaron. No era opulencia pero tampoco era miseria y no nos jugábamos la vida. Salud.