La cultura de algunos es superficial y populista con lo que tienen asegurado que se hable de ellos aunque sea para mal. La cuestión es darse a conocer. Publicitarse de gratis. Es la versión cutrilla de marketing y sirve. Tres ejemplos sin profundizar porque sólo quiero criticar sin dar publicidad. Advierto que leer esto podría no ser bueno para la salud mental de cada uno.
Empiezo por León De la Riva. Alcalde de una ciudad castellana ilustre y que cuenta en su haber con una cerrera universitaria aunque no tiene estudios. Nadie sabía quién era ese fulano hasta hace unos días. Dijo públicamente que los morritos de la nueva ministra de Sanidad le ponían. Que cada vez que la veía tenía un calentón importante y que por ello tenía que entretener las manos con su chorra. Queda claro. Científicamente se puede decir de otra manera pero si el edil me lee quiero que me entienda. Las dos cosas que acabo de decir son casi imposibles. Ni lee ni entiende. Lo cojonudo y peligroso del caso no es lo que piensa, hace o dice que hace sino la repercusión. Sus amigos de partido le dan apoyos a través de sms. Que bonito. Advierto a sus clientas -es ginecólogo- que cada vez que las tenga con las piernas abiertas para explorarlas, por su mente retorcida puede pasar cualquier cosa y estar permanentemente con el calentón subido por lo que recomiendo cambiar de ginecólogo.
El segundo especimen de macho ibérico es un escribidor de libros venido a menos y que tiene un programa quincenal en TeleMadrid. La única persona que lo ve y le gusta es Espe. porque le sigue manteniendo en su cargo. Me refiero a un tal Sanchez Dragó. Muy progre. En su último libro se jacta de haberse trajinado a dos lolitas treceañeras y delincuentes japonesitas. Pero tranquilos porque el delito de pederastia ha prescrito. Es como si nunca lo hubiera hecho y aunque lo haya hecho -como lo cuenta en un libro- es literatura. ¡Manda huevos! Es la única forma de vender porque ya nadie le compra. No le compreis su último libro.
El tercer caso es especialmente grave. Es otro escribidor de libros mediocres y enganchado a la red social Twitter en los ratos libres. Él es académico de la RAE y se le supone inteligente. Pues no. No es inteligente. Hablo de Arturo. Su último libro se vendió bastante bien en el último San Jorge pero las ventas han caido y hay que promocionarse porque las encuestas de los editores y libreros así lo aconsejan. Me ha defraudado que haya jugado con los sentimientos del ex ministro de exteriores a cuenta de unas lágrimas caídas en el hemiciclo. Es muy macho porque él no llora. No tiene sentimientos como los demás y se mofa en público de la ocurrencia de haber llamado "mierda" al ex miembro del gobierno. Los twitteros y demás lo han puesto ha parir diciendo que un macho como él tiene prepucio, pucio y pospucio. Que menos mal que no tiene vagina y así el De la Riva no le tendrá que hacer una citología y que a lo único a lo que no le tiene miedo es a su polla porque es la única que jamás le dará por culo. Ser soez y académico debería ser incompatible. Alardea de que gracias a esta ocurrencia tan diver ha conseguido dos mil nuevos seguidores en un solo día. Y más lindezas que no pienso reproducir.
Dicho lo dicho y constatado que sólo he conseguido unos noventa seguidores en unos tres meses he decidido copiar de los protas de este microrrelato. Publicitarme. No soy un vulgar macho faltón pero a todos aquellos que me caeis mal os digo que sois unos mierdas y que algunas me poneis. ¡Hala. Queda dicho! A continuación, y siguiendo el ritual, me desdigo. Matizo. No se me ha entendido. Lo puedo explicar. Mis palabras se han mal interpretado. Pido publicamente perdón. Hay gente que me quiere hundir y todo eso que han hecho los otros. Esta es la cultura que tiene repercusión mediática. Pues vale. Así lo haremos a partir de ahora. Escribiremos gilitonteces e insultaremos gratuitamente.
La cuestión y lo importante es hacerse famoso como los demás en un tiempo record. Espero que ahora os hagais seguidores mios.
La brutalidad de estos machos es que según hablan crean confusión, desasosiego y condena porque "no piensan, luego dicen". Es un salto mortal sin red por las consecuencias sociales. Es pura apología del mal gusto que debo de criticar de forma enérgica. Tres elementos que al hablar se han demostrado primitivos en sus instintos y faltos de autocontrol. Se han comportado como cutrillos feriantes o simplemente como animales de cloaca. Salud.