Hoy es un día grande para las letras españolas. No me ha extrañado en absoluto que le hayan otorgado el Nobel de literatura -que recordaremos como el Nobel del bicentenario-, lo que no entiendo es porqué no te lo dieron antes habiendo demostrado que eres el escribano de lo español en su más ámplio sentido de la expresión. Malas lenguas dicen que por ser liberal, comprometido con la política y de izquierdas, y yo me lo creo. Pero nunca es tarde si la dicha es buena.
No es un Oscar por ser mono, por haber gustado sobremanera su última novela o porque ya le toca a un autor que habla y escribe en español. Es un Nobel. Un reconocimiento a un todo. A la genialidad del autor, a toda su obra que es mucha y muy buena, a la persona, a su sensibilidad humana y a cómo escribe lo que escribe y cómo cuenta lo que cuenta. Leerlo es descubrir enseguida que estás delante de un hombre de letras, inteligente y culto. Lo que escribe fascina a cualquiera que guste de la literatura aunque no se consideren entendidos. Su obra es la antítesis de la vulgaridad, por esa razón no es autor de ser leído en la playa o en el metro. Su lectura necesita de un espacio, un tiempo y las condiciones de las grandes ocasiones para ser degustado con todos los sentidos posibles.
Con virtudes, defectos y miserias -si las tiene- es maestro de las letras que en algunos casos pueda parecer superficial pero que si profundizas en su narrativa o en sus ensayos te queda y no te deja al margen. Es próximo a la gente en general y a sus lectores en particular. Bien podría ser el germen de una segunda edad de oro de las letras españolas. Su obra creativa es legítima y la comparte con quien quiera leerlo y no la puedes ignorar porque genera curiosidad y es incomparable. Es plural. Multifacético, aunque destaca sobremanera en narrativa. Sus novelas son una delicatessen literaria que te absorben porque sus argumentos transmiten emociones.
Quizás en las librerías o en las ferias del libro no sea de los más vendidos, pero la estadística dice que es uno de los autores más leídos porque a menudo uno se siente el protagonista de su obra. Su obra gusta por su sencillez de escritura, por su facilidad de entendimiento y porque lo que cuenta bien podría ser parte de nuestras vidas. Dotado de grán talento para transmitir y extraordinaria capacidad para gustar. Equilibrado y cautivador. Su vida apasionante se percibe en sus libros.
Mario Vargas Llosa -peruano y español- esto te va a complicar un poco más la vida a partir de ahora. Tendrás menos tiempo para escribir porque dedicarás más tiempo a hablar. Te esperan unos tiempos muy ajetreados. No es una grán gira para promocionar una novela, se trata de una grán gira para promocionarte a tí y a toda tu obra. Espero y deseo que sigas siendo próximo, exquisito, estético, poético, caballeroso, ameno y todo eso que ya eres. Los del Nobel no se han equivocado contigo, ahora tú no te equivoques con el Nobel. Es un premio merecido de reconocimiento a toda tu obra, pero no para que dejes la pluma sino para que la uses más y mejor. El Nobel no es la meta sino el camino. Salud.