Debo advertir a quien en este preciso momento tenga a bien empezar a leer esto que no se trata de literatura. Ni mucho menos algo poético. Es un escrito que quedaría englobado en el subgrupo de cosas que me rondan la cabeza y que debo de escribir antes de que me estalle. Escritos barriobajeros o de cloaca. Una especie de experimento. Una forma de explayarme cuando mi órgano de pensar acumula tonteces varias y se satura. Tal vez me equivoque. Sólo tal vez. Pero tampoco me importa demasiado. Diríamos que casi nada. Tengo que confesar en mi contra, y no lo digáis muy alto no vayamos a liarla, que desde hace algún tiempo estoy afianzando la idea de que la ñ es de izquierdas. Ssssss. Ya se que lo que acabo de afirmar roza la locura y el esperpento. Pero tal vez lleve razón. Podría ser que la ñ hubiera renegado de la derecha. Yo ya soy mayor y no creo en las utopías y ni siquiera en los Reyes Magos. Pero observo que la ñ, semana tras semana, se está escorando hacia la izquierda moderada, debilitada, ineficaz y pueril. A lo mejor es una simulación y yo me dejo engañar. Podría ser. Los golpistas que van de intelectuales no son de fiar. Estoy advertido y te advierto. Pues, ojo.
Es que últimamente no hace otra cosa que dar bofetadas a la mejilla cultural del presidente que, como todo el mundo sabe, la tiene dispuesta entre los dos glúteos. Le reprocha que mantenga a un intelectual de la tontería y los despropósitos al frente del chiringuito de la cultura, de las artes y de las revistas porno. O lo que quede de todo ello. De llevar un collar tan largo que llega hasta Bruselas. De los abusivos impuestos para entontecer más al pueblo soberano y esas cosas. De presentarse al mundo escondido en una pantalla plana de plasma para no tener que dar explicaciones aunque tenga la delicadeza de hacerlo en color. Insisto en que lo de la ñ no se explica pero tiene mi apoyo. Que siga.
Esta pasión que pone en desprestigiar al Presidente y al del chiringuito es sólo comparable a la pasión de un amor de juventud. De adolescencia e incluso casi de niñez. Esta pasión que te quita el sueño y te hace hacer tonterías mientras te comportas como un lolailo. Escandalosamente pasional y bello. Como la misma ñ dice, "es sincero incluso cuando miente". Un experimentar nuevas sensaciones. El debutar de emociones fuertes y de raíces profundas capaces de aguantar las peores tormentas. Esta pasión en ideas obsesivas de una imagen, un perfume, una mirada, una voz, un cogerse de la mano. ¡Qué recuerdos! Quedar para estar y hablar de cosas. Pero sobretodo para estar. Esa cosa química que ataca los sentimientos más puros y en el caso de la ñ los pervierte debido a la senectud. Voy a reconocer en privado que quizá sea uno de los mejores descubrimientos. Tal vez sea así y yo lleve razón.
Hay bases científicas para explicar todo esto. Se llama resentimiento. Afán desmesurado de cartera. Deseo descontrolado del poder de la cultura. Y del poder controlar la cultura y el arte. Ahora lo empiezo a ver claro. La ñ tiene sillón y quiere cartera. Vale pues. Leer la ñ no provoca pesadillas pero provoca náuseas y vómitos y el consiguiente malestar. Recojo escritos míos en forma de ideas, pensamientos y reflexiones. Los ordeno medianamente bien y empiezo a pasarlos a limpio de forma ordenada para que tengan sentido.
Pues nada. No alargo más porque esto, como he dicho al principio, no es literatura ni cultura. Es crítica de explayarse en domingo a mediodía cuando el sol te derrite el órgano de pensar. Habrá que abreviar y seguir la ñ de cerca para ver en qué termina todo este vendaval capaz de levantar las faldas a las mujeres. Aunque sé por experiencia que después vendrá la calma. Quedarán hojas esparcidas por el suelo y algunos charcos donde jugar. Salud