27 febrero 2025

                   Mi contertulio de esta mañana es una persona madura, pausada y con un oficio envidiable. Se gana la vida leyendo mucho. Luego de leer escribe crítica literaria, pero esto implica una vida casi sedentaria y unos cuantos achuchones que tiene que cuidar. El médico  ha tenido a bien enumerarlos y asustarlo. El café corto y descafeinado con sacarina, media ensaimada y un montón de pastillas de distintos tamaños y colores. Los años no padecen del olvido y ahora se lo recuerdan. Se cuida porque le tiene apego a la vida, a sus amigos y a su rutina. Incluso al trabajo y al ocio. 

                   Cuando terminemos se irá a caminar una hora. Callejear sin rumbo. Qué más da. Es sólo una hora que el médico también le ha recetado. Viene acompañado de Cicerón que es el nombre de su perro pastor. Estatura media de perro. También tiene un andar pausado y un carácter tranquilo. Su única preocupación es cuidar  y lo hace bien. No toma pastillas pero también anda una hora cada día aunque su veterinario no se lo ha recetado. Es así. Se cuidan el uno al otro y se hacen compañía. Es lo que toca. Esos día de otoño son largos y con muchos momentos de penumbra. Amanece tarde y anochece pronto. Él lee sin parar y luego escribe su crítica literaria. Cicerón anda ocioso por la casa y se acomoda a los pies de mi amigo contertulio que, por cierto se llama Sebas. 

                     Muchas mañanas compartimos desayuno y tertulia. Siempre hablamos de literatura porque es su oficio y mi pasión. El resto de temas de actualidad no se tocan porque carecen de interés. Por lo menos a nosotros no nos importan. Tampoco lee biografías, política, religión, economía y fantasmadas varias. Me dice que esto no es literatura. Son libros escritos con la intención de adoctrinar o influir en mentes poco hechas. Sin comentarios de los libros de autoayuda. 

                   Se explaya conmigo pero vive con su madre que es mayor y con una salud envidiable que se dedica a labores del hogar. Con ella no habla de su trabajo ni de literatura. A mi me da poco margen. No para. Es orador nato y convincente. Cicerón descansa a los pies cuando escucha su voz. Le da la mitad de la ensaimada porque no está a régimen. Bien que le gusta. Es un consentido. Es su perro. El que le hace compañía. El que anda una hora cada día porque no consentiría que Sebas caminara solo. Le acaricio la cara y él me lame la mano. Es un perro agradecido.

             Anda metido en la lectura de un drama ambientado en la post guerra civil española. Una comunidad de vecinos y sus familias. Vencedores y vencidos. Rencores y apariencias. Engreídos y agradecidos. Es la herencia de una guerra. Pobres. Pobreza material y de espíritu. Sin trabajo y sin poder mendigar. Al lado de la comunidad hay un bar. Coinciden y aparentan llevarse bien. No quieren más castigos de la vida. Estar porque sí. Porque no hay otra cosa. Demostrar una habilidad especial para hacer durar un café varias horas. Hablar por hablar. Un criticar disimulado y en voz baja. Personas abatidas, grises, descoloridas. No tienen estado de ánimo porque también lo perdieron en la guerra como la sonrisa y las ganas de lo que sea. Su trabajo diario es sobrevivir y es complicado en estas situaciones. Es lo que lee Sebas. La historia de un pasado imperfecto y reciente que supura por las muchas heridas que tiene.

            Me cuenta Sebas que el escritor es el responsable del color que tienen las letras. De la conciencia de la palabra. Del sentimiento de una frase. De la ética del párrafo. Del propósito del relato. De su moral y su sensatez. Las palabras deben tener pocos instintos y mucha razón. El libro tiene que poder ser debatido con lógica y significación de conjunto. Se ha escrito que el tirano se propuso ser el último hombre. El superviviente al final de todo. Por eso fue tirano. Su historia está escrita y encerrada en las páginas del libro. Antes de escribir la crítica explora la conciencia de los personajes. Mide mucho sus palabras conocedor de la influencia que pueden tener en el potencial lector.

               Me convence de que su trabajo es complicado. Le digo que quiero relajar el ambiente y leo unas líneas sobre un sueño que dice, "Nada más cerrar los ojos mi mundo de fantasía se inició caminando por una senda en busca de un instante de emoción. Aquella piedra en el camino y la intensa niebla me hizo reaccionar. Estuve a punto de caer pero una imagen salida de la sombra me sostuvo entre sus brazos. Un fuerte viento disipó la niebla. Eras tú y mi corazón latió con fuerza". Le gustó mucho a Sebas y lo anotó. Sensible y transparente.

               La tertulia literaria volvió al Gran Café de Gijón con Umbral. Evidentemente el maestro no estuvo presente desde que nos dejara en 2007. Presidía una gran fotografía y se habló de él. Quién lo conocía comentó cómo era, qué hacía, de que le gustaba escribir y alguna anécdota más. Quienes apenas le conocieron o le trataron, simplemente leyeron algunos fragmentos seleccionados de su obra. 

               Los tertulianos volvieron a ocupar sus espacios en el Gijón y rememoraron al Umbral mítico, al periodista, al ensayista, al narrador, al novelista y al humanista. Se le rindió merecido homenaje para evitar el olvido y se aprovechó para sacar a la luz las facetas casi ocultas y poco conocidas del Umbral bohemio y trasnochado de Madrid. Se destacó la valentía de, además de otras cosas, sacar una columna diaria y la facilidad de palabra y comunicación que supone hacerlo. El irrepetible estilo literario que ejercía fue la base del coloquio -el saber mezclar la palabra de la calle con la palabra académica-. En otoño volverán a ello. 

                María España, su viuda, aprovechó la ocasión para anunciar la creación de la fundación que lleva su nombre y donde se reúnen enseres personales, fotografías, cartas manuscritas, más de 1.630 libros de los que la mayoría están firmados o dedicados por sus autores. Están buscando una casa museo y ya tienen ofertas. Los nuevos patronos aceptaron el envite con responsabilidad indescriptible. Se anunció la firma con el Instituto Cervantes para dar a conocer la obra de Francisco Umbral en todo el mundo. Está en proceso la digitalización de los documentos manuscritos, cartas, libros, cuadernos, fotografías, etc. y unos cursos de verano en la Universidad de el Escorial que girarán en torno a su obra y sobre su figura en relación con el periodismo.

             Lo bueno que tiene esto es que se hace cuando el protagonista ya está muerto y entonces hay lo que hay y nada más. En el caso de Camilo José Cela, la fundación la montó él mismo en vida -malas lenguas dicen que obligado por su viuda "la Castaño" y todo el legado estaba equilibrado para contentar a todos y si faltaba una dedicatoria, pues se buscaba, igual que una firma o lo que fuera. El patronato que dirige su viuda ya lo ha echado todo por la borda y ya nadie se cree nada porque está incapacitada para dirigir este tipo de fundaciones aunque ella parece ser que no se ha enterado. 
    
         Saramago también tiene su fundación y así una larga lista de personalidades varias que han destacado en algo. Es una buena forma de mantener junta una obra y darla a conocer. Pero que sea de interés general acreditado. 

20 febrero 2025

                 Hoy, en la tertulia de las mañanas, los presentes no nos poníamos de acuerdo en quién era el más antiguo. No usamos la palabra viejo. Si acaso, senior. El poeta ha mediado y ha puesto orden mientras pedía seriedad para que nadie mintiera. Todos hemos dado la palabra y eso ha bastado. Ha decidido que el más antiguo será aquel que tome más pastillas y que, además, tenga más cosas prohibidas por el médico.

             Nos hemos reído un rato hasta que hemos empezado a contar pastillas y prohibiciones por orden facultativa y al rato ha salido el más antiguo. Un honor y un choteo para el que ha salido elegido. Hemos tenido que repetir café porque la cosa se ha alargado. No había mucha diferencia entre todos. Ya sabéis, la tensión, el azúcar, la reuma, la próstata, dolores articulares, el corazón, los pulmones, los riñones y poco más. De las prohibiciones y recomendaciones había pocas y algunas repetidas. Comer poco y bien y andar mucho. Lo típico.
                Hoy, que el invierno está muy avanzado, es cuando pisamos más hojas secas en las aceras. Y es que este año todavía no han caído todas y los árboles y plantas ya insinúan las nuevas. El más antiguo ha dicho que son cosas del tiempo. El cambio climático. Si lo ha dicho el más antiguo es que será verdad.
              Ha amanecido un día con tonos rojizos y amarillos. Adecuado para vivir un día intenso. Que por mucho que te pases te morirás el día que te haya tocado en suerte. Con los ojos cerrados y sin derramar una lágrima porque será una muerte consentida. Como todas. 
               Los días como hoy existe la misma calma en el fondo del mar que en la cima de la montaña. Y el mar no te chilla. Te habla flojito o te susurra. El aire de la cima de la montaña hace lo mismo. Los despojos de la noche se los ha llevado el amanecer sin hacer ruido. Sin casi darnos cuenta. Como debe ser. El día ha llegado con conocimientos, sabidurías y algunos descuidos. También han vuelto algunas carencias. Pero bueno, las expectativas del mar, hoy, es llegar a todas las costas. Yo procuraré estar en alguna de ellas.
              Una parte del día será doméstico, de andar por casa. Recuerdo que el más antiguo de los contertulios ha dicho que cuando se jubiló abolió la rigidez de los horarios. Ahora no lleva reloj y vive mejor que antes y también ha dicho que el médico le tiene en la lista de las personas más sanas del pueblo. El poeta ha salido al paso y le ha espetado que no le extraña con tanta pastilla que toma y con tanta cosa que ya no puede hacer. Ha habido tensión y ha quedado claro que irá al médico para pedirle explicaciones.
           Tengo una amiga de esas de hacer senderismo y hacer cima en las montañas de la Isla. La llamamos María Aspirina cuando realmente se llama Dolores. Lleva vividos más de setenta y se viste "vintage style". Llega a la cima como si la hubieran subido a hombros. El resto va dejando el alma por el camino para quitar lastre. Su médica le ha dicho que todas las pruebas han salido bien. Que no tiene nada malo, sólo años acumulados. Lleva unos días angustiada pensando que si no llega a tener nada nunca se morirá y esto le preocupa sobremanera.

19 febrero 2025

              RELATO 33

          El profesor de literatura entró en el aula de clase y escribió un poema en la pizarra, como cada mañana desde siempre. Algunos días, un alumno escogido al azar tenía la agradable responsabilidad de anotar su poema.

       La inseguridad del principio fue dando paso a la confianza en el manejo de la tiza y en la improvisación de los versos. Todos anotaban los poemas en sus libretas y llegaron a formar una generación de escritores.

             Cuando el profesor se jubiló, los alumnos le regalaron un libro con todos los poemas escritos en la pizarra a lo largo de su vida profesional y, en su recuerdo, siguieron escribiendo un poema en la pizarra cada día.

              Ahora sigo con la tradición y escribo un poema en las paredes de los lavabos públicos para deleite de los usuarios.  

👉https://shre.ink/bscb 

                                                                   



Arriba tenéis el enlace para escuchar la entrevista coloquio 
que se pudo escuchar en Radio Calviá 
entre Jaime Roig de Diego y Xisco Barceló Martínez con Antoni Negre Colmillo.
Tratamos de poesía, de filosofía de cuidados sanitarios 
y de narrativa a propósito del último libro publicado 
y que lleva por título Recuerdos en la intimidad.  
Relatos que reflejan la diversidad y la complejidad de la naturaleza humana 
y que permiten entender las emociones y los sentimientos de nuestra existencia.
Con un estilo ágil y una prosa cuidada, 
para ofrecer una mirada lúcida y profunda sobre temas como 
el amor, la soledad, la esperanza, el miedo, el sufrimiento y la felicidad.
Los relatos van desde el realismo hasta la ficción
pasando por el humor, la ironía, el drama o la fantasía.
Cada uno nos transporta a un mundo distinto, pero también nos conecta 
con nuestras propias emociones.
Es fácil que podamos vernos reflejados en cualquiera de ellos.
La experiencia de los años propicia este tipo de reflexiones 
sobre la condición humana para evadir la indiferencia.
De todas mis vidas he aprendido cosas y he tenido vivencias singulares
que han quedado plasmadas en este libro.



11 febrero 2025

     #MartesDeTuitsAMano 


                                         


 














Siempre escucho una música leve para tranquilizar las emociones.
Reflexiones sobre nuestra fragilidad
y la importancia de vivir lo cotidiano como si fuera lo único. 

09 febrero 2025

           En unos meses he visto dos veces la obra de teatro "Pigmalió". Función teatral de estilo comedia cuya trama plantea a un profesor de fonética (Dr. Higgins) que se reencuentra casualmente con un colega suyo (Sr. Pickering). De este encuentro, y a propósito de una indigente mal vestida, sucia, mal hablada, inteligente pero sin compostura que pretendía venderles unas flores, sale una apuesta. El primero en cuestión conseguirá que el comportamiento y la ordinariez propias de una mujer que mal vive en la calle sin ningún tipo de cultura pase por ser alguien perteneciente a la aristocracia e incluso por marquesa en un baile que celebrará la alta sociedad mallorquina. Esto supone un esfuerzo para todos, tiempo de aprendizaje en el habla, en costumbres, en comportamiento social adecuado, etc. Todo esto amenizado con conflictos interpersonales que surgen normalmente cuando dos personas conviven y trabajan duramente y durante mucho tiempo. 

       La primera vez que la vi fue en un teatro convencional. A saber, actores y actrices sobre el entarimado del teatro y una platea a rebosar de un público entregado y con ganas. Todo un reto profesional para una obra con un poco de luz, algo de vestuario, una butaca, una silla, una mesa y un anillo. La segunda vez que la vi, la obra parecía otra. Parecía menos de ficción y más real. Se representaba en un café teatro, por lo que el escenario se confundía con lo que sería la platea, que eran mesas y sillas. Cada cosa era una prolongación de la otra. Por tal motivo los actores y actrices actuaban entre el público. Venían de allí, pasaban por tu lado, te explicaban algo, tu asentías o no y se iban por el otro lado y así todo el tiempo. El público estaba en el epicentro del espectáculo. Formábamos parte de la obra y esto nos promocionó. Por unos momentos no fuimos sujetos pasivos.

          Otra de las novedades fue que la obra en cuestión quedo bastante abreviada por la supresión de actores y actrices innecesarios para entender la trama. El truco estuvo en sustituir los primeros por el público asistente en el acto. Al final te quedas con ganas porque no paras de disfrutar.

           Estaba el profesor Higgins que se propone a sí mismo el cambio radical de la Sta. Doolittle, que ya he  explicado como era. Pearce que actúa de contrapunto frente a la hiperactividad manifiesta del profesor,  moderada, sosegada, reflexiva, etc. Y por último el Sr. Doolittle cuya vida cambia radicalmente en la misma manera que cambia la vida de la protagonista como es fácilmente entendible. Todos los actores y actrices que actuaron la primera vez son suprimidos al pasar de un teatro convencional a un café teatro. Al final hay un gran baile en el Círculo, donde todos los presentes del público que lo quisieron pudieron salir a bailar e interactuar con los profesionales y donde te queda el haber participado activamente en la obra representada. 

           Un café teatro da para mucho. Hay que explorar más sus posibilidades. No es la primera vez que esto me ocurre y es un paso cualitativo en el arte de la interpretación. No se trata de acumular gente en un escenario. Se trata de buscar una buena obra e interactuarla con el público.

                         A veces la retirada es mas eficaz que la valentía. A veces los atrevimientos conducen a la derrota mientras que la autocrítica allana el camino que nos queda por andar. Algunas derivas provocan daños pero comprender la situación en un momento dado facilita la vuelta a la normalidad y a una plena recuperación de la situación. La ingenuidad de esconder la cabeza debilita los recursos disponible y genera tal inquietud que paraliza la mente y el pensamiento y dificulta el recorrido.

                    Con la escasez y la penuria se aprende mejor y se avanza de forma segura. La carencia agudiza los sentidos y el ingenio. El hombre se hace a la medida de sus necesidades. Que te prives de cosas superficiales y de poco valor no significa que no las apetezcas. Nadie es pobre por vocación ni por sentido de la responsabilidad y ni tan siquiera por solidaridad con los mas pobres. Es de humanos anhelar lo necesario pero no tanto los lujos, las desmesuras ni los desmanes. Si cubres necesidades date por satisfecho. 

                           Cuando empecé a pensar y razonar me convertí en un hombre de provecho.

06 febrero 2025


 Video promocional del tercer poemario "El sendero a la cima" editado por Ole Libros.
Ha sido realizado en el claustro de la Iglesia Basílica de San Francisco
donde cursé mis estudios y atendí las misas como monaguillo. 
Recuerdos imborrables de parte de mi infancia y juventud. 

05 febrero 2025

            Dice Caballero Bonald en un escrito que ha visto el reverso del aire. Que detrás del aire hay más aire y seguramente lo ha dicho porque se ha fijado. Conviene fijarse en los días y en su reverso. Luego se comenta con los allegados y entendidos y se escribe. Porque después de lo dicho y escrito habrá consecuencias. Siempre es así. 

            El otro, mientras amanecía me levanté y salí de casa para ir a otras cosas. Era una hora temprana por lo que el día era reciente, casi ni de día, casi ni de noche. Las otras cosas es una forma de decir que me dirigí a esta casa que está situada en un pueblecito costero y pintoresco y de la que ya he hablado en otras ocasiones. Le tenía ganas y el tiempo acompañaba con unas temperaturas vacilantes de primavera y nubes y claros de temporada.

           Lo encontré casi todo igual como debe ser en estos casos pero en el apartado de mobiliario urbano y otros adornos había novedades. Cada cuatro años cambiamos al alcalde y este que tenemos ahora parece que quiere repetir y ha renovado cosas del alumbrado y ha instalado bancos en la acera. He abierto la puerta y las ventanas y, como de costumbre, el aire ha entrado por las ventanas y ha salido por la puerta porque hace lo que quiere y yo se lo permito porque le doy margen. Los aposentos, pues, se han ventilado. Esa noche hubo temporal y el mar estaba revuelto por lo que dormí con la ventana abierta para no sentirme solo y me identifiqué con la libertad del viento.

              He sacado la tumbona al porche y me he sentado. He cerrado los ojos. He notado la brisa en la cara. He escuchado con atención el susurro de las olas y el silencio que hay entre ellas. He oído sonidos lejanos de otras casas, otras cosas y otros sitios. Han pasado gaviotas hacia sus nidos en los acantilados del fondo. Me he fijado que detrás de las casas hay más casas. Detrás de las cosas hay más cosas. Pero detrás del pueblo está el bosque y el reverso es el mar. Me he alegrado sobremanera ver a mis vecinos de siempre y de casi siempre.  Entre una ola y otra ola aguardaba el silencio. Igual que entre una palabra y la otra. Después de lo que se diga queda el silencio de pensar que tiene su importancia o una pausa para escuchar. Pero el reverso de una ola es la misma ola. Igual que la palabra.

            El mar tiene un bonito color que es el más adecuado de todos los posibles y que puede cambiar muchas veces en un mismo día. Por eso siempre me sorprende. También por su aroma, por su calma, incluso por su brusquedad. El día ha pasado rápido y el tiempo se ha hecho insuficiente. El café con leche de la mañana con tertulia incluida se ha alargado hasta el  mediodía. El momento café con brandy del almuerzo se ha alargado hasta la siesta. La siesta ha durado hasta el atardecer. Me pregunto cual será el reverso del horizonte o qué hay detrás del infinito. Pero ahora mismo no estoy para pensar lo que hay detrás de todo esto ni en el reverso.

          El bosque y el mar son como la prosa y la poesía. Se complementan en las cosas que tiene la naturaleza y la vida. Que después del tiempo hay más tiempo, seguramente. Después de los días vienen más días y luego la muerte. Lo han dicho los obispos en su hoja dominical. Y además, por si no nos bastara todo lo dicho, tendremos que afrontar un juicio final. Pues habrá que espabilar mientras dejamos pasar el tiempo. Lo sabe bien el poeta que continuamente coquetea con la historia.

          Después de la memoria vienen los recuerdos aunque el reverso de la memoria es el olvido. Dicho esto me he planteado vivir de forma  espontánea y de forma muy seria. La rutina suple la planificación y la fantasía pero solo me iré cuando sea noche cerrada porque el reverso del día es la noche. Me marcharé cuando haya visto ponerse el sol. Detrás de la puesta de sol viene la oscuridad y los ladridos de perros anónimos. Quiero asegurarme de que las cosas siguen como siempre. La improvisación genera inseguridad. Detrás de mi está la sombra que me sigue y las huellas que se quedan. El reverso de la lectura debe ser la reflexión y muchas cosas más. Una página colinda con otra y ésta tiene un reverso lleno de palabras.