Respira el tiempo para no morir.
Sin espacio entre segundos.
Y cuando ya no queda aire.
Sigue pasando el tiempo.
Los silencios entre palabras.
Las palabras entre silencios.
La vida mientras tanto.
Entre instantes y momentos.
Inventando sucedidos.
Llenando la historia.
De palabras, silencios y acontecidos.
La palabra que se piensa
no siempre es la palabra que se dice.
No sé cual es la verdadera.
Si la que se piensa no es la que se dice,
muere una idea.
El corazón sufre aunque la boca no.
La memoria en la oscuridad.
No recuerda. Tampoco olvida.
Simplemente espera la luz.
Palabras imposibles. De momento.
Los límites del tiempo.
Ni el viento los conoce.
Porque son invisibles.
Porque no tiene límites.
Pero el hombre si.
O quizá tampoco.
No me importa la duda.
No poderla resolver, si.
Es un tiempo sin palabras.
Una boca vacía y una lengua quieta.
Yo soy una duda
que intento resolver a diario.
Limitado por los sentimientos.
Por la palabra y por el tiempo.
Mi sombra se quedó quieta.
No supe porqué.
Será porque me paré a mirarla.
Entonces seguí caminando.