viernes, 30 de diciembre de 2011

Oportuno

Hace algún tiempo que un grupo de personas cometieron, presuntamente, ciertas irregularidades que están tipificadas como delito en el código penal. Como quiera que la labor de un buen abogado defensor es demostrar que tales irregularidades no existieron o no eran imputables a sus clientes por diversas razones, el juez instructor de la causa, a sabiendas de que le iban a endosar razonamientos absurdos e increíbles y a sembrar dudas razonables sobre los hechos que se enjuiciaban a los imputados, tomo la decisión de autorizar la grabación de las conversaciones entre los presuntos delincuentes y sus abogados para conocer exactamente toda la verdad sobre lo ocurrido. Hacer esto es de inteligentes y al conocer la verdad más absoluta no te puedes equivocar en la sentencia que vas a dictar al final.
No se sabe muy bien porqué, ni desde cuando, ni quién lo inventó pero la cuestión es que poner micrófonos para escuchar lo que hablan entre sí los letrados y sus clientes -que es toda la verdad- no siempre se interpreta que está permitido y el hecho de autorizarlo implica prevaricación por parte del juez. Así ha ocurrido y al juez lo han apartado de su carrera profesional y los presuntos delincuentes -que después de escuchar las cintas se convirtieron en delincuentes confesos- están en la calle libres de toda culpa por una presunta irregularidad en la consecución de las pruebas. Yo personalmente no entiendo nada y lo peor es que nadie, medianamente inteligente, lo ha cambiado. Así nos va. Los buenos en el paro y los malos en la calle y forrados de papeles de quinientos euros.
Hay otro caso que todavía es peor. Me resulta repugnante. Un señor va un día a confesarse y le cuenta al sacerdote que ha matado a cierta persona. Es secreto de confesión. La policía detiene a un presunto culpable del asesinato y en un juicio posterior es condenado a pena de muerte por un jurado popular. Al cabo de algunos años la sentencia se ejecuta y el reo muere atado a una camilla y con público.
Después de que pasaran algunos años de esto último, el asesino verdadero que confesó su culpa amparándose en el secreto de confesión, murió por causas naturales. El sacerdote depositario del secreto de confesión quedó liberado de seguir guardando silencio y acudió a los tribunales para contar la verdad. No lo había hecho antes porque no podía. El secreto de confesión es sagrado. Para mí que el sacerdote era cómplice de dos asesinatos. Uno por dejar que mataran a un inocente y otro por no contar la verdad sobre el verdadero asesino. Manifestó no tener remordimientos por haber cumplido con la ley de Dios. La cínica verdad es que por esa tontería habían dado muerte a un inocente en la cárcel mientras que el verdadero culpable estaba libre.
Aquí tampoco paso nada. Nadie ha cambiado esa absurda norma del secreto de confesión y la noticia pasó sin pena ni gloria. Pero yo tengo buena memoria y estoy aquí para recordarlo. Si alguien entiende algo que levante la mano. Yo sigo con los pelos de punta. Salud.

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Inocentes

Ser intelectual o ser artista, a día de hoy, es fácil. Te autodefines como tal y te comportas de forma extravagante. No tiene truco y es sencillo. Si alguien te cuestiona le miras por encima del hombro, le preguntas quién es y le espetas que no tiene ni pijotera idea de lo que está hablando. Le pisoteas su autoestima, lo deslegitimas de todo lo que diga o haga y a otra cosa. Un artista puede con esto y más.
Hay un fenómeno que responde al nombre de Francesco y que se define un artista polivalente. Expone algo así como unos cuadros en N.Y. porque afirma que es un lugar muy estimulante con gente muy espontánea y en una galería muy creativa. El galerista está encantado porque su centro artístico-cultural siempre está lleno. Francesco interesa como persona y como intelectual de la pintura. Una encuesta hecha a pie de calle por unos becarios revela que el ochenta por cien de los que entran en la galería no entienden o no les gusta la pintura que ven pero, con la temperatura de la calle inferior a cero grados, les da por entrar, tomar un café de gratis, pasear un rato con la vista perdida, entrar en calor y seguir camino. Estos también son intelectuales de la vida y además muy listos.
El tal Francesco es más artista cuando utiliza las cuerdas vocales que cuando utiliza los pinceles. Ha manifestado, sin despeinarse, que cuando quiere inspirarse se pierde en la naturaleza y le susurra al viento o canta ópera. Así cualquiera. Vistos sus cuadros se debe referir a naturalezas muertas o en estado de agonía. Tiene la habilidad de parecer estético y patético al mismo tiempo en cuanto abre la boca. "Todo cambia pero todo es igual. Nosotros los humanos cambiamos por fuera y por dentro -con la renovación celular- pero en el fondo seguimos siendo los mismos". Afirma que la belleza es frágil y que la plasma en los lienzos antes de que se rompa del todo. Agradecidos Don Francesco. "Aunque mi cuerpo está en la tierra mi  mente está en el cielo porque soy como Dios. Yo también se crear". Quiero un cuadro de Don Francesco. Tiene previsto viajar a la India para enriquecer su espíritu y mejorar los garabatos que expone sobre lienzos en la galería de N.Y. Esto lo hace más sabio, intelectual y artista. Yo, desde mi humilde opinión, le aconsejo una visita a un logopeda que le enseñe a callar. La humanidad se lo agradecerá.
Viene de familia bien. Esto es importante porque no tiene que preocuparse de las ventas. El colofón o la estética de lo absurdo llega en el momento en que explica cómo pinta. Está reunido con un grupo de periodistas y críticos de arte y anuncia que pintó una tela de dieciocho metros de largo por tres de alto en una nave industrial que posee en su Nápoles natal. Luego la estuvo troceando con distintas medidas y formas y el resultado es sorprendente y salta a la vista de quién quiera admirarla. Amenaza que cuando regrese de la India nos sorprenderá aún más con su nueva creación. Le damos por bueno que es Dios y que se dedica a crear, pero el verdadero artista es el resignado espectador que agudiza el ingenio y la imaginación y que es capaz de mirar toda la exposición sin vomitar. Siempre nos queda el consuelo de la libertad de ver su obra o no verla y de que mientras hace esto no hace cosas peores -si es que las hay-. Salud.

jueves, 22 de diciembre de 2011

Navidad 2011

A los que leéis este blog con asiduidad no necesitaréis de las destrezas habituales ni el suficiente entrenamiento en habilidades sociales para entender esta entrada.
Es mi felicitación navideña basada en el principio humanista del Quijote. Cada cual estará situado en la sociedad no por nobleza heredada sino por su valía personal y sus obras. Éstas que se convierten en el mérito de cada uno para ocupar un puesto entre los demás. La verdadera dignidad humana no depende del puesto jerárquico que cada uno ocupa, ni de la fama, ni de los reconocimientos, ni de los dineros. La dignidad humana es una cualidad interna de la persona que se manifiesta al exterior a la consideración de todos.
Don Quijote marca el patrón igualador y el principio organizador de la sociedad. No importa ser noble o plebeyo, rico o pobre, famoso o anónimo. Importa la virtud, las obras, las cualidades internas y las habilidades personales. Ser virtuoso, diligente y emprendedor a la holganza estéril. El mensaje de esta navidad está claro. La persona procura su porvenir por los méritos. Esperar a que estos vengan es provocar y desquiciar la armonía social.
Con este principio Quijotesco. Desde mi pluma, y como cada año, quiero dejar plasmado mi deseo de que paséis una "Feliz Navidad". Adoptad la postura de hacer el bien a todos y el mal a casi ninguno. Con todo esto, incluso podréis prescindir de la complejidad de la vida. Pensad en deshacer agravios, tuertos que enderezar, sinrazones que enmendar, abusos que parar y deudas morales que satisfacer.
"Vístanme como quisieren; que de cualquier manera que vaya vestido, seré yo mismo". Pues, sin duda vale porque es verdad. Salud.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

El escalón

Un año más. Se impone subir un escalón en la calidad de las estrategias de este blog. A estas alturas ya se ha convertido en una responsabilidad sociológica. Esto no es una novela. Es historia. Es una reflexión casi diaria de lo que pasa. Nos movemos dentro del círculo de las humanidades. Es cultura, en definitiva. Nos debemos a la gente. Aunque la palabra es singular tiene connotaciones plurales.
Aquí se analizan las cosas y nadie es sospechoso de nada -a priori-. La verdad por delante. Somos demócratas, de izquierdas y libres de ataduras religiosas. Si esto es ser rojillo, pues también. No le tememos a nada -bueno, a Sito de Joferma un poco aunque últimamente está desaparecido-. Una especie de Quijote que acecha en el camino. Algo parecido a un Robin Hood para repartir elogios y broncas a partes iguales y a quién se lo merezca. Una sirena de ambulancia que pide paso. Aclarado queda pues.
Por cierto, el otro día estaba yo en una sala de espera de estas de cosas de médicos. Es una pasada. La gente no apaga el móvil y aprovecha para socializarse hablando en voz alta para deleite de algunos y bochorno de otros que escuchamos. He llegado a la conclusión de que los móviles son sordos porque la gente les grita cuando habla... "Me han dicho que la herida ha llegado hasta el hueso. No lo ha tocado, pero casi. Me han cosido las tres capas que tiene el cuerpo humano. He tenido suerte porque no se ha cortado el músculo ni los tendones ni el nervio. Sólo las tres capas. He dicho que no quería la baja. No están las cosas..." Yo que presumía de saber anatomía y mis carencias han quedado al descubierto. ¡Joder con el autónomo! He decidido no volver a pisar salas de espera de cosas de médicos porque mi autoestima ya no aguanta.
Otra señora también le grita a su móvil -ya he dicho que creo que son sordos-. "Me duelen las cervicales. Tenía consulta con el médico a las doce y me he pasado la noche en vela por miedo a quedarme dormida y no llegar a la hora. La falta de sueño me ha provocado dolor de cabeza y ahora me ha bajado a las cervicales. Tengo que hacerme con un despertador. No. El despertador del móvil no se ponerlo..." La señora en cuestión maneja un iPhone de última generación, por cierto ¿Cómo podrá ser que tenga miedo a quedarse dormida? La cita la tiene a las doce del mediodía. ¿A que hora se levanta la gente?
Estas tonteces me producen fatiga mental y las escribo para compartirlas, que se difuminen y poder relajarme un poco. Estar en una consulta médica y escuchar a la gente que espera es casi tan bueno y entretenido como viajar en el metro de Madrid. Se funde el sadismo de unos con el masoquismo de otros. Es como coger un virus en la cabeza que te ataca a todo el cuerpo y te produce alucinaciones y pesadillas al mismo tiempo. Por si esto fuera poco se escucha de fondo el discurso de investidura de Rajoy para hacer compañía. Gracias por vuestra comprensión ante este tipo de situaciones tan fuertes. Pedid hora al médico. Presentaros con una hora o más de antelación y...¡a disfrutar! Después de esto, si alguien se atreve, que me lleve la contraria. Salud.

lunes, 19 de diciembre de 2011

Entrevista

Y va la intrépida reportera de una televisión de ámbito nacional y en día festivo -que es el día que menos noticias se generan y el día que menos gente mira la tele-. La intrépida reportera es joven y con ganas de agradar. Ha cogido un micrófono y un cámara y ha salido a la calle a preguntar. Trabajo de campo puro y duro. Que hable el pueblo. Como quiera que ahora estamos en tiempos de crisis -y no sólo económica- pues toca preguntar sobre economía. ¿Sabe ud. lo que es el TAE o el PIB? ¿Sabe cómo se calcula el euribor? ¿De dónde saca el dinero el BCE para comprar deuda soberana de los paises en riesgo? ¿Qué son los bonus? ¿Porqué cree que ha subido la prima de riesgo en España esta última semana? ¿Cree que es mejor que baje el IPC o que nos suban el sueldo? ¿Ud. cree que sería bueno para España que volviéramos a la peseta? Una batería de preguntas con las que machacar al transeúnte y dejarlo poco menos que en ridículo. Los paseantes con caras desfiguradas, pálidas y mueca de circunstancia. Respuestas para todos los gustos como la de que Confucio fue el inventor de la confución. Pues eso. Gente confundida ante tanta pregunta en plena calle y en domingo. Un examen trampa como se dice en el argot estudiantil actual.
Pero no todo es tontería y aparece el señor mayor del brazo de su señora y el periódico en la otra mano. El pensamiento vivo aunque con una senilidad incipiente en apariencia. Se para. Escucha la pregunta de la intrépida reportera. Piensa y contesta. Quizás lo sepa pero, me pregunto por su interés. ¿Ud. cree que a la gente le interesan estas respuestas? De ser así, otro día, sale ud. y pregunta sobre medicina o sobre arquitectura. ¿No le parece? La cara pálida y de circunstancia ahora la lleva puesta la intrépida reportera. ¿Pero ud. lo sabe o no? Qué más da. Lo importante es que lo sepa quien debe de saberlo. Cada profesional debe dominar el temario de sus competencias y procurar ser el mejor en su rama profesional. Esto es lo que realmente importa. Ud. no pregunta la "opinión" de la gente, ud. examina a la gente sobre un tema del que no tiene porqué tener una opinión formada ni conocer. Lo importante es conocer la "opinión" de la gente sobre asuntos relevantes y que nos afectan a todos. Opinión. Ud. al preguntar ridiculiza, supongo que involuntariamente, a las personas. No voy a responder.
Un bípedo sabio que un domingo sale a pasear con su señora y a comprar el periódico ha tenido que poner orden en este caos periodístico que estamos viviendo. Ahora dedico tiempo en prepararme por si un domingo alguna intrépida reportera me ataca a preguntas en plena calle. ¡Que carallo, mejor no contestar! Salud.

viernes, 16 de diciembre de 2011

Nano

Está de moda la nanotecnología. Ahora todo se hace en pequeño. Cuanto más pequeño mejor, hace más cosas y dura más. Lo que al principio sólo se entendía en la rama tecnológica ha traspasado líneas y fronteras. Juan Jose Millás habla de nanorelatos. Siempre le han gustado. A mi no. Antes los llamaba relatos breves. Dice que el relato, para que llegue bien y pueda ser disfrutado, debe ser breve y conciso. Poca letra y una gran carga expresiva, simbólica y todas esas cosas que puedan evocar un máximo de emociones, sentimientos e ideas en unos folios, párrafos o líneas. Nada más. Pero tiene que percibirse inteligencia porque sino no vale. No están los tiempos para perderlos en leer cosas sin trasfondo.
Y va mi humanista de cabecera que maneja información privilegiada -cifras y estadísticas- y dice que en toda la historia de la humanidad, la época actual es la menos belicosa y, por tanto, la más pacífica. Nanobelicosidad. No lo parece. Es debido a la difusión que se hace de las cosas y de los acontecimientos gracias a las redes sociales. Estas son una buena caja de resonancia. Hay menos delincuencia porque ha aumentado la seguridad y una justicia que funciona aunque lentamente. El ser humano percibe esto y se tranquiliza e incluso ve de forma distinta la manera de solucionar las cosas. En aquellos sitios del mundo dónde hay más inseguridad y dónde la justicia no funciona la gente es más agresiva porque se ve amenazada. Si lo dice será verdad. Yo me lo creo.
A mi lo de la nanotecnología ya me va bien. Todo pequeñito y que ocupe poco espacio al tiempo que funciona mucho mejor. Ahora falta que la tecnología actual descubra cómo prescindir de los cables. Malditos cables. A la nanotecnología le falta que se pueda comunicar entre sí sin cables. Cuando esto ocurra será la leche. Y cuando a media tarde todavía te quede la mitad de la batería del móvil, ya ni te cuento. Pero volviendo al relato breve o relato corto o nanorelato no me convence del todo. Leer un párrafo y tener que imaginarte toda una historia con personajes, sentimientos, decorados y demás. Pues no. Leer tiene que provocar disfrute y cuanto más mejor. Tiene que abundar la letra con significado.
Algo importante ocurre en tiempos de crisis. Al finalizar este año resulta que el teatro ha convocado a varios millones de espectadores más que los grandes eventos deportivos como el fútbol, automovilismo, tenis, etc. Esta es una buena noticia. Los grandes teatros tienden a desaparecer a la par que proliferan los pequeños teatros -nanoteatros- con aforo limitado o reducido y donde incluso puedes cenar en la misma sala de exhibición antes de la función. Hay más teatros, más actores, más diversidad donde elegir y más gente trabajando en este mundo del espectáculo. Ha cambiado la forma de hacer teatro y la forma de decorarlo. Me alegra saber que la cultura goza de buena salud. Salud.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Valores

Apoyo y me satisface el último premio "Principe de Asturias" de Ciencias Sociales 2011. Ya tuvo su momento en este blog con su teoría de las inteligencias múltiples y su desarrollo con lo que ha supuesto un revulsivo para el sistema educativo en las mentes de los verdaderos profesionales y no de los políticos que todavía no lo conocen o no lo aceptan.
Para Gardner la inteligencia no es una destreza que se pueda medir con un test psicotécnico y ponerle una nota de coeficiente intelectual. Tanto en personas normales muy dotadas como en otras con daños cerebrales, la inteligencia no es una sino varias y con la suficiente plasticidad como para que puedan adaptar su funcionamiento a diversos ambientes a los que esté sometido el individuo y en función de las tareas que deba afrontar. Vuelvo a anotarlas por su importancia. Lingüística, lógico-matemática, corporal y cinética, visual y espacial, musical, interpersonal, intrapersonal, naturalista y existencial o filosófica. Hay que decir que ha redescubierto la base de la enseñanza o los fundamentos docentes que ya estaban de moda en la antigua Grecia, Roma, Alejandría, etc. Es antiguo. Lo nuevo es que cada una de estas inteligencias se desarrollan por separado y de forma independiente aunque luego se interrelacionan entre sí en momentos puntuales y para una mayor eficacia. Esa es su teoría. La inteligencia no es una y por eso no se puede medir en un coeficiente intelectual de estos que les guata tanto a los psicólogos. Son varias e independientes y cada individuo puede destacar en alguna de ellas más que en las otras y de hecho así ocurre. Incluso estas destrezas pueden variar por ambientes, según necesidades, capas sociales, etapas de la maduración de las personas, o simplemente como habilidades innatas.
Si estamos de acuerdo en esto también estaremos de acuerdo en que nuestro sistema educativo no es adecuado porque no identifica estas inteligencias y por tanto no predispone a su desarrollo. Aquí es cuando los docentes tendrán que decirle al político de turno que el proyecto curricular de las escuelas no sirve y hay que cambiarlo. Ahora se estudian las asignaturas de siempre y el alumno tiene que aprenderlas todas por igual al margen de sus habilidades. Se enseña y se tiene que aprender lo que hay porque toca aunque estemos perdiendo el tiempo y fomentando el fracaso escolar. No debería ser así. El desafío para las estrategias educativas que debe de plantearse un docente es identificar las inteligencias innatas de cada alumno y favorecerlas y potenciarlas. Hay que enseñar desde el entendimiento y la comprensión, no desde la memorización. Fomentar la crítica y la reflexión. Apoyar el razonamiento individual de cada alumno. No se trata de imponer sino de provocar la capacidad innata para la reflexión y el razonamiento. Dar prioridad a los valores que deben dirigir las relaciones interpersonales e intrapersonales.
La excelencia educativa pasa por cambiar el modelo educativo y fomentar las cualidades que el individuo aporta de forma innata. Preparar personas ilustradas con capacidad de argumentar de forma crítica cualquier tema de interés lo que mejorará la convivencia entre personas y entre civilizaciones. Ahora se premia a quién tiene más capacidad de retención al margen del razonamiento. Así no se avanza. Hacednos caso a Gardner y a mí porque tenemos razón. Salud

viernes, 9 de diciembre de 2011

Tontitos

Hay patologías descritas en los libros de medicina que, aún siendo graves, -o muy graves, algunas de ellas- no precisan de ingreso hospitalario ni tan siquiera del tratamiento médico clásico que todos conocemos y que consiste en tomar pastillas en varias horas del día y durante algún tiempo. Este tipo de enfermedades mentales, por su gravedad, saltan a la vista de cualquiera incluso sin estudios previos de medicina. Basta estar lúcido y ser normal para darse cuenta de que hay personas que están muy mal de la cabeza. Las situaciones coyunturales del país hace que, periódicamente, salgan a la luz este tipo de enfermos marginales que maltratan el sentido común, nuestra base moral y nuestra responsabilidad ética que tenemos como personas.
Estos tontitos, evidentemente, no tuvieron un profesor de apoyo en primaria ni en secundaria ni en la ESO y, si lo tuvieron, salta a la vista que no reunía el perfil porque fracasó en el intento. Ahora pagamos las consecuencias y mucho me temo que los recortes en educación propicie que el día de mañana haya más y estén peor. El gobierno ha prometido ayudas a estos discapacitados, pero no llegan. Y aquí están entre nosotros haciendo de las suyas como consecuencia de su anorexia mental, su astenia intelectual y su falta de tratamiento. No tienen cura. Su única aportación o habilidad es salir a la palestra algún que otro día y escupir una ocurrencia que nos remueve las tripas hasta la náusea. El problemas de estos tontitos es que en su cabeza tienen poquitas neuronas y además están mal comunicadas o simplemente no se hablan. Esto provoca un estilo de tontez que ellos llevan muy bien pero que el resto de los mortales sufrimos de forma callada como si de una vejación se tratara. Sus biografías son deleznables y apestosas. Peor están ellos, decía alguien. No. Peor estamos nosotros que lo sufrimos porque ellos no se enteran.
Ejemplos hay demasiados. Algunos, incluso, han llegado a ser presidentes de gobierno y han propiciado sufrimiento a la población civil organizando guerras preventivas. Otros montando orgías con cargo a los presupuestos generales de los italianos. Otros escribiendo en periódicos porque antes los vendían -que tendrá que ver una cosa con la otra-. Algunos aspiran a gobernar con un currículum de recortes que asusta. Por cierto que hay uno que es la leche. Es un esperpento de circo de barrio que hace malabares en tele-espe y tele-cospe con un gatito. Escribe columnas en el periódico de este señor que viste de forma estrafalaria porque le gusta a su mujer que es quién lo diseña y que a ratos libres va juntando letras en folios que luego enumera y encuaderna y pone tapas y título para que parezca un libro. Vacila de acostarse con jovencitas porque las maduras no les ponen y vaticina el fin del mundo.
Después de esto nos conviene aunar esfuerzos para buscar recursos económicos y promover estudios que conduzcan a tratamientos eficaces a estos delirios y, en caso de no poder ser, prohibirles todo tipo de actividades públicas. Estos enfermitos tontitos no pueden seguir haciéndonos daño impunemente. Salud.

viernes, 25 de noviembre de 2011

El precio.

Nunca jamás había reflexionado en cuánto cuesta un soldado. Uno ha visto muchas películas -la mayoría americanas- y se ha dejado influir del patriotismo de la gente del país de las oportunidades y de la libertad. Eso dicen. En estas películas cualquier cosa vale para rescatar a los soldados prisioneros del feroz enemigo. Si para esto hay que mandar a Stallone en la sexta entrega de Rambo y ayudado por Norris y Seegal pues se hace y con todos los medios posibles para garantizar el éxito de la misión.
Esto ya no nos llama la atención porque hemos visto demasiado y ya sabemos cómo se las gastan los Yankees cuando están en tierra hostil y con prisioneros entre manos. Se hacen con la fuerza bruta necesaria y un poco más con tal de liberarlos. Es lo que toca. Para esto están las guerras. Para matar enemigos y cantos más mejor y al final el publico puesto en pie aplaudiendo en un arrebato de patriotismo. Como cuando el séptimo de Michigan llegaba por el horizonte con el cornetín de órdenes llamando al ataque y arrasaban con todos los indios en un pis pas. 
En España no tenemos a Rambo ni a Seegal ni a Norris ni mucho menos al séptimo de Michigan con Rin-Tin-Tin incluído. Nosotros tenemos una cartilla de ahorros con fondos reservados para pagar rescates de aventureros varios. Nos han visto el plumero. Saben que en esto somos solventes y los malos se han especializado en el arte del secuestro. Cada país hace lo que puede o lo que le dejan. Nosotros pagamos y punto.
Pero ¿cuánto vale un soldado? Hay que reconocer que el estado Israelí es muy generoso. Esto es lo que parece a simple vista. Les secuestran a un niñato de diecinueve años vestido de militar y ahora, que ya se ha convertido en todo un hombre, han decidido que vuelva a casa porque hay elecciones. ¿Cuanto vale? Los palestinos han contestado que más de mil prisioneros de los suyos. Hecho. Y los han canjeado como quien cambia cromos. El soldadito -que no reune el perfil ni por asomo- ha vuelto a casa como un héroe. El presidente se asegura le reelección y el pueblo contento. Después volverán a capturar palestinos o a matarlos directamente.
Son formas de hacer las cosas y precios a pagar según se hagan las cosas. No sabría decir cual es el mejor. Ni siquiera sé si esto es bueno. Seguramente no. Podríamos cambiar la libreta de ahorros por una cárcel en un islote (a lo Guantánamo) y llenarlo de malos para canjearlos cada vez que nos secuestran a algún lolailo de la vida que van por lugares peligrosos confiados en que el estado pagará por su liberación en caso de secuestro.
Lo mejor, ese vídeo que se pasea por You.Tube del sargento Thomas Rooselvelt que se enfrenta a una legión de polis en NY para defender a los indignados usando la palabra y el honor que dice haber jurado. Que cunda el ejemplo y que la palabra sirva para pagar este tipo de cosas tan caras. ¡Que viva la utopía! Salud.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Igualdad

Hace tiempo que se ha puesto de moda hablar de igualdad. Incluso hay un ministerio de igualdad. Resulta moderno hablar de este tema y queda bien hacerlo en público. Pero en la vida privada la cosa cambia. No gusta y la gente despotrica. Las mujeres no quieren igualdad. Manifiestan que no son iguales sino diferentes. Que sus aportaciones no son iguales ni las mismas que las de los hombres, sino diferentes. Son iguales ante la ley y en todo lo que les corresponda pero no porque sean mujeres sino porque la ley así lo dice y punto. En el fondo nadie quiere la tal igualdad que tanto se pregona en público.
El rico no quiere igualdad con el pobre y fomenta la distancia tanto como puede. El patrón no quiere la igualdad con sus asalariados y bien que se esfuerza para que esto no ocurra. ¡Igualdad de qué! Los catalanes no quieren igualdad de sus estatutos y en sus territorios con los madrileños ni con los vascos ni con los gallegos ni con los andaluces. Son diferentes y quieren seguir siéndolo y así lo han manifestado en repetidas ocasiones. Todas las comunidades buscan en su historia algún hecho diferenciador que los haga distintos.
En la vida cotidiana, en el barrio, en el trabajo y dónde sea la gente cree que es más y mejor que los otros y por tanto no hablan de igualdad. Yo soy más rico, mi trabajo es mejor, cobro más, mi casa es más grande y mi coche es de una gama más alta. Son hechos diferenciadores de la clase social. Cuando alguien pretende cambiar esto recibe críticas de todos los lados posibles. Este grupito de personas disconformes con el sistema que se manifiestan y acampan en cualquier sitio que les de la gana tampoco quieren ser iguales que otros. Meten presión a los políticos y a los mercados. Ni unos ni otros se dan por aludidos y pasan. ¡Democracia real, ya! ¿Qué no tenemos democracia en España? Entonces de qué puñetas estamos hablando. Otros, para marcar distancias y evitar la igualdad, se instalan en la mala leche, en la cobardía y en el Alzheimer subvencionado para ir diciendo que son un grupito minoritario de la extrema izquierda. Sólo son ganas de insultar. También hay contestación desde la intelectualidad de la mano de Zygmunt Baugman. Es un libre pensador que tiene el honor de poseer una entrada en este blog y que cree, desde el análisis reposado, que se trata de un movimiento emocional e instintivo pero que detrás no hay un pensamiento y mucho menos una ideología clara y tampoco una hoja de ruta y que, por tanto, de seguir así, quedará difuminado en el tiempo hasta desaparecer.
No somos iguales. Que nadie lo pretenda y que nadie lo quiera imponer. Hay que pensar más y hablar lo justo para no llegar a la tontería. Salud.