jueves, 27 de octubre de 2011

Globalizado

Muchas veces me he preguntado cual ha sido el momento histórico por el que el mundo fue globalizado. Ahora mismo estamos hablando de un mundo globalizado con gente globalizada y enganchada a redes sociales que por cierto no tienen fronteras. Este hecho indiscutible tuvo que tener un origen. Hace siglos Europa era lo que era y nada mas. África existía pero no interesaba a nadie menos a algunos aventureros y exploradores. Al otro lado del pacífico no había nada porque el mundo terminaba en Finisterre.
Un hecho insólito cambió el curso de la historia, seguramente. Apuesto por Cristóbal Colón o quién fuera cuando dijo que el mundo no terminaba en Finisterre. Que había mucho mar y más tierra. El nuevo mundo. Aparte del hecho histórico que todos conocemos porque lo hemos estudiado hay que destacar que gracias a esto -posiblemente y en mi opinión- se inició el proceso de globalización que duraría siglos. Alguien pensará que la cosa va por el tema tecnológico y esas cosas. Con el descubrimiento de América empezamos a comunicarnos con otros y a intercambiar todo tipo de cosas aunque al principio reconozco que la cosa era lenta. Creo que podríamos cambiar la palabra "intercambiar" por la de mangonear con todo lo que ello significa.
Llegaba alguien con noticias para el rey, éste consultaba con su plana mayor, daba la orden oportuna y vuelta a las américas para que se ejecutara la orden por el responsable de turno. A todo esto podía haber pasado entre cuatro y seis meses. Casi nada. Así nos fue. Pero hay un hecho innegable. Desde el nuevo mundo se trajeron alimentos, personas, semillas y muchas otras cosas de mas o menos valor. Desde España se exportó mucha cosa aunque básicamente nos referimos a la cultura -nos guste o no-. Este intercambio hizo que los de allí cambiaran y los de aquí también. Cultura, costumbres, hábitos de todo tipo y enfermedades y la forma de curarlas. Aquí se empezó un círculo importante. Se traían cosas de interés general y luego desde España se exportaban a otros países de Europa con lo que comercio y economía empezaron a globalizarse amén de las personas que tenían la responsabilidad de hacer esto posible.
De las muchas cosas que pasaron según la historia quiero destacar que gracias a la llegada de la patata millones de europeos no murieron de hambre y que por culpa de exportar la malaria millones de indígenas americanos murieron por enfermedad. Pasamos de tener criados a tener esclavos y muchas cosas mas. Los microorganismos se adaptan más y mejor que las personas y esto fue uno de los inconvenientes. La globalización actual entendida como la culminación de lo que comenzó con el descubrimiento del nuevo mundo ya no tiene límites en lugar y tiempo y entiendo que resulta ser un gran avance tecnológico y cultural imparable. Resulta evidente que esto puede ser bueno y malo a la vez y todo depende de nosotros. Lo que antes tardaba seis meses ahora tarda milésimas de segundo. Es cuestión de aprovechar todo esto en beneficio de la humanidad. Toda. No unos pocos como parece que ocurre. Salud.

miércoles, 19 de octubre de 2011

ONU

En un programa mediocre de televisión, con contertulios mediocres y un moderador que ni fu ni fa se hablaba de la última Asamblea General de Naciones Unidas. En un reportaje previo resultaba curioso ver a los jefes de estado y de gobierno subir al estrado y hablar. Más que un decir cosas importantes era una recreación en experiencias propias vividas en el país de cada cual y presentándolo como un modelo a seguir. Centran el discurso en llamar la atención en algo difuminado para la historia. No se aprecian aportaciones deslumbrantes porque tampoco se pretenden y no se pretenden para que luego no haya debate. Pues entonces no hay razón para esforzarse. No hay ningún homologo sentado en la sala de sesiones. Más de la mitad está vacía y los que allí están son cuatro pringados que cobran una dieta para estar. El pinganillo que llevan puesto no es el de la traducción simultánea sino los auriculares  del reproductor mp3 con la música de cada uno.
Tanto el que habla como el que hace que escucha lo hacen desganados y el que habla, cuando termina, guarda celosamente el discurso que volverá a pronunciar el año que viene -un poco retocado-. Es un esperpento ver el susodicho reportaje. Los periodistas no se inmutan porque cubren un acontecimiento que no les interesa porque no es noticia. No será noticia nunca porque a la gente no le interesa esto. No es noticia de portada ni de segunda página. Es un evento adecuado para que el becario o el periodista en prácticas empiece a coger tablas. El ciudadano de a pie, que es el que paga el montaje, no se entera porque no le informan. Ya ves tu dónde hemos llegado.
Y va el jefe de los palestinos y dice que quiere entrar en el club. Seguramente lo dice porque no entiende nada. Lo importante, a día de hoy, no es entrar, sino salir y liberarse de tanta tontería, cinismo y paripé que no conduce a nada y cuesta dinero. No es serio seguirles el juego a los poderosos que montaron el club y que se dotaron del derecho a veto. Se hace lo que yo quiero y lo que yo digo o de lo contrario lo voy a vetar y no se hará nada. Queda dicho. Lo importante es salir y dar un portazo ¡collons!
Y después de esto la tertulia de rigor con opiniones encontradas buscando la brillantez para subir escalones y dejar de ser un periodistillo para convertirse en analista político -que mola más- y reporta mejores dividendos. Se quejaba un contertulio de otro; "si no me dejas hablar cuando te interrumpo nunca podrás conocer mi opinión". "Tengo que interrumpirte porque eres capaz de decir alguna verdad que a mi personalmente no me interesa". Los dos besugos analistas todo el rato así. El moderador, a todo esto, no modera, hace dejación de funciones y no será despedido. Estamos hablando de la ONU. Un club selecto donde casi todos los países están representados con voz pero sin voto y algunos con derecho a veto. Esto significa que sólo se hablará y discutirá de lo que interese a alguno de los países fundadores y cualquier resolución que no interese se vetará y archivará. Con estas reglas de juego no es interesante entrar. Lo inteligente es salir. Pues resulta que todos quieren entrar y nadie de dentro ha pedido para salir. ¿Se entiende? Yo, no. Salud. 

jueves, 13 de octubre de 2011

Conventos

Ahora resulta que Mallorca se está quedando sin monjas y sin sacerdotes. Es significativo y bien merece una reflexión -no de tipo religioso- sino dentro del contexto sociológico que esto significa. La cuestión es que la religión ya no vende porque no mola. El homo tecnológico y globalizado no está por la metafísica porque ello no conduce a nada productivo. A día de hoy la gente apuesta por lo seguro para sobrevivir y como los caminos de Dios son inescrutables, pues lo dejamos y así no perdemos tiempo. Hay que decir, además, que la mediocridad moral de algunos de los representantes religiosos roza la delincuencia. La religión que hasta no hace mucho gozaba de buena salud se ha debilitado en los últimos tiempos de tal forma que ahora mismo nos encontramos sin recambios -no hay banquillo- y los conventos se están quedando vacíos. Se trata pues de darles otro uso sin más aclaraciones demagógicas. Ni siquiera la crisis ha supuesto un balón de oxígeno para la iglesia como sí lo ha supuesto para el ejército. Ante la falta de trabajo nos metemos antes a militares que a monjas o sacerdotes.
Un superviviente a todo esto es el jefe Rouco que vive en Babilandia. Pensó que con las JMJ volvería a llenar conventos e incluso habría que construir mas y, por lo que parece, nadie ha presentado la solicitud de momento. No se entera, se codea con amistades peligrosas y antes de morir ya se ha instalado en el limbo para vivir la soledad del perdedor. Evidentemente el asunto de las vocaciones se le ha ido de las manos. Hemos visto a las monjas haciendo la ola y riéndole las gracias al sucesor de Pedro pero ni con esas. La gente no llama a las puertas de los conventos o seminarios para tomar los hábitos y apuntarse a unas promesas de pobreza, obediencia y castidad porque esto es algo contranatura. Será que no. Mallorca ha sido vanguardista en estas cosas y en cada pueblo había uno o varios conventos repletos de monjas dedicadas a menesteres variopintos como ayuda y acompañamiento a ancianos y moribundos con patrimonio y abultada cartilla, dispensario para inyectables, guardería de pago y escuela infantil de alto estanding. Recuerdo, también, una o más parroquias con varios sacerdotes. Las cosas, a día de hoy, son bien distintas. Un sacerdote o dos por demasiadas parroquias.
A todo esto muchos conventos han echado el cierre. No hay vocaciones, dicen. ¿Vocación de qué? Es evidente que si en pleno siglo veintiuno te ofrecen vivir el estilo de vida propio de la edad media digas que nones. Las que lo han intentado han sido apartadas y de ello se ha dado debida cuenta en este blog. El lado positivo de todo esto -aunque no sea el más indicado para hablar de ello- es que los conventos han sido reconvertidos en centros multiusos y polivelentes para la población. En mi pueblo, "Ca ses monjes" es un centro multicultural con unidad básica de salud, centro de día para mayores con problemas sociosanitarios, biblioteca, centro de reuniones para jóvenes, centro de reuniones para gente de la tercera edad, guardería pública, sala de exposiciones y reuniones, centro de la asociación de vecinos, escuela de ball de bot y xeremies, y muchas más cosas que no había antes de que las monjas ahuecaran. Es noticia porque en Mallorca estamos aprendiendo a vivir sin monjas y no pasa nada y porque quedan reductos de lamentable sentimentalismo que no conduce a nada. Transformar un convento en un edificio polivalente es un acierto para el uso que se le da y porque se mantiene el edificio que también tiene su interés. No creo que haya vuelta atrás, ni siquiera sin Murgui, sin Rouco y sin Bene. Salud

martes, 4 de octubre de 2011

A callar

No gana uno para sobresaltos. Ahora resulta que mi estimado Mario -el último Nobel de literatura- ha hablado. Se ha comunicado a través de la palabra en vez de la escritura y ha sido para decir que ve al actual jefe de la oposición mejor preparado para liderar la próxima legislatura. El intelectual piensa que Don Maria-NO será mejor presidente que otro; por ejemplo, Rubalcaba-SI. Después de esta opinión resulta evidente que no le darán otro Nobel de nada y resulta comprensible -viendo como piensa- que su paso por la política peruana le proporcionara más penas que gloria. A ver Mario, lo que hace un escritor de renombre como tú es escribir libros buenos para que la gente los lea. Un escritor e intelectual sólo debe de escribir en su intimidad para procurarse una buena concentración y no descuidarse en otras cosas. El buen escritor -según el manual- sólo abre la boca para presentar sus libros en sociedad, para responder preguntas de literatura en algún programa cultural o para dedicar un discurso de agradecimiento después de haber recibido un premio. A parte de esto ¡a callar! Para decir incongruencias, el político es autosuficiente, se basta a sí mismo, no necesita ayuda de nadie. Será una casualidad o no pero cada vez que un escritor abre la boca y habla y no es para alguno de los supuestos que he mencionado antes, simplemente la caga. Mario la has cagado. Escribe y calla, no te vayamos a poner un negativo.
Han salido a relucir sus miserias privadas. Ha esclarecido algunas zonas oscuras de académico. Ha extrapolado sus picardías profesionales al mundo de la vida pública de la política. Ha puesto de manifiesto que sabe prostituirse para la obtención de algún beneficio. Ya explicará cual. A lo mejor aspira a la "cartera de recortes culturales". Bueno, a lo mejor no se dice exactamente así. Voy un poco liado últimamente. Me lo imagino en el hemiciclo del congreso abucheado por la oposición y gritarle "Mario manostijeras". Ha dejado de ser serio y reflexivo para convertirse en un pintoresco personaje del club de la comedia del mal gusto. De los chistes malos. Después de su paso desastroso por la política peruana a venido a probar fortuna en España y al primer paso que ha dado se ha torcido el tobillo. Ahora anda con escayola, cojeando y flanqueado por dos muletas que lo tambalean. Con sólo decir lo que ha dicho se ha convertido en una vuvuzela o lepatata de la derecha. Eso que hace mucho ruido y molesta.
Ha sido una incursión poco afortunada de un hombre de letras de ficción y la política no tiene nada de ficción sino de cruda realidad antisocial. Ha sido como un pasaje de novela negra. No quiero ser mal pensado pero ese guiño a la derecha puede implicar una incipiente amistad con otros anormales como el autor de Alatriste o este que dice que nació en Corea -y no es verdad- y que es misógeno. Estos pseudo intelectuales a los que el alma y el corazón le han ganado la partida al cerebro. Por un momento se ha evadido de su condición NOBELesca y ha bajado al mundo de los del encefalograma plano. Es cierto que nadie es perfecto pero, con la boca cerrada se nota menos. Ha pasado de narrativa inteligente a verborrea de bajo coste. Cuando uno es famoso tiene que medir muy mucho lo que dice y lo que hace.
Mario, dedícate a la literatura y olvida la política. No vuelvas a cagarla. Escribe y calla, porfa. Salud.

viernes, 30 de septiembre de 2011

Derechos

Hay en mi calle un coche que está aparcado. Mal aparcado para ser mas exactos. La cuestión es que este invento tiene cuatro ruedas, precisamente para poder rodar. Su función es moverse o desplazarse de un lugar a otro sobre cuatro ruedas sea quién sea que vaya dentro. Desde hace meses el coche no cumple con la función por la que se inventó,  se fabricó y se vendió. El coche no rueda. No se mueve. Está parado y, como he dicho antes, mal estacionado. Me pregunto si es menos coche o mal coche por estar mal aparcado y no rodar. Supongo que no. Ha rodado lo que ha querido su dueño y ahora lo tiene aparcado pero sigue siendo un buen coche aunque sus ruedas estén paradas y no rueden desde hace meses.
Cuando se acercan unas elecciones algunos  políticos se afanan por explicar las bondades de sus programas con la intención de convencernos y recoger nuestro voto. Dicen que si somos buenos demócratas tenemos que ir a votar. Este acercamiento intimista del que quiere mi voto me inquieta mucho desde siempre. 
Soy demócrata y tengo derecho a voto. Que no se le olvide a nadie. Pero que no tengo la obligación ni el deber de ir a votar. Soy como el coche que hace meses que está mal aparcado en mi calle. Si no voy a votar no me convierto en menos demócrata ni mal demócrata. Simplemente no ejerzo mi derecho. Que lo tengo. Pero puedo asegurar que seguiré siendo un gran y esforzado demócrata de izquierdas porque cumplo con mis obligaciones como ciudadano. A día de hoy, votar, no es una de mis obligaciones ni está dentro de mis preferencias vitales.
Hay verdaderos especialistas en manipular el discurso. De hacerte creer que para ser un buen demócrata tienes la obligación de ejercer el derecho de ir a votar. No es así. No me da la gana de malgastar mi voto para beneficiar a alguien que después de haber conseguido lo que pretende me va a dar la espalda. Se rebelará contra mi y hará justo lo contrario de lo que prometió en campaña con excusas diversas. Es fácil entender esto aunque algunos no lo entienden ni lo entenderán porque viven en las cloacas de la intelectualidad y por consiguiente sólo pueden dedicarse a la política porque en cualquier otra empresa ya los habrían finiquitado. De todas formas esto tiene fácil solución. Pistas: haga usted un programa y lo registra en una oficina notarial. Lo hace público y lo explica. Si incumple el programa-contrato debo poder demandarlo por la vía judicial y que esté tipificado como delito en el código penal el incumplimiento del programa. Si esto algún día es así es posible que utilice mi derecho a voto y lo haga. De lo contrario seguiré de demócrata pero aparcado. Además le criticaré tanto como pueda todas aquellas iniciativas que tome y que no se corresponden con el programa-contrato. Porque también tengo ese derecho como buen demócrata.
Es de una miseria infinita tentar nuestras conciencias diciéndonos que si no votamos no somos demócratas. Hay gente poco o nada inteligente, que no ha pasado la itv psicotécnica, y que traga con esto. No es mi culpa. Expliquen la letra grande y la pequeña y no prometan nada que no puedan cumplir. En este caso, yo que soy demócrata de izquierdas de toda la vida porque cumplo con mis obligaciones cívicas, me subiré al coche. Lo pondré en marcha y lo haré rodar. Incluso lo aparcaré bien. Salud.

lunes, 26 de septiembre de 2011

Liberados

Hay cosas que deben verse bajo la perspectiva del sentido común y no desde una óptica política de derechas o de izquierdas. Que existan sindicatos está bien pero que funcionen tal cual están las cosas no lo veo inteligente. En estos momentos carecen de toda credibilidad y están bajo sospecha. Un sindicato está porque hay trabajadores por cuenta ajena que necesitan que alguien vele por su seguridad jurídica. Este sindicato debe sustentarse con las aportaciones de sus afiliados y no con las del estado. No se puede funcionar así por lo que habrá que reinventar el sindicalismo.
Un sindicato que se precie -que los hay, aunque en España no, de momento- debe autofinanciarse a través de las cuotas de sus afiliados. Me explico; yo estoy afiliado a un sindicato profesional que vela por mis intereses, que se mantiene porque los afiliados abonamos unas cuotas y se preocupa de que el patrón no pisotee mis derechos que es a lo que va cualquier empresario por tendencia natural. Si algún día me quedo sin trabajo será el mismo sindicato el que me pague un subsidio de desempleo y, por la cuenta que le tiene, me buscará otro trabajo adecuado a mis posibilidades profesionales y al que yo no podré renunciar. Es posible que me lo encuentre con cierta rapidez para ahorrarse un sueldo. El estado, en todo este proceso, no debe de intervenir para nada. Ni oficina de empleo, ni paro, ni nada. El sindicato, por tanto, tiene la doble función de velar por mis derechos adquiridos en los convenios y actuar como empresa de trabajo al buscarme una ocupación adecuada si perdiera la que tengo. Si hay sindicalistas que deban ocuparse a tiempo completo cobrarán de las cuotas de los afiliados y no se llamarán liberados sino trabajadores sindicales. Este es el sindicalismo de verdad y nunca podrá haber malos entendidos entre las actuaciones del estado y las de los sindicatos ni podrá decirse que hay cierta connivencia entre ellos. Transparencia total.
Los sindicatos deberían liderar esta opción en un acto de responsabilidad, de no dependencia, de dignidad y de transparencia en su gestión. Mientras reciban dinero del estado y de los empresarios siempre estarán bajo sospecha. Es así aunque algunos no quieran verlo de esta manera. Ahora parece que hay cierta cordura en este tema complicado y el gobierno ha dicho que no paga a más liberados ni cede locales y que en breve quitará subvenciones. Esto tenía que haber salido del mismo sindicalismo, pero no ha sido así. Lástima porque les hemos visto las intenciones.
El trabajador tiene la opción de sindicarse y pagar una cuota mensual o no hacerlo y pagar a un abogado en caso de conflicto. En el segundo supuesto el trabajador debe tener claro que no percibirá ninguna ayuda en caso de perder el empleo y que tendrá que buscarse la vida por sí mismo. Cada uno debe ser libre para optar a lo que más le convenga o le parezca oportuno. Así las cosas todos salimos ganando. El estado ahorrando y los sindicatos aprovechando la crisis para ponerse las pilas y practicar un sindicalismo de verdad que ya está implantado en otros países y que funciona pefectamente bien. Los tiempos cambian y algunas cosas también. El sindicalismo español tiene una oportunidad única de reconvertirse en una cosa seria y con competencias bien definidas y sobre todo, transparencia en su gestión. Salud.

viernes, 23 de septiembre de 2011

Autor - Editor

Hace tiempo que estamos familiarizados con eso de cocina de autor y ya lo damos por bueno. El cocinero es el autor del plato que te vas a comer pero antes de hacerlo lo ha creado. Tiene la patente si es que esto existe y se puede decir así.
Ahora alguien ha acuñado lo de libro de autor y esto es novedoso. Siempre hemos dado por bueno que quién firma el libro es el autor del mismo. No sabía que pudiera ser de otra manera. Leo que el último libro de no se quién es un libro de editor. Los tiempos cambian, es evidente, y las cosas se dicen de otra manera aunque significan lo mismo de siempre. La idea no ha cambiado, lo que ha cambiado es la forma o manera de decir o denominar ciertas cosas. Libro de autor se define como el contenido que el escritor ha querido plasmar en su obra. Ha escrito lo que le ha venido en gana. El editor se lo publicará o no pero eso es otra historia. El libro de editor es el contenido de una obra que el editor quería y para la cual se ha buscado un escritor. En este caso el autor ha escrito un libro sobre un tema que el editor le ha propuesto porque así lo quería. Si el editor se queda satisfecho con el resultado lo publicará y si no, puedes corregirlo o te lo quedas porque no me interesa. El autor o escritor, de este último caso, no ha escrito algo que le haya despertado simpatía. Simplemente ha escrito por encargo. Ya nos vale y si es bueno tanto mejor.
Me he enterado de que ha nacido una editorial independiente que publica textos heterogeneos de pensamiento y creación. Textos que transmiten un mensaje. Da igual de lo que escribas porque si es bueno la editorial te lo publicará. Otras no son independientes y sólo te publican aquellos textos cuyo contenido esté en la línea de pensamiento de la editorial. Si la editorial es de los obispos y vas con un manuscrito titulado "Dios no existe" no te lo van a publicar con toda seguridad y por muy bueno que sea el texto. Es posible, en cambio, que te publiquen alguno que se titule "Soy pedófilo", por poner un ejemplo.
La última novedad en esto de las editoriales es una que ha aparecido recientemente y que sólo publica libros copiados y mejorados. Ni plagios ni reproducciones ni media tontería de nada. La ley dice que no puedes reproducir y que no puedes copiar para empeorar (plagio) pero no dice nada de copiar para mejorar. En el fondo lo que el editor quiere es mejorar una obra ya escrita. Contrata autores atrevidos a los que paga y publica obras mediocres siempre que consigan mejorarlas sustancialmente. Puedes retocar la idea inicial, cambiar nombres, lugares, añadir o quitar secuencias y lo que quieras. El fin último es convertir un bodrio o un tostón ilegible de lo malo que es en un best seller. Es muchísimo mejor que el original y se vende muy bien. Sólo hay un pequeño problema en todo este asunto y es el cómo interpreta un juez el resultado final. Según lo plantee el juez se podrá publicar o no porque será legal o no y entre medias puede haber litigios. Se trata de convencer. Si la copia es de mejor calidad no es plagio y si no copias al pie de la letra no es reproducción. Es un terreno resbaladizo en el que algunos autores y editores se mueven muy bien. Bienvenida la idea si conseguimos mejorar algunas obras escritas que cuando las lees te provocan cataratas y mal estar general. Salud.

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Gonzalo

Es un personaje solitario. Enviudó joven y no supo rehacer su vida. O no quiso. No se. Vive en el quinto piso de un inmueble antiguo de una céntrica calle con poco tráfico. Vive en un tiempo pasado. Se llama Gonzalo pero es una mujer. Nadie sabe qué paso. Ella no sabe porqué se llama Gonzalo. Su padre pronunció mal el nombre o lo hizo aposta porque quería un niño. Quizá el funcionario del registro lo entendió mal o tenía mala letra y se leía mal. Fuera lo que fuese, ella, Gonzalo, lo tiene muy bien asumido y le da igual. Es una mujer vencida. Se ha tirado a la rutina porque ésta la mantiene viva. Le faltan afectos por la soledad de su existencia. Demasiado tiempo. Vive en un engaño como en el caso de su nombre. Mantiene unas excelentes relaciones inexistentes con sus vecinos. No mantiene vínculos afectivos porque ha perdido las costumbres sociales y no se acuerda de cómo se hacen las amistades. Vive consigo misma y le va bien.
Hoy su vida ha dado un salto cualitativo porque ha salido en televisión en el programa "comando actualidad". No sabe expresar sus sentimientos ni otras cosas de su vida y la periodista que la presenta se afana para arrancarle monosílabos y poco más. Su vida es de color gris. Ha renunciado a demasiadas cosas y no tiene ilusión ni siquiera para salir en la tele. En su casa nada destaca y nada sobresale. Una radio antigua le hace compañía porque la tiene encendida todo el día. Hoy, a Gonzalo, se la ve traspuesta. Su casa llena de gente, cables por los suelos, focos, micrófonos, maquillaje. Se la nota incómoda. Quiere que esto pase pronto y volver a encerrarse en su rutina que la mantiene viva.
Se la supone inteligente pero no destaca. Era profesora de instituto. Daba clases de refuerzo a alumnos con dificultad en el aprendizaje. Pero enviudó. Ahora no guarda ningún vínculo con el pasado. Su historia es un fracaso vital y social. Mantiene los valores que le inculcaron pero los tiene sin actualizar y sin homologar pero ella no lo sabe ni falta que le hace porque no se relaciona. Cuando tiene un problema acude a su vecino de rellano del quinto piso donde vive y éste se lo soluciona. Sube y baja por la escalera. El inmueble es antiguo y no tiene ascensor. Se ha vuelto pueril y no tiene conciencia de que existe para los demás. Hace tiempo que enterró toda esperanza de ponerse al día. El tumulto le produce horror y se le nota cuando la cámara le enfoca. Su estatus social es bueno y su nivel cultural también pero se ha propuesto vivir en un eterno crepúsculo y esto, en vez de perturbarla, la tranquiliza. Con todo este galimatías del programa sufre sentimientos encontrados y se lo cuenta a la periodista que la anima a desenclaustrarse.
Representa con valentía su papel de mujer que ha decidido vivir en una franquicia social precaria y a contra corriente hasta que un día dirá basta, o no, y cambiará a una vida social estresante. Lo bueno de todo esto es que no está regulado por lo que cada cual puede vivir la vida que quiera y como quiera o como pueda sin que la justicia le plante cara. No se deja influir por tendencias ni modas. La historia de Gonzalo no tiene mucho que contar. Con saber lo que hace un día sabes lo que hace siempre. En la intimidad se comenta que le ha dicho a la presentadora que quiere cambiar. Se verá. La chica que presenta el programa ha dicho que volverá sin cámaras y hablarán del tema. Hoy podría ser un buen comienzo para cambiar. Actualizarse. Conocer el estrés. Cambiarse de ropa cada dos por tres según la ocasión. Saludar al vecindario y hablar.  Ya se verá y lo contaremos. Salud.

domingo, 18 de septiembre de 2011

Novela

Últimamente, en cualquiera de los textos que leo, encuentro alguna referencia a Flaubert. Será casualidad. Estas cosas ocurren en todos los ámbitos de la vida. Cuando alguna mujer está embarazada ve embarazadas en cualquier lugar y momento. Te compras un modelo de coche y por todas partes ves el mismo modelo de coche que te has comprado. He leído que Flaubert dijo que "la literatura es un castillo de palabras que se sostiene por sí solo". Es cierto. Sea el tema que sea que un autor trata en un libro, lo importante no es sólo el fondo de lo que quiere decir sino también la forma con qué lo dice. Lo que quiere decir es importante pero más aún lo es el cómo lo dice. Este es un tema que ya hemos tratado.
Lo importante es contar con un tema provocador. Es un buen punto de partida. Si no provocas -para bien o para mal- el lector pierde el interés y te deja. El proyecto tiene que estar estructurado y con un hilo conductor porque si el lector se pierde por el camino, también te deja. Los textos tienen que tener calidad y palabra llana y entendible. El lector no recurre al diccionario cada vez que encuentra sinónimos que no entiende por su uso infrecuente y cuando se cansa de estas palabras que no entiende y por no abrir el diccionario, pues te deja. Tienes que intercalar todo un catálogo de cosas que ocurren a diario y que rocen la obscenidad. Ocasiones macabras, violencia, reflexiones de la vida y la muerte, relaciones tortuosas entre protagonistas, desviaciones sexuales, sistemas y anti sistemas, amor y poesía y algunas dosis de humor bien intercaladas y muchas más cosas de esas que ahora estás pensando. Misterios y enredos que no tienen porqué terminar como uno desearía. Tienes que darle motivos de interés al lector.
A ratos, el lector tiene que estar de tu parte. Lo tienes de aliado. En otros momentos tiene que estar enfrentado a ti y tenerlo de enemigo y en algunos episodios lo tienes que tener desconcertado. Tema de actualidad y contado sin demagogia para que el lector tenga el momento "ahora mismo no lo puedo dejar porque estoy enganchado" y el momento "no pienso seguir leyendo esto". Cuando dice lo último es una buena señal porque has despertado un dilema en su interior y tendrá que seguir para solucionar el problema que le has causado. Las confesiones de los personajes tiene que ser de estos que no se cuentan a nadie porque el lector también tiene cosas íntimas de esas que nunca contaría. Si la novela o el escrito literario se entiende, se da por bueno. Si no se entiende aburre y se deja. Amores prohibidos, situaciones comprometidas y complejas, rayas rojas donde a menuda se camina por encima, cumplir la ley por un lado y saltarse algunas normas por el otro. Los personajes tienen que tener sus propias reflexiones a modo de ensayo que a buen seguro serán apoyadas y asumidas por los lectores. Otros, no estarán de acuerdo. No atiborrar de personajes ni poner nombres impronunciables porque el lector puede perderse ante tal cantidad de gente y llega un momento en que no sabe quién es quién. El lector tiene que ser una especie de detective en la obra para que vaya descubriendo detalles semi ocultos que lo mantengan interesado hasta la conclusión.
Estas novelas existen. Hay que saber encontrarlas, leerlas y disfrutarlas. Y seguramente, no los ha escrito Carmen Mola. Salud.

jueves, 15 de septiembre de 2011

Agravio

Un autor literario ha escrito que ..."las personas que saben hacer cosas las hacen; los que no saben enseñan a otros a hacerlas; los que no saben enseñar enseñan a los que enseñan y los que no saben enseñar a los que enseñan se meten en política o en la judicatura que no requiere de casi nada...". El saber no vale, sólo vale el poder. Nada nos protege de la idiotez salvo la experiencia. Llega un momento en el que creemos que el mundo no tiene sentido y para escondernos de esta apreciación nos volvemos infantiles de tal forma que nos creemos todo como cuando los Reyes Magos o el Ratoncito Pérez.
Uno que asciende en la escala social en la misma proporción e intensidad que su incompetencia resulta ser un peligro. Sin éstos las cosas estarían mejor. El poder en mayúsculas, tendría que estar en los actos de cada uno. Sostiene este autor que los hombres somos animales programados para comer, dormir, reproducirnos, conquistar y asegurar territorio y los más hábiles -a saber, los más animales- lo están consiguiendo. Los supuestamente inteligentes nos dejamos engañar por los más hábiles, los que mejor desvirtúan las cosas y los hechos. Es lo que hay y es lo que tenemos. Es un terrible agravio a la naturaleza humana y animal. Es una contradicción. De seguir así nunca avanzaremos hacia la verdad, hacia lo bueno y hacia el bien. Estamos sometidos y sin capacidad de defendernos y de revolucionarnos. 
El dualismo cartesiano ha resultado no ser del todo cierto y además cursilón. Aquello de que "pienso, luego existo" es una pamplina pueril y tontorrona. Si piensas debes ser inteligente y si eres inteligente deberías rebelarte contra el sistema para poder existir. Estar vivo y hacer idioteces al dictado de los incompetentes no es existir, simplemente es vegetar alienado. Uno de los textos de Ramón Llull explica que un rey aquejado de la enfermedad de la muerte reúne a sus dos hijos porque quiere hacer testamento. Les pregunta qué prefieren heredar, un bien inmaterial como la sabiduría o un bien material como la riqueza. Un hijo quiere lo primero y el otro hijo quiere lo segundo. El rey consulta con los sabios del reino y firma el testamento dejando todos sus bienes materiales al hijo que desea sabiduría y al otro un sueldo vitalicio para sobrevivir y poco más. Acuerda en el testamento que sin sabiduría no se puede administrar la riqueza. La riqueza gobernada sin sabiduría se pierde en despilfarros y caprichos que aparecen oportunamente. Ramón Llull ya lo tenía claro, lo dejó por escrito y nosotros no hemos aprendido nada. Qué fatalidad. Habrá que tomar buena nota de quién gestiona bien los recursos materiales de que dispone y que no son sólo suyos sino de la comunidad. Nos jugamos el futuro. Salud.