jueves, 11 de octubre de 2012

Sin prisa

Escribir en el blog me relaja. No preciso la celeridad de la inmediatez. Que ya es mucho. No tengo necesidad de actualizar la actualidad. Esto de: Ahora mismo o ya no me sirve. No es mi caso. Ni mucho menos. Es un sentarse relajado delante de un papel en blanco -una libreta de bloguero- que la llamo yo. Desarrollar un tema o darle forma a una idea. Relatar un sentimiento con todo el tiempo del mundo por delante. El tiempo que haga falta. Lo necesario porque aquí no hay prisas. Luego de todo esto, lo que quede escrito, será leído tantas veces como haga falta para darle forma y consistencia. Corregirlo y pulirlo hasta que quede listo para ser publicado. Es así. Debe ser así para que funcione y yo esté satisfecho conmigo mismo. Es artesanía del arte y de lo artístico. De la plástica de la escritura y de la sintaxis. De lo que ves, oyes, piensas y luego escribes. Pero sin prisas. Lo dije antes. Esta es la pretensión del blog.
Quien lee hace lo propio. No encontrará noticias de actualidad que terminan de suceder. Tampoco se puede entrar con prisas y echar una ojeada. Esto no funciona así. Cada entrada se lee al ritmo que se toma un café. Se sorbe cada palabra y cada frase. Cada párrafo. Es una degustación. Una cata. Busca sabores, gustos, aromas, matices, colores, texturas, formas. Hay que entenderlo en su justa medida y en sus justos términos. Tampoco tiene que haber celeridad por parte del lector. Se lee a conciencia o no se lee. Hay que buscar el momento. La predisposición. El instante de la empatía literaria. O no se hace. Cada uno debe dibujar en su mente la idea que se quiere transmitir. Con lo que está escrito y con lo que se ha callado. Encontrar el punto de encuentro ideal entre lo escrito, lo que se lee y lo que se entiende de lo que se ha leído.
Todas las palabras tienen su propio significado en sí mismas. Estas mismas palabras deberán ser matizadas en el contexto y podrán adquirir otro significado. No hay otra forma de hacerlo. Insisto en que esto es un blog. Son relatos breves. Puro ensayo de ideas, de emociones y de sentimientos. Es un estilo de vida y una forma de entender la vida. No se confunda con un periódico, con una revista rosa, un tratado científico o una reseña histórica de la historia. Entendimiento literario entre dos personas que intercambian puntos de vista y sensibilidades. Pero ante todo tiene que producir satisfacción en todos. Un regusto agradable en la mente y en el alma. Decía que es un ensayo. Un explorar ideas sobre temas importantes, o menos. Es buscar puntos de encuentro entre lo que pienso y escribo y lo que piensa quien me lee. Tiene que haber una intencionalidad, a priori, de complementarse. Un intercambio cultural. Aunque luego no sea así. Que podría ser. Como no. Es la justificación de este blog. Se intenta la perfección aunque no se puede objetivar. Incluso voy a dar por buena una cierta imperfección casi perfecta. Se pretende intensidad en lo que se escribe. Siempre. Pero el umbral de lo aceptable puede variar de un lector a otro. Lo importante es que cada uno tenga su parcela. Su punto de encuentro lo más real posible.
Utilizo un estilo mixto que me resulta cómodo. Un conversar con el lector sobre temas diversos y buscar puntos de referencia y de encuentro. A veces reconozco que dejo deslizar la pluma sobre el papel en blanco y que escriba lo que quiera. Le doy libertad de movimientos y puedo llegar a asombrarme. Escribo descalzo para que el zapato no apriete y las ideas fluyan con más libertad. No me gusta utilizar palabras que precisen de diccionario de cabecera para ser entendidas. El vocabulario coloquial de andar por casa resulta. Es respetuoso y es agradecido. El vocabulario soez no hace falta. Este que utilizamos en la cola del super un día de cabreo y crispación y que además hay alguien que intenta colarse. Carallo.
No tengo que convencer a ningún agente literario ni a ningún empresario editorial. No tengo que escribir para privilagiados. Lo hago para mentes modestas y sensibles. En el fondo hay un cierto pánico encubierto y disimulado. Nos estamos acostumbrando a las prisas y a la inmediatez. Intentaré alejarme lo más que pueda de todo esto. Si cuando escribo estoy en el entorno adecuado se nota y si el que lo lee también está en el entorno adecuado, también se nota. Pues queda dicho. La construcción de cada entrada se seguirá haciendo así. Salud.