jueves, 26 de julio de 2012

Investigar

Hace unos meses que Luis C.O. de 36 años, funcionario de prisiones, estuvo en misa de las 20:30 h. en la basílica de San Lorenzo de Sevilla. Al terminar, el susodicho se dirigió a la cola del besapiés y en un momento dado, saltó una barandilla que accede a la talla del Jesús del Grán Poder y se lió a óstias con él. En la refriega, la talla resultó contusionada, con arañazos, la túnica rasgada y magulladuras varias. Lo más grave fué que le arrancó el brazo derecho de cuajo. El supuesto enajenado fué reducido por algunos de los presentes ante el asombro del resto de los  feligreses que por poco les da un pasmo de los de verdad -de los de ingreso en una UCI-  para observación. Fué demasiado.
A los pocos minutos, el hermano mayor del Jesús del Grán Poder dió el primer parte de lesiones que ya he mencionado y añadió que el Señor está bien y aunque el brazo se ha separado completamente del cuerpo por la articulación del hombro, no parece que sea un daño irreparable. A la talla se le ha retirado la cruz que llevaba apoyada sobre el hombro izquierdo para una mejor movilidad en el traslado al taller. Su pronóstico no reviste mayor gravedad. Agentes de la policía científica han procedido a una primera inspección ocular minuciosa y a tomar todo tipo de pruebas incluidas el visionado de las cintas de las cámaras de seguridad para esclarecer lo ocurrido.
Sobre las 23:00 h. llegó a la basílica el imaginero para evaluar los daños iniciales y tomar las primeras decisiones. El Arzobispo de Sevilla y el Delegado del Gobierno en Andalucía, entre otras autoridades, se pusieron de inmediato en contacto con la hermandad para ofrecerse ante cualquier necesidad vista la gravedad de los hechos ocurridos y de su impacto en la sociedad. El delegado de la Madrugada indicó que habían oído decir al presunto agresor y presunto enajenado que él era el verdadero hijo de Dios. Otros testimonios corroboran que el tal Luis C.O. se comportó, durante toda la misa, de forma natural, educada y entragado al oficio religioso. Es lo de siempre. Todo el mundo está bien y es bueno hasta que deja de estar bien y de ser bueno. ¿Y si es verdad que el verdadero hijo de Dios es él? Si esto fuera así -que podría ser- la talla pasaría a ser una impostora al hacerse pasar por alguien que no es. ¿No podría ser posible que Dios hubiera tenido más de un hijo y no estuviera registrado en las sagradas escrituras? Quizás se trate de un hijo bastardo. No sería la primera vez que esto ocurre, que uno no es quien dice ser, que alguien suplanta otra identidad o que simplemente hay un conflicto entre hermanos por un problema de herencia -que en este caso es mucha-. Menuda herencia. Toda la iglesia con sus bienes materiales e inmateriales supondrían un patrimonio de un pastón incuantificable que bien merece una pelea o más. Los hermanos o herrmanastros cuando están resentidos entre sí pueden llegar a ser peligrosos. Podría ser, incluso, que Dios hubiera mandado a otro de sus hijos para poner un poco de orden como ya hiciera hace unos dos mil años. Están las cosas mal y el gobierno de los obispos con Rouco a la cabeza han perdido los papeles.
Pero el verdadero papelón, ahora, lo tiene el juez que tiene que investigar los hechos. Le lloverán críticas cuando solicite el certificado de nacimiento y de defunción de Jesucristo. O investigue a Dios por si hubiera tenido más de un hijo. Policía científica, interpol, etc. rebuscando papeles por el Vaticano y otros lugares sospechosos de ocultar información. Buscando documentos que podrían dar pistas. Pruebas de ADN al tal Luis, a la talla y al mismísimo Dios para contrastar.
El caso se me antoja complicado. Un juez no puede sustentar un auto o una resolución basándose en actos de fé. Hay mucho en juego y las diligencias tienen que ser creibles y empíricamente domostrables. No quiero pensar en que puedan salir otros en cualquiera de estos programas basura que proliferan en telecinco e intereconomía diciendo que son hijos de San José, Santa Ana y la paloma mensajera.  Tengo la sospecha que es cosa de algún político para desviar la atención de la crisis, el paro,  la reforma laboral y los recortes de turno. Al tiempo. Joder con la que se avecina. Si le toca a Garzón, después de lo de franco, seguro que se declara incompetente. El forense, de momento, no ha dicho que el nuevo Jesucristo tenga alguna patología mental porque no tiene en qué sustentar el diagnóstico. Una pelea no justifica estar mal de la cabeza y decir que le manda Dios, pues tampoco. Así están las cosas. Salud.