viernes, 27 de julio de 2012

El libro del verano.

Llevo desde que empezó el verano sin parar de leer el libro del verano. Incluso antes del verano ya estaba leyendo el libro del verano. Siempre que puedo estoy leyendo y en cualquier época del año. En verano, y aprovechando las vacaciones, procuro leer un poco más. En especial estos libros que merecen una atención especial y que los guardas para esta época o libros que por su volumen no quieres que perduren en el tiempo.
No tengo por costumbre leer libros por entregas. Las sagas que dicen ahora. Estos que la historia, la novela o la narrativa son tres o cuatro libros de gran tamaño. Me pierdo en la historia o pierdo el interés por la historia contada y por sus personajes. Cada libro es más de lo mismo del anterior o incluso lo contrario del anterior. Es un añadir personajes y situaciones a la novela. Al fin y al cabo no la mejoran en absoluto. Simplemente la enredan.
Queda claro pues que es bueno tener un tiempo en el que puedas leer libros que has seleccionado previamente como buenos, útiles e imprescindibles. Este tiempo bien puede ser el verano. La importancia está en un relato mediano con contenido. Un buen momento para conocer nuevos autores y nuevos registros que antes no habías conocido.
Los lectores sin casi tiempo para leer y yo escribiendo sobre mis gustos literarios. Viene a cuento lo que digo porque desde que empezó la primavera -más o menos- me informo a través de las páginas culturales de cualquier periódico, revistas culturales especializadas, medios de comunicación diversos y redes sociales del libro del verano que no puedo dejar de leer porque además es refrescante. El libro que debo leer en los atardeceres cuando empieza a refrescar porque el sol está en retirada.
Libros facilones, con trama simple, que entretienen, que tienen contenido importante y que se pueden leer sin diccionario. Palabrería de andar por casa, de cola de supermercado o de barra de bar. El libro que se lee solo. Llego a sentirme acorralado con tanto anuncio de este libro que me va a refrescar el verano y que no me lo puedo perder porque sería el bufón del resto de los mortales. No sabría de qué hablar luego.
Me abstengo de hablar de la canción del verano. Esta que está puesta en todos los sitios, en todas las emisoras y a todas horas durante todo el verano. Pero con los libros no se juega. Porque cuando he ido a una librería a pedir el libro del verano me han recomendado cientos. No tengo tantas vacaciones y el verano no dura tanto como para leer todos esos libros ofertados. Casi que me parece obsceno. Yo no soy un lector ocasional de fin de semana o de tiempo vacacional.
Nos hemos acostumbrado a esto y no es bueno. Recomendar una cosa está bien. Decirte que tienes que leer un libro porque es refrescante y te irá bien para el verano es otra cosa. He dicho antes que miro los contenidos y el autor. Es importante dedicarse a recuperar escritores y temas. Descubrir autores y registros que nunca antes había leído. Existe el verano, obviamente, y a veces con vacaciones incluidas. Es un buen momento y una buena ocasión para ello.
Hay otro grupo literario que es el relato breve, los microrrelatos, el twitterrelato, la narrativa corta e incluso las entradas de blog que no tienen nada que envidiar a los libros que todos conocemos. Lecturas rápidas que no te llevan mas de unos minutos y con los cuales te puedes sentir igualmente satisfecho. Estoy hablando de un grupo literario al que habría que dar más importancia. Creo que últimamente se está poniendo de moda porque han proliferado bastante. Es una manifestación cultural más pero en formato abreviado o corto. Llámese cómo se quiera pero también es recomendable porque tienen verdadero contenido y sólo en un par de folios.
Hay que animar a que se lea. Pero ojo! Si machacamos con ciertos libros para el verano y no son del agrado del lector o se trata de un lector ocasional, podemos convertir libros mediocres en best-seller que irán de playa en playa y nunca serán leídos. Aumentar las ventas está muy bien pero un escritor lo que quiere es que se le lea y se le conozca por lo que escribe, no por cuanto vende. Esa es mi opinión y así queda escrita. Salud.