jueves, 8 de marzo de 2012

Crítica literaria

Quería leer. Tenía la necesidad de leer con la ilusión que uno pone en aquellas cosas que de verdad le interesan. Pero no podía. En la terraza no cabía nadie mas. El tiempo, cuando acompaña, invita a la gente a salir de sus casas, a quedar para tomar algo y a charlar de lo que sea. Simple excusa pero válida. El paseo marítimo en el que está la cafetería también está repleto de gente en un ir y venir a un ritmo ocioso y más preocupados por sus mascotas que por otra cosa. Al final conseguí abstraerme de todo y conseguí leer algo de un suplemento a modo de revista y con crítica literaria incluida. Cada página un autor con su foto. Foto de la tapa del libro. Número de páginas. Editorial y precio desorbitado. Luego todo un escrito sobre la obra, el autor, el autor con su obra, la obra en el conjunto, el autor en el conjunto de lo demás y la crítica literaria del libro en cuestión. Buena o mala según el crítico y su estado de ánimo en el momento de escribir.
No tengo por costumbre dejarme influir para nada de lo que escriba un crítico sobre un libro. Aunque suelo leerlo pero siempre a cierta distancia porque no son imparciales. He podido comprobar a menudo que sus opiniones distan mucho de lo que yo pueda pensar. Esta bien otro punto de vista pero nada más que esto. El crítico lee por obligación y no por devoción. Cobra para hacer este trabajo. Si el escritor es del agrado del crítico el resultado suele ser un gran libro con una construcción literaria excelente y un tema innovador llevado con maestría. El lado contrario puede ser una crítica feroz y un ataque frontal que puede dejar tocado al autor y a su obra. Por este motivo no es bueno leer a los críticos salvo aquellas personas que tengan criterio suficiente para no dejarse avasallar.
Cuando quiero leer algo busco un tema de mi interés. Narrativa, novela, ensayo, poesía, etc. Autor conocido que ya me ha gustado y cuyo estilo se adapta a mis necesidades. Otras veces no es así pero leo con la misma pasión aunque luego tenga que reconocer que no me ha gustado. Al final siempre soy yo el que decide y lo digo sin intencionalidad de influir ni de interferir. Justo tengo enfrente la crítica literaria del último libro de una autora consagrada al que el crítico de turno pone a parir de malas maneras. Que no es su estilo habitual. Que va a menos y no suscita el más mínimo interés. Que se extiende en algunas cosas y no llega en otras. Que utiliza terminología inadecuada o inapropiada para el estilo al que se ha apuntado y que no es el suyo. Que para escribir esto mejor haberlo dejado para otra ocasión con un mínimo de inspiración. Resulta que yo he leído este libro. Es el estilo que me gusta. La sintaxis que me gusta. El tema es de mi agrado y está equilibrado en sus momentos y en su desarrollo. Es decir, si yo hubiera sido el crítico literario responsable hubiera dicho todo lo contrario que el tal MECV.
Ser crítico literario no es bueno. No son gente de fiar. Cada uno debe comprar y leer con libertad y si luego quiere comentar lo hace opinando y sin intención de influir. Es lo que debería de ser. Salud.