viernes, 3 de febrero de 2012

La cuestión

El gobierno actual ha propuesto al Nobel Mario para presidir el Instituto Cervantes con la doble convicción de que era el candidato ideal para representar a la lengua castellana en todo el mundo y de que aceptaría ya que goza de un prestigio incontestable en el ámbito de las letras. La cuestión según se lee a uno u otro columnista y según se escucha a uno u otro contertulio es que estamos jugando con los verbos tantear, ofrecer, proponer, etc. y no es lo mismo y esto no le habrá gustado al escritor peruano.
El Nobel Mario no ha querido hacer declaraciones -está de moda-, ni ha querido pronunciarse al respecto -es tendencia- porque se encuentra en viaje privado por Londres. En un escueto comunicado ha dicho que otro presidente, hace dieciséis años, ya le tanteó con lo mismo y que rechazó el ofrecimiento argumentando que podría ser más útil a España y a su cultura conservando la independencia y la libertad que tenía y que quiere seguir teniendo. Deducimos, por tanto, que de haber aceptado se habría convertido en un puto funcionario subordinado al ministro del ramo, atado de pies y manos, sin independencia ni libertad. Lo único que parece estar claro es que el escritor peruano de setenta y cinco años no está por la labor de ser una especie de embajador en el mundo de la lengua y cultura españolas y dejar de lado la escritura. A buen seguro no habría tenido tiempo de esbozar unas líneas. Ni siquiera la mediación del Jefe del Estado ha podido convencerle.
Nadie discute, a estas alturas, su valía como escritor y que por todo ello ha sido galardonado con prestigiosos premios como el Príncipe de Asturias, el Cervantes y el Nobel por destacar algunos y sin desmerecer otros. Personalmente no entiendo esta obsesión que el partido azul tiene , cuando gobierna, de nombrarlo máximo responsable del Instituto Cervantes y la molestia o incomodidad que produce su negativa. Tengo el convencimiento de que a Don Mario no le va ser un títere que se mueve cada vez que otra mano mueve los hilos. Sera eso. Sus movimientos en política han sido erráticos y la sensatez del pueblo ha hablado en las urnas con la misma libertad que en las librerías. El pueblo no lo quiere ver vestido de político sino de escritor porque lo suyo es escribir aunque hay constancia de que no agrada a todos. Pero esto es normal. Él ha entendido el mensaje y por este motivo ha declinado el ofrecimiento o el tanteo, o la propuesta que por dos veces le han hecho. Trabajar al dictado de otros y en contra de tus principios no siempre gusta y como él en esto puede elegir, pues ha dicho que no.
Hay un detalle sin importancia que me llama la atención y no es nada personal. Han dicho que era el referente ideal para expandir la cultura española por el mundo. Parece que el responsable de buscar no conoce a los grandes de las letras y de la cultura en general. Hay muchos y buenos gestores y literatos españoles nacidos en España que pueden desempeñar esta función. Son muchos los que disponen de un buen currículum en gestión y en ventas capacitados para este cargo siempre que tengan, eso si,  cierta independencia y libertad para tomar decisiones.
Al fin el culebrón Mario se ha reconvertido en la sensatez Victor. Reune el perfil en todos los aspectos y ha demostrado su valía durante muchos años al frente de la RAE. No es cuestión de ser muy famoso y de tener muchos reconocimientos. Se trata, simplemente, de estar capacitado para el cargo. Ha demostrado ser un señor de la cabeza a los pies. Es educado. Responde a preguntas inteligentemente y dice estar entusiasmado y sentirse honrado. Pues bien está lo que bien acaba. Desde este blog nos alegramos y le deseamos mucha suerte. Salud.