lunes, 25 de julio de 2011

Trajetreo

Dícese de llevar una vida ajetreada en traje y por culpa de ellos. Alguna comunidad autónoma española se ha convertido en un parque temático bajo la experta dirección de Camps-Barberá. Hay de todo y no te puedes aburrir. Es una franquícia de Génova de Madrid. Hay zonas de ocio muy concurridas como la sastrería y otras prendas de vestir. Los juzgados con jueces de verdad donde puedes hacer más que amigos del alma que te permiten total impunidad a la hora de delinquir. Una pasada. El parque de las mentiras dónde puedes ir a decir necedades y tonterías sin significado pero tienes un público entregado que te aplaude. En la parte central hay un edificio muy bonito en el cual hay un estrado desde dónde puedes hacer cómo que das ruedas de prensa sin ton ni son y sin admitir ningún tipo de preguntas de los asistentes. Es un parque de los buenos de verdad. Ahora han cambiado el gerente por un tal Sr. Masdelomismo, que ya se verá cómo lo lleva y si abre nuevas secciones. El anterior lo ha dejado porque, cito literalmente, no ha hecho nada de nada, y en el parque no van a encontrar nada porque nada hay. Claro, dicho lo cual, el comite de dirección nacional le ha permitido dimitir antes de cesarlo. Yo personalmente no me creo que sea así porque el tal presidente nacional carece de los atributos necesarios para hacer semejante cosa. Si es tan modosito que ni siquiera habla. Se hace el tarambana y aplica la ley de la gravedad. Me refiero a que la gravedad es un jodido invento que hace que las cosas se caigan por su propio peso. A ver quien refuta esto.
Las comunicaciones dentro del parque se hacen usando un lenguaje primario que sólo entienden ellos mismos. Las cosas y los acontecimientos tienen un nombre aunque carente de significado. Es lo que le da la chispa, la aventura y el principal atractivo. El sentido común constituye la ideología doméstica de aquellos que han sido privados de enseñanzas fundamentales y practican la ignorancia. Pues cuando estras en el parque tienes que dejar el sentido común en una consigna y practicas la ignorancia los días que estés allí lo que hace más divertida la estancia. En ocasiones roza el chiste que te encuentres a alguien trabajando de algo de lo que ya no puede trabajar porque ha sido despedido pero él no se quiere ir y sigue ejerciendo el cargo. Inaudito. El que no se lo pasa bien es porque no tiene sentido del humor. Dicen que la adversidad templa el carácter y desarrolla habilidades. En este parque temático autonómico que es una franquicia de Génova de Madrid no hay adversidades por lo que no hace falta desarrollar habilidades y vives de forma primitiva y sin terminar de ser.
Mi apreciación de la situación me hace pensar en la existencia de una disociación entre la formación de los esquemas mentales y la posterior formulación de los hechos y su significado. Esto es normal y connatural a la clase dirigente del parque y también -porque lo he leído- a un subgrupo de homínidos que van ensotanados. Ahora han visto que este  parque dedicado a la mentira, la aberración y la tontería puede tener éxito y quieren extrapolarlo a otras comunidades autónomas- Hay un precedente de mucho éxito situado en una isla del Mediterraneo cuyos dirigentes se forraron. Los creadores ya están retirados y eran conocidos como los uemitas y el del palacete. Grán exito de crítica, público y mangoneo de dinero. Ahora todos se han asegurado una plaza de jubilación anticipada en centros de ocio avanzados que incluso utilizan barrotes en las ventanas y dónde no hace falta ir con traje. Todo ventajas. Salud.