domingo, 26 de septiembre de 2010

Pablo y "Ópera"

Una vez más me cité en "sa botiga des buffons" para deleitarme con la lírica. Fuí para ver una representación de Pablo López sobre un programa titulado Ópera. No ví lo que me pensaba ver ni escuché lo que creía que iba a escuchar. Quedé gratamente sorprendido de lo que aconteció. Un Pablo López en escena mucho más completo -profesionalmente hablando- de lo que nunca hubiera pensado. Pablo, no sólo canta bien, sino que además explica perfectamente la ópera y la interpreta de forma magistral. Te acerca a la ópera, te explica la ópera y te canta la ópera de la forma más amena de la que uno pueda imaginarse. Todo un showman sobre el escenario. Él es a la ópera lo que Arguiñano es a la cocina -dicho con la sana ocurrencia de que mi afición por la cocina viene de la mano de Arguiñano, lo que significa que mi afición por la ópera viene de la mano de Pablo-.
Genial interpretación del libro bíblico del génesis y singular visión del fatal olvido de dios al no crear la música, los músicos y los cantantes. Se tuvieron que crear a sí mismos y eso fué un acierto.
A continuación va explorando y explicando la función y la voz de cada cantante de ópera, desde las femeninas: soprano, mezzo y contralto a las masculinas: tenor, barítono y bajo y los subgrupos de los antes mencionados. De cada uno de ellos da buena muestra cantando algunas piezas muy bien seleccionadas para no aburrir y agradar. Tambien diserta sobre autores, composiciones, músicos y libretos. Programa completo y perfectamente estructurado donde intercala chistes, bromas, juegos de palabras, anecdotas, etc de tal manera que el hilo conductor no se rompa en ningún momento y llegue intacto al final.
El momento que destaca sobre los demás llega cuando sufre un brote paranoide que le provoca un trastorno bipolar el cual le conduce a un dualismo personal. Parapetado en el escenario y con la complicidad del decorado intercambia un diálogo entre un hombre y una mujer de tal forma magistral que cuando acaba un público atento y entregado se rompe las palmas de las manos por él.
Un grán acierto esta forma singular de explicar la ópera y un lugar -sa botiga- que permite al actor interactuar con el público dada la condición de café teatro. Ópera grande y género chico de la mano porque hay que hacer patria. Efectivamente estos artistas de la ópera están pirados, etán de la olla, grillados como bien dice Pablo explicando el porqué. Pues vale, si es así que los encierren en un teatro y que les dejen hacer lo que saben hacer y a los que nos gusta que nos encierren con ellos.
Pablo López, este monólogo medio hablado medio cantado ha sido un grán acierto y el lugar elegido tambien y siguiendo las normas teatrales te deseo mucha mierda. Salud.