lunes, 14 de junio de 2010

El Tiempo

Ultimamente se ha puesto de moda hablar de los "tempos". El tiempo es el que es pero no vale lo mismo para cada uno de nosotros ni tiene el mismo significado. Nos tendríamos que tomar muy en serio la gestión de nuestro tiempo y el de los demás.
La vida se mide por secuencias de tiempo, instantes, momentos, entretiempos, duraciones, intervalos, a tiempo, a destiempo, cuando pueda o cuando tenga tiempo. Me fascina todo esto al mismo tiempo que me preocupa no aplicarlo de forma correcta y rigurosa -casi matemática- en mi vida. Hay unos tiempos para cada cosa que hay que reajustar constantemente, el trabajo, el ocio, la familia, los amigos, entretenimiento, actividades culturales, descanso y demás. La gestión del tiempo necesita tiempo para hacerlo bien. No puede haber un desfase entre el tiempo que dedico al trabajo y el que le dedico a mi familia o al ocio, eso supondría una sensación de haber perdido el tiempo. Toda la gestión del tiempo repercutirá en mi vida personal y no me da la gana montar una pífia por no saber planificar. Una milésima de segundo puede suponer una medalla de oro e incluso el registro de una marca, pero tambien supone una oportunidad arovechada o perdida -en el más ámplio sentido de la palabra-. Incluso los gallos de mi vecino cantan en el momento oportuno, ni antes ni despues. No cantan al azar, sino que obedece a algún patrón que desconozco pero que se me antoja algo rigurosamente científico. Diré más. Cuando alguien dice aquello de que hará una cosa cuando le salga de las pelotas, no lo hace al azar sino en el justo instante que mejor le va o le convendrá y que además se moverá por intereses personales.
Mi vecino Andreu que es un artista en muchas cosas tambien pinta cuadros y ha pintado el tiempo. Es un hombre que mira un espacio virtual donde hay relojes esparcidos por doquier, cada uno de un tamaño, forma, color y marcando una hora diferente. Es casi un misterio. Cuando hablas mides el tiempo de cada frase, mides el espacio entre frases y entre palabras, ajustas las duraciones y de repente, lo que dices tiene una sifnificación u otra. Incluso dice mucho de cómo eres.
El otro día he llamado al jardinero y me ha contestado que la semana que viene, si tiene un minuto, vendrá. No es un capricho ni janas de joder. Él gestiona su tiempo y yo me tengo que adaptar igual que me adapto a la duración de una película y no se me ocurre salir diez minutos antes ni salir quince minutos despues.
El reloj -como dice la canción- mide las horas pero quien las disfruta o no soy yo. No es tarea fácil. El tiempo dura lo que dura y tiene que ser SUFICIENTE para cada cosa y para todo. La suma de los tiempos conforman la historia personal de cada uno y esta história -que es la suma de intervalos de tiempo- recrea momentos pasados, presentes y futuros.
Mimo mis fotografías porque es lo único que para el tiempo. Durante años puedo ver un instante de tiempo que permanecerá inmortalizado y lo podré ver exactamente igual de cuando ocurrió. Cada instante o momento de mi vida va precedido de un antes y va seguido de un despues que condicionan el significado del ahora.
Dedica el tiempo justo para leer esta entrada. "Carpe Diem", amigos. Salud.